Libros vs. fotocopias, el debate que se repite en el secundario

Entre las compras previas a la vuelta a clases, los libros de texto encabezan la lista de los artículos más costosos. En la secundaria, al aumentar el número de materias, también son más los textos que se piden.

Los vendedores de dos librerías y de una feria de libros usados coinciden en que el auge de las ventas será apenas termine la primera semana de clases, cuando los profesores ya hayan indicado cuál es el material para trabajar durante el año.

Ezequiel Cicero, de Cúspide, comentó que muchos profesores ya se acercaron a ver lo que ofrece la librería de calle 25 de Mayo 471 para decidir qué les pedirán a sus alumnos.

Allí ya llegaron los textos de Santillana, Kapeluz y SM y todavía tienen que llegar de Puerto de Palos, Estrada y Tinta Fresca. Los que ya están disponibles son los de Filosofía, Política y Ciudadanía, Geografía, Lengua y Literatura, Historia e Inglés. En esta última materia, el que se destaca es What´s up? de la editorial Pearson.

En Cúspide, los libros de Inglés van desde $450 a $700. Los de las otras materias oscilan entre $350 y $450.

Cicero afirmó que generalmente los chicos no se acercan a comprar el material, sino que sus padres lo hacen por ellos. Respecto a esta conducta de compra, Mario Kostzer, de La Feria del Libro, consideró que siempre es recomendable que los chicos vayan a la librería, como un ejercicio saludable. “Pero a veces los padres tienen que venir sí o sí porque pagan con la tarjeta”, aclaró.

Sobre la competencia con las fotocopias, Kostzer sostuvo que el original es imprescindible. Cicero opinó que fotocopiar está tan caro que no conviene y que, además, en los libros de actividades son necesarios los colores. “Quizás las fotocopias le peleen un poco a los de estudio que no tienen muchas imágenes”, observó.

Según Kostzer, los padres suelen priorizar los gastos en otros artículos como mochilas y uniformes, antes que los textos, que son la base fundamental de la educación.

De segunda mano

La feria de libros usados de la segunda cuadra de la peatonal Congreso es una alternativa para cuidar el bolsillo. Julio López, su dueño, pronosticó que este año muchos van a optar por esto por los elevados costos de los ejemplares nuevos.

Pese a su optimismo, confesó que últimamente no vendió casi nada porque varios prefirieron reemplazar los libros por fotocopias. “Ahora tengo muchísimos acumulados”, dijo señalando las estanterías llenas. El comerciante está esperando que empiecen las clases para que la gente se acerque a consultarle y comprarle.

López, que abre su puesto todos los días de 9 a 21, compra libros viejos, los arregla y los pone en mejores condiciones para venderlos. Asegura que allí se consiguen los textos a menos de la mitad del precio de los que venden las librerías. Uno de los estantes exhibe libros de Inglés a $10 y otro ofrece diccionarios a $40.

Entre el material para secundaria que más le suelen pedir, López mencionó Historia, Geografía y Matemática.

Un problema que sufre el vendedor y algunos padres es el de las actualizaciones de los textos. “Hay un sistema maligno porque la editorial le regala a la maestra la versión más nueva y esa es la que exigen. Los libros hoy son descartables, no sirven más de un año”, explicó.