Los vecinos se adueñaron de la Mate de Luna

Los vecinos se adueñaron de la Mate de Luna

Chicos y grandes disfrutaron de un domingo sin autos ni ruidos en la avenida

PARA VER Y TENTARSE. Los artesanos ofrecen sus productos en la feria. la gaceta / fotos de inés quinteros orio PARA VER Y TENTARSE. Los artesanos ofrecen sus productos en la feria. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
27 Febrero 2017
“¡Qué placer! ¡Toda la avenida o al menos 700 metros limpios, sin autos ni semáforos, para mi solito!” ríe Mariano, un adolescente de barrio sur que apenas se enteró de que la Mate de Luna iba a convertirse este domingo en una larga pista de salud decidió ir a patinar allí con un par de amigos. Detrás le siguen, en carrera, Luciana, de 11 años, que estrena una patineta con luces, y Celeste, de 10, con unos clásicos rollers. No hay peligro de que choquen, todos van en una misma dirección, hacia el oeste, hacia el cerro. Por la mano contraria de la avenida circulan los que vuelven hacia el monumento del Bicentenario. “¡Es divertido! Nunca había visto la avenida así. Espero que esto se repita todos los domingos”, espera Santiago, que va en su bicicleta despacito porque tiene una leve discapacidad.

Ayer fue un día diferente para los vecinos de la Mate de Luna, desde el puente de la Thames, hasta Lucas Córdoba. En ese trayecto los vehículos dejaron paso a los peatones, que disfrutaron de una jornada al aire libre, con actividades recreativas y deportivas organizadas por la Municipalidad, dentro del proyecto “Vía Activa”. “Es una propuesta muy interesante porque casi no hay lugares tranquilos y amplios como este en la ciudad para disfrutar en familia”, comenta Claudia Gutiérrez, que equipada con calzas y zapatillas deportivas, avanza a paso enérgico, llevando de la correa a Lolo, la mascota de la familia. Adelante corren una carrera en patineta y en patines su hija y su sobrina . “Me gusta este lugar porque es muy seguro”, dice sin perder de vista a las chicas.

En la esquina de Lucas Córdoba y Mate de Luna una larga fila de niños espera su turno para ingresar a la minipista del Departamento de Educación Vial de la Dirección de Tránsito. Los chicos suben gratis a los kartings y a las bicicletas e ingresan a la pista donde aprenden las señales de tránsito. “A los chicos les encanta la pista de educación vial. Antes de entrar a todos les entregamos un pequeño carnet de conducir”, explica la agente Cristina Albornoz. Los chicos también suben a un aula itinerante de la Dirección de Tránsito donde se les da una pequeña charla y les muestran un video.

Los dueños de mascotas que pasean por la avenida también reciben un pequeño obsequio de la Municipalidad: una bolsita para recoger el excremento. “El único problema es que no veo cestos de basura para que uno pueda tirar la bolsita”, observa Carla Sánchez, que lleva dos perritos, uno en cada mano.

“Me gusta esta iniciativa. Está muy bien organizado” opina Germán González, que pasea junto a su esposa, Mirta Carrizo, y a sus hijas Camila y Guadalupe. Mientras las chicas andan en patines y la pareja camina, Joaquín, el más pequeño, disfruta con su bice nueva. Mady, la mascota de la familia, es la única que no quiere caminar. Pero la perdonan porque es bebé.

“¡Mire toda la gente que hay acá! ¡Y eso que es la primera vez que hacemos esto y que, además, muchos pensaban que iba a seguir lloviendo”, dice Daiana Díaz, una de las jóvenes pasantes que ayudaba en la organización del evento. Un grupo de chicas se encargaba de dar vasitos con agua a todos los que pidieron. Muchos alternaron la actividad física con un descanso por la feria artesanal que se armó en el parque Avellaneda. Pero otros se dejaron tentar por los bolleros y el hechizo de su aroma a tortilla al rescoldo bien caliente. Era el complemento ideal para los que, ajenos a las promesas del deporte, prefirieron sentarse en los bancos del parque y disfrutar del tradicional mate.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios