Sorprende a los investigadores la frialdad que tuvo una mujer para matar a un comerciante

Sorprende a los investigadores la frialdad que tuvo una mujer para matar a un comerciante

La sospechosa, que tendría unos 30 años, habría conocido a la víctima. El hombre había puesto el día de su muerte una cámara de seguridad en su local A Ramón Hernández, de 62 años, lo degollaron con un cuchillo sierrita en la pieza de un hotel alojamiento de barrio Sur

CERRADO POR DUELO. Hernández tenía puestos de telefonía y de compra y venta de oro y plata en el Mercado Persía, donde era muy querido. fotos de Francisco Fernández CERRADO POR DUELO. Hernández tenía puestos de telefonía y de compra y venta de oro y plata en el Mercado Persía, donde era muy querido. fotos de Francisco Fernández
25 Febrero 2017
A los investigadores les llamó la atención dos cosas: la frialdad con la que una mujer asesinó a un comerciante en un hotel alojamiento. Y que la víctima haya instalado el mismo día de su muerte una cámara de seguridad en uno de los locales que tenía en el Mercado Persia. Casi de casualidad, ese aparato podría ayudar a identificar a la sospechosa del crimen.

Ramón Ángel Hernández, de 62 años, estacionó su camioneta de alta gama al frente del local de barrio sur. Bajó con una joven de unos 30 años y pidió una habitación. Al poco tiempo, ella se fue del lugar y, cuando un empleado le preguntó por su compañero, les respondió que ya saldría. Pero como no lo hizo, fueron a buscarlo. Golpearon la puerta en más de una oportunidad y, como no respondía, ingresó y lo encontró en medio de un charco de sangre. Inmediatamente dieron aviso al Servicio 911.

Por orden de la fiscala Adriana Reinoso Cuello, personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Hugo Cabezas y Daniel Cuellar, tomaron intervención en el caso.

Después de analizar la escena del hecho, descubrieron que la mujer había utilizado un cuchillo sierrita para herir mortalmente al comerciante. Los pesquisas creen que la homicida llevó el arma oculta y que aprovechó un descuido lo atacó. Por eso la víctima casi no tenía las lesiones características de una persona que se defiende de un ataque.

Luego, siempre según las investigaciones, se bañó, tomó la billetera y la llave de la camioneta de Hernández. Después se fue del lugar. Por ese motivo, recién ayer por la mañana pudieron identificarlo.

Los policías aún no pudieron establecer si el comerciante, que tiene negocios de telefonía celular y compra y venta de oro y plata, llevaba en el momento del crimen alguna suma importante de dinero que la mujer le robó. Hay otro dato: los policías saben que el hombre se habría dedicado a otorgar préstamos, por lo que no descartan que la principal sospechosa haya sido una clienta. Trascendió que en la habitación encontraron elementos que servirían para realizar pericias genéticas.

También recibieron información que fue a visitarlo en más de una oportunidad en los locales, por lo que está prácticamente descartado que la víctima haya contratado sus servicios sexuales. Además, sus allegados confirmaron que Hernández no acostumbraba a contratar prostitutas.

Lamentos

Los puesteros del Mercado Persia se enteraron recién ayer a la mañana. Quedaron perplejos y sólo se escucharon lamentos. Todos conocían a “Angelito”, como era conocido en el lugar. Dicen que comenzó desde abajo, siendo vendedor ambulante callejero y que gracias a su esfuerzo e inteligencia, llegó a transformarse en uno de los más importantes de ese centro de compras.

“Con la gente de la galería siempre fue muy bueno. A muchos los ayudó. Tenía buen trato con todos. Era una persona que se hizo de abajo como vendedor ambulante y fue creciendo económicamente con los años”, contó René, comerciante de la galería.

“Tenía a sus hijos trabajando en los negocios y él coordinaba todo. Siempre estaba ocupado. Tenía un excelente trato con nosotros. Es una lástima lo que pasó, recién me enteré esta mañana”, se lamentó José, quien tiene su local de venta de CD de películas y de música junto al puesto de Hernández.

Aunque la galería Persia tiene su propio sistema de cámaras de seguridad, algunos puesteros también instalan las suyas en sus negocios. Según las fuentes consultadas, Hernández conectó las de su negocio horas antes de su trágica muerte.

Ese dato permitiría a los investigadores avanzar en la pesquisa para establecer qué hizo Hernández en las horas previas al crimen y si estaba en compañía de la mujer que le robó la vida con un cuchillo.

“Las instaló ayer (por el jueves) porque la semana pasada le robaron un sobre con dinero desde su negocio”, contó una fuente.

De acuerdo a ese testimonio, Hernández atendió su negocio ubicado sobre avenida Salta hasta las 19. Después se fue y quedó una empleada a cargo. “Pero como no volvía a la noche para cerrar, ella llamó a la familia de ‘Angelito’ porque se tenía que retirar”, señaló.

La misma fuente informó que la víctima siempre manejaba importantes sumas de dinero para otorgar los créditos a las personas que se lo solicitaban. “No le tenía miedo a nada. Andaba con mucho efectivo encima y yo le decía que tuviera cuidado. Él se reía, me decía: ‘vos tenés miedo, yo no’”, afirmó el allegado.

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