Por la ley de contravenciones podés ir presa si hacés topless

Por la ley de contravenciones podés ir presa si hacés topless

ESCÁNDALO EN NECOCHEA. Policías exigen a las bañistas que se cubran los pechos si no quieren ir presas. clarin.com ESCÁNDALO EN NECOCHEA. Policías exigen a las bañistas que se cubran los pechos si no quieren ir presas. clarin.com
04 Febrero 2017
“Igualdad! La única teta que molesta es la que no se puede comprar!” Ese fue el lema que utilizó la asociación Agitaciones Contra El Acoso Callejero para invitar a las mujeres al “tetazo” que se realizó ayer en el Obelisco. En Corrientes también se congregaron para mostrar sus pechos. Ambas convocatorias surgieron a modo de protesta por el mismo hecho: un grupo de policías intentó detener a unas jóvenes porque hacían topless en una playa de Necochea el pasado fin de semana. En Tucumán no se sacaron los corpiños para protestar, pero si esto sucediera en un futuro cercano ¿pasaría lo mismo que en Necochea?

“Lo sucedido en la playa bonaerense podría darse en nuestra provincia y ser respaldada por la inconstitucional ley de contravenciones que aún se encuentra vigente y que diariamente es aplicada por las fuerzas de seguridad”, opina Matías Lorenzo Pisarello, coordinador del área Seguridad y Derechos Humanos de Andhes (Abogados y Abogadas del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales).

Esa ley de contravenciones, específicamente en los artículos 19.5, 19.10 y 55, contiene la descripción de conductas imprecisas, en donde se prevé castigo para quienes con actos, ademanes, hechos o palabras, proferidas en la vía o lugares públicos, ofendan a la moral o al pudor; a quienes permitan que menores de 18 años realicen ejercicios gimnásticos o de bailes que provoquen o den lugar a escenas inmorales o quienes faltaren el respeto con gestos, ademanes, palabras o actos que ofendan el pudor. “Esto último se encuentra específicamente descripto en el capítulo ‘Contravenciones en Balnearios’. Es decir, que el actual código contravencional autorizaría la privación de libertad de una mujer que realice topless siempre y cuando el agente preventor considere que esa conducta afecta el pudor de otras personas”, indicó Pisarello.

Por último, sostuvo que a pesar que generalmente son los jóvenes de escasos recursos las víctimas seleccionadas para aplicárseles la ley contravencional, destacó que “todas las personas están expuestas a ser víctimas de interpretaciones personales de cada agente policial” y que por ello “es imperioso que el Estado de una vez por todas adecue la legislación contravencional, no sólo en cuanto a su inconstitucional procedimiento, sino también en relación a las conductas reprochables”.

Respaldo

El jueves, Mario Juliano, juez en lo criminal N 1, consideró que no hubo delito ni contravención en el caso de las tres mujeres que hicieron topless en Necochea. Y consideró que el artículo del Código de Faltas Bonaerense que esgrimió la Policía es inconstitucional y advirtió a esos efectivos de esa fuerza a no volver a aplicarlo.

“Al que no le gusta siempre tiene la libertad de mirar para otro lado. Es una sociedad plural y diversa, no podemos pretender que todos piensen igual y tengan los mismos criterios, pero sí tenemos que aprender a respetar la diferencia sin que eso nos impida convivir”, advirtió el magistrado.

El episodio de Necochea tiene múltiples aristas de destape y ocultamiento. En primer lugar, nos sale al trote la pregunta de las razones para que nuestra moral aúlle ante el topless más que ante la verdadera miseria. Igual, ¿no es una contradicción que haya, a la par de este tipo de censura, una verdadera industria de los implantes mamarios? Parece que hay una suerte de metonimia moral, una sinécdoque por la que se pueden mostrar y celebrar las partes, pero no el todo. Me explico: cuando los medios muestran en primer plano los senos, está todo bien, porque ellos son los protagonistas. No importa quién los tenga, de última son “los pechos de la x”. Pero cuando las tetas en cuestión son parte de lo que llamamos genéricamente una persona, y no están ni ellas ni los glúteos destacados por encima de la portadora del caso, surge el escándalo y la indignación.

Tengo entendido que en el incidente de Necochea se trata de una pareja de mujeres y que entonces no sólo son mujeres con los pechos al aire, sino que no tienen ninguna intención de mostrar en dirección al que mira, al hombre que las ha denunciado. Molestan porque no son los senos de la TV, que tienen vida propia y cuya existencia radica en ser vistos por los hombres. No sé si las revoluciones comienzan por las pectorales, pero las libertades sí.

Mientras Trump hace declaraciones horribles y Macri hace su baile bobalicón y negador tapando con violencia y mentiras el ataque a las vidas cotidianas y a los derechos que emana de sus políticas, las mujeres le dicen a este amo globalizado que hay otra dimensión, más allá de lo que el sistema quiere capturar con sus tentáculos, sus muros, sus decretos y su Policía.

Como una suerte de desafío femenino que deja a la vista el enorme aparato armamentista contra una teta. Una especie de gran contrasentido, como si viviéramos un poco en la Edad Media y el siglo XXI. Mientras la TV regula los cuerpos y las desnudeces permitidas y un Tinelli pone mujeres a bailar lamiendo objetos y en posiciones de sexo explícito, una mujer en una playa no puede sacar una teta para que le dé el sol, ni una madre puede dar de mamar en una plaza. Está bueno hablar de esto. Hoy una teta le dice al mundo que no todo puede ser violentado, arrasado, negado, destruido, expulsado, saqueado, exterminado. Una teta le dice al amo que hay una dimensión por fuera de su maquina voraz de disciplinar y mortificar. Una teta es lo que se escapa como un mensaje alentador, de los cuerpos mas allá del disciplinamiento del sistema.

“Teteada masiva”.- El año pasado dos mujeres policías le pidieron los documentos a una madre que amamantaba a su bebé en una plaza de San Isidro y le exigieron que se retirara. El caso despertó el rechazo popular, por lo que en todo el país se hizo una “teteada masiva” convocada en las redes. En Tucumán fue en plaza Independencia (ver foto de arriba).

En contra.- Matías Choy es un periodista que trabaja en Radio Mitre y que vive en Necochea. En su perfil de Facebook dio su opinión sobre el topless realizado en las playas de su ciudad y su publicación tuvo más de 35 mil compartidas. “¿Podemos reflexionar respetándonos? No son los pechos. No es el topless... es la actitud. Cuando uno se instala en un lugar público respeta las pautas de convivencia. No se maneja como en su casa o en su pileta (...). A LA GACETA el periodista resaltó que su mensaje se basa en el concepto de “Mi libertad termina donde comienza la de los demás”.

Topless en Mar del Plata.- Connie Gómez Sagripanti, una tucumana que fue a Mar del Plata a presentar su libro “Así de Loca”, hizo topless en favor de la protesta (foto). “Sí haría topless en Tucumán, siempre y cuando se den las condiciones (si no hay muchos niños, por ejemplo). No lo considero nada ofensivo. Al contrario. lo natural del ser humano es nuestro cuerpo”, dijo a LA GACETA la periodista.

Teta censurada.- Jéssica Morillo es una artista y joyera tucumana que ha sido censurada en Facebook por mostrar fotografías de tetas de diferentes iniciativas artísticas. “Vienen censurando tetas hace un rato largo. Lo cierto es que hay un pueblo que no lo soporta más y se manifiesta repudiando la represión de manera pública. Como artista que aborda como tema de obra a la mujer, a identidades femeninas y a los cuerpos libres me ha tocado de manera permanente la censura”, sostiene Morillo en las redes. Su primera obra denunciada por mostrar pezones se llamaba “El problema es que pienses que mi cuerpo te pertenece”.

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