"Disculpando la palabra": la historia de la mujer que se encadenó en la plaza Independencia llega al cine

"Disculpando la palabra": la historia de la mujer que se encadenó en la plaza Independencia llega al cine

La directora Verónica Quiroga filma “Barrio El Buen Vivir”, basado en un hecho que se viralizó en las redes sociales tucumanas.

EN PLENO RODAJE. En las escenas de “Barrio El Buen Vivir” participaron como extras vecinos de las locaciones. gentileza foto de  verónica quiroga EN PLENO RODAJE. En las escenas de “Barrio El Buen Vivir” participaron como extras vecinos de las locaciones. gentileza foto de verónica quiroga
01 Febrero 2017

La realidad del cine puede ser más cruda que la vida misma. La ficción cinematográfica presenta escenas que pocos querrían ver cotidianamente, y se torna así en la expresión de un hecho imposible, profundo y doloroso para ser vivido, si no es con una pantalla de por medio.

“El cine permite experimentar la muerte sin morir realmente, es su esencia simbólica”, señaló Verónica Quiroga a LA GACETA, en el backstage del rodaje de “Barrio El Buen Vivir”, su último cortometraje en etapa de producción. Su primer trabajo, “Jazmín”, se presentó recientemente en el Espacio Incaa. Ambas producciones cuentan con la actuación de Liliana Juárez.

Quiroga es guionista, directora y cineasta independiente. Cursó estudios en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) de Buenos Aires y trabajó en radioteatro y en teatro, así como en producción: “allí nacieron mis primeros guiones, con la idea de adaptar al cine desde su origen”.

Todo relato fílmico tiene algo de mítico. “Un rumor o un cuento se vuelven metáforas de algo cotidiano, sin llegar a ser entendidas como ficciones o simulacros sino como súperrealidades”, explicó la cineasta. Sus imágenes no sólo hablan de un determinado aspecto del mundo. “Una verdadera obra de arte pone de manifiesto un micromundo o una microrealidad, jamás es una mera imitación de lo real”, aclaró.

- ¿De dónde surge el guión base de “Barrio El Buen Vivir”?

- Partió de un hecho ocurrido en Tucumán hace un par de años, que se viralizó en las redes sociales: una mujer se encadenó en la plaza Independencia, y vociferaba, insultaba a todos y denunciaba que le habían quemado su moto y su vaca en la calle Tambo al 4.000, que supuestamente es la dirección del barrio que lleva el nombre del filme. La gente la tomó en sorna, se burló de ella e incluso algunos editaron las filmaciones y le agregaron efectos. El video se difundió como un ejemplo caricaturesco de los modismos del habla tucumana. Ni siquiera se pudo averiguar con certeza el nombre de ella. Lo que hay que entender es que lo que estaba encadenado no era esa persona, sino su relato y su voz antes que su cuerpo. A falta de una historia, la ficción se impone como verdadera.

-¿Hubo algún apoyo o subvención estatal para esta filmación?

- No. Toda la producción que estamos realizando se solventa con plata de nuestro bolsillo. Se podría decir que apostamos al arte por el arte mismo. El año pasado, con Vanessa Pedraza fundamos La Locomotora Producciones, un proyecto independiente para encarar nuestras propuestas que aúna la labor cooperativa de varios actores, fotógrafos, camarógrafos y escritores guionistas del medio.

- ¿Cuáles fueron las locaciones donde trabajaste?

- Elegimos dos lugares curiosos, que sentí inmediatamente familiares a la realidad profunda de lo que sería la supuesta calle Tambo al 4.000: un conventillo en Buenos Aires al 1.300, que se hunde casi 50 metros hacia el interior de la manzana, con más de 40 pequeñas habitaciones; y en un descampado en avenida América e Italia, que hace unos años se empezó a poblar de viviendas. La gente del lugar es humilde y muy trabajadora y nos recibió de forma sorprendente: los vecinos ubicaron sillas como si fuesen a presenciar un espectáculo, sacaron una parrilla y nos invitaron un asado. Muchos participaron como extras. Este filme está protagonizado por Carla Brum. La acompañan, entre muchos otros, Maximiliano Arístides Salas, Luciano Pedraza, Diego Arjona, Ezequiel Nasci y Florencia Díaz.

- ¿Hay otros proyectos?

- Se vienen varios cortometrajes más, que fueron presentados al concurso “Historias breves” del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa). Uno de ellos versa sobre la historia de un hombre que estuvo encerrado cinco años durante la dictadura. Y finalmente, lo más anhelado, la producción de un largometraje que ya tiene título: “Amaicha con amor”.

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