El auge del metegol llegó a los cumpleaños

El auge del metegol llegó a los cumpleaños

Cualquier reunión de amigos sirve como excusa perfecta para instalar la mesa de juego y mostrar las destrezas de los fanáticos, los amateurs y los experimentados.

LA SIESTA EN SAN PEDRO DE COLALAO. Cada vez más camping habilitan espacios de juegos con metegol para que lo disfruten sus visitantes. la gaceta / foto de alejandra casas LA SIESTA EN SAN PEDRO DE COLALAO. Cada vez más camping habilitan espacios de juegos con metegol para que lo disfruten sus visitantes. la gaceta / foto de alejandra casas
22 Enero 2017

Nunca pasa de moda. Aunque el smartphone y las redes sociales parecen acapar la atención de casi todos, siempre hay fanáticos o seguidores del metegol. La mesa de juego está en los cumpleaños, en los balnearios de la playa, en los bares de las villas veraniegas, y en el patio de la casa.

Solo basta con que haya dos o más amigos para armar un minicampeonato entre amateurs o experimentados jugadores. ¿Quién no conoce a alguien que dice ser un crack del metegol?... El auge de este juego creció en los últimos años a tal punto que la mesa de juego llegó a instalarse como un entretenimiento más en las fiestas de cumpleaños de niños y se dispone entre el pelotero y la cama elástica en la que saltan los más pequeños. “Los tucumanos son muy seguidores del metegol; por eso no faltan en los eventos. He alquilado a grupos de amigos que organizan un asado en un quincho con metegol incluido”, dice Alfredo Santillán. El empresario recuerda que desde niño siempre jugó al metegol y ahora se dedica al alquiler de mesas de juego.

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Hay algunos fanáticos que se compraron un metegol para jugar en la casa; incluso cuando no tienen rivales a mano. “Los días de semana juego solo y pongo una goma espuma en el arco para que me devuelva la pelota”, admite Edgardo Flores.

Una de las más grandes prohibiciones en el metegol es el molinete. Además genera polémica entre los adeptos. “Se usa para emparejar -advierte Flores-, se nivela a los que no saben jugar con los que la pisan bien y saben hacer goles desde la defensa, pero la mayoría no quiere saber nada con jugar con molinete”.

cómo jugar mejor y hacer más goles
No hacer molinete bajo ninguna circunstancia.  
Siempre es mejor un movimiento corto, pero firme de muñeca. Se gana en  precisión sin resignar potencia.
============22 TEX Puntos claves (11125052)============
Una mano siempre en la manija del arquero. Aunque esté bien ubicado, si el tiro lleva la suficiente potencia vencerá su resistencia si no está bien firme.
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Al defender, en una jugada de riesgo, es conveniente mantener siempre las manijas en movimiento, para   obstaculizar el tiro o el pase del rival.
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Para sorprender al rival, es muy útil amagar el disparo con un  jugador, tocar al costado y rematar con otro rápidamente. Si se lo hace bien, termina en gol casi siempre.
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Ser paciente, sobre todo con los delanteros. Al tener superioridad numérica sobre los defensores, conviene mover la pelota hasta encontrar espacio y quedar perfilado para rematar.

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cómo jugar mejor y hacer más goles

- No hacer molinete bajo ninguna circunstancia.  

- Siempre es mejor un movimiento corto, pero firme de muñeca. Se gana en  precisión sin resignar potencia.

- Una mano siempre en la manija del arquero. Aunque esté bien ubicado, si el tiro lleva la suficiente potencia vencerá su resistencia si no está bien firme.

- Al defender, en una jugada de riesgo, es conveniente mantener siempre las manijas en movimiento, para  obstaculizar el tiro o el pase del rival

- Para sorprender al rival, es muy útil amagar el disparo con un  jugador, tocar al costado y rematar con otro rápidamente. Si se lo hace bien, termina en gol casi siempre.

- Ser paciente, sobre todo con los delanteros. Al tener superioridad numérica sobre los defensores, conviene mover la pelota hasta encontrar espacio y quedar perfilado para rematar.

- Vale rematar con los defensores o los mediocampistas, pero siempre  conviene más tocar despacio buscando a los delanteros, que tienen mejor oportunidad de gol

- Al rematar al arco, a veces también sirve hacerlo despacio para descolocar al rival, que siempre espera un remate potente. Algo parecido a un amague en el césped.

- Quizás no sea del todo ético,  pero en ocasiones sirve sacar de quicio al rival con cargadas y comentarios molestos. Con chicanas hará que se desconcentre del juego.

- Como en todo, la práctica hace al maestro. A mayor cantidad de partidos, mayor será la destreza para los toques, los amagues y los remates.

- Una de las mejores tácticas que suelen poner en práctica los más experimentados es “pisar y pisar la pelota; incluso con el arquero” para distraer al rival.

Cruzar las fronteras

Una federación con una selección de los mejores jugares va al mundial

Los argentinos son tan amantes del metegol que, a nivel nacional, se creó una Federación de Fútbol de Mesa. Además hay un seleccionado que participa en los campeonato mundiales. Incluso se realiza una preselección para saber si tienen la jerarquía suficiente para el torneo. Argentina está entre los 15 mejores países en el ranking de metegol. Las selecciones más fuertes son Estados Unidos, Bélgica y España. En este último país se le llama “Futbolín”. 

Una prohibición 

Hacer el molinete en el juego es sinónimo de amateurismo  

El molinete está prohibido, porque es tan peligroso como pegarle a alguien con un corcho de champagne. Además, en el ambiente del metegol se entiende que pegarle hacer molinete es sinónimo de amateurismo. Al principio se aprende mirando, pero con el tiempo se requiere de mucha práctica. Los más experimentados recuerdan que durante la segunda guerra mundial lo utilizaban como método de rehabilitación. Es un juego muy terapéutico y, casi sin darse cuenta, permite mover todo el cuerpo.

Literatura futbolera

Un famoso cuento de fontanarrosa habla de los jugadores de metegol

“Y aquí estoy. Como siempre. Bien tirado contra la raya. Abriendo la cancha. Y eso no me lo enseñó nadie. Son cosas que uno ya sabe solo. Y meter centros o ponerle al arco como venga. Para eso son los wines. No me vengan con eso de wing ‘ventilador’, o wing ‘mentiroso’, o las pelotas”...  Así empieza “Memorias de un wing derecho” (1985), el cuento de Roberto Fontanarrosa convertido en un clásico de la literatura futbolera, que inspiró a Juan José Campanella para la película: Metegol.

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