“Assassin’s Creed”: el presente de un asesino del pasado

Las fronteras entre los soportes se han hecho añicos hace tiempo. Si bien el cine siempre se nutrió en las novelas y cuentos y en una segunda etapa en propuestas de radio y de televisión, así como del más reciente salto de las páginas de los comic y de las viñetas a la pantalla grande, ya se hizo costumbre que el mundo de los videojuegos sean la base para la realización de películas.

La apuesta es transferir el éxito alcanzado entre el público joven que manipula los controles y decide el curso de la acción a la exposición de la historia en personajes de carne y hueso. Hasta ahora, esa aventura ha tenido diversas respuestas. La última apuesta se estrena hoy en el país y se llama “Assassin’s Creed”.

Todo gira alrededor de Callum Lynch (interpretado por Michael Fassbender), un preso que está a punto de ser ejecutado por diversos delitos. Pero tiene una opción para seguir vivo: enrolarse en la organización Abstergo, que dirige Alan Rikkin (Jeremy Irons), y someterse al tratamiento de volver a vidas pasadas a través de un rastreo a su ADN, para experimentar las aventuras de uno de sus antepasados.

Se trata del español Aguilar de Nehra, miembro de una hermandad secreta de asesinos que vivió durante el siglo XV, en pleno auge de la Inquisición católica. Como principal ayuda tendrá a Sophia Rikkin (la francesa Marion Cotillard, la misma protagonista de “Aliados”, el thriller de espionaje estrenado la semana pasada y que tuvo un rapidísimo y breve paso por las salas tucumanas).

Misiones en Europa y en Tierra Santa, enemigos por doquier, riesgos extremos, uso de armas y destrezas varias le permiten tomar conocimiento de la evolución de una peligrosa logia templaria que llega hasta el presente, y a la cual deberá enfrentar con sus nuevas herramientas. Por supuesto que todo entraña numerosos peligros.

Los guionistas encargados de pasar el relato de las consolas a la pantalla son Bill Collage (“Éxodo: Dioses y reyes”), Adam Cooper (“Un golpe de altura”) y Michael Lesslie (“Macbeth”), mientras que la dirección le fue confiada a Justin Kurzel.