La interna oficialista se coló en dos ciudades

La interna oficialista se coló en dos ciudades

Controvertida renovación de autoridades en los concejos de Monteros y de Famaillá

08 Noviembre 2016
El mapa político no sufrió cambios en dos ciudades del sur tucumano. Por el contrario, se profundizaron los conflictos políticos pese a que los presidentes de los Concejos Deliberantes de Monteros y de Famaillá lograron la reelección.

En Monteros juró nuevamente en la presidencia Stella Maris del Moral, acompañada por Carlos “Gurry” Guerra (vice primero) y Fernando “Nano” Olea (vice segundo). “Más allá de las cuestiones políticas tenemos que trabajar entre todos”, agradeció la concejal. “Gurry”, en la misma línea, brindó un mensaje de concertación: “esta es una gran familia, a veces tenemos discusiones y peleas pero siempre salimos adelante para tener un Monteros mejor”, subrayó.

Olea aprovechó la oportunidad para disparar dardos contra el macrismo: “el peronismo siempre está con los que menos tienen, este nuevo Gobierno nacional, con sus políticas neoliberales, nos tiene contra las cuerdas”, fustigó.

Tras el primer año de gestión en el Concejo, compuesto por 10 ediles, quedaron definidos dos espacios: el de Del Moral, Carlos Guerra, Fernando Olea, Francisco Garrido Buadas, Francisco Urueña y Diego Giménez, que responde al ministro de Gobierno Regino Amado; y el de Julio Chico, Gonzalo Racedo, Enrique Castaño y Juan Ruiz Moreno, que responden al legislador Juan Antonio Ruiz Olivares (motorizó el acople oficialista Acción Regional).

Chico bajó el tono a la disputa política: “vamos a acompañar a la conducción del Concejo; tenemos diferencias política, pero vamos a acompañar en todos sus actos”.

En Famaillá

En Famaillá, el concejal Julio Zavala, enrolado en las filas de la oposición peronista a la intendenta Patricia Lizárraga, logró la reelección en la Presidencia. En el recinto se vivirá una interna política y familiar: el concejal Diego Salim (hermano del ex legislador camporista Jesús Salim), había propuesto para la mesa a Zavala, a Mario Monteros de vice primero y a Natalí Orellana (hija del diputado José Orellana, sobrina de la intendenta) de vice segunda. La sesión había caído en una oportunidad, y la oposición acusó presiones de la Intendencia para que la presidencia quede en poder del edil Juan Alberto “Chuly” Villafañe y se excluya a la hija del mellizo Orellana.

Desde el espacio de los Salim, aseguran que en la comarca hay una pelea familiar abierta por la sucesión en la intendencia de 2019: el diputado José Orellana pretendería que su esposa, la legisladora Sandra Mendoza, se convierta en jefa municipal, mientras que el legislador Enrique Orellana buscaría la reelección de Lizárraga.

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