Ni los niños se salvan de los asaltos en Alderetes

Robos en escuelas, asaltos que de pronto se transforman en intentos de abuso sexual a plena luz del día, niños lastimados y asustados, venta de drogas, falta de respuestas de las autoridades. Todo eso -y más- denunciaron un grupo de vecinos de Alderetes que el martes a la noche se reunieron frente al Concejo Deliberante de la ciudad para exigir seguridad en las calles. Tan desesperados estaban que ese mismo día tomaron la escuela Divino Niño Jesús y no dejaron que se dictaran clases.

“Ya se cansaron de robar en la escuela. La cooperadora repone las cosas, pero no duran ni dos días. El intendente (Sergio Venegas) nos dijo que a él no le corresponde el tema de la seguridad, y es cierto, pero necesitamos que al menos vaya a golpear las manos en la Casa de Gobierno para pedir ayuda”, opinó José Rafael Villagra, mientras el resto de los congregados desplegaba una bandera que reza “vecinos unidos por un Alderetes mejor”. “Que quede claro, esta no es una cuestión política”, agregó.

A su lado estaban Silvia López y su hija, Jacqueline. Ese mismo día, según relataron a LA GACETA, fueron asaltadas al mediodía en Barrio Textil por dos hombres que se movilizaban en una moto. “Te vamos a pegar un tiro”, le dijeron a la más chica para asustarla. Pero eso no fue todo. “Después de que les di mi celular, uno de ellos se bajó, me estampó contra una pared y me quiso bajar los pantalones”, contó la joven de 20 años. Ante esta situación, madre e hija comenzaron a gritar pidiendo ayuda. Los agresores, al ver que llegaban vecinos a ayudarlas, huyeron. “No hay nadie que nos defienda”, lamentó Rubén Enrique López, esposo de Silvia y padre de Jacqueline.

Más allá de los experiencias que les tocó vivir y que todos querían contar, una de las manifestantes -Leticia Payes- trató de poner en contexto la situación: “Alderetes triplicó la cantidad de habitantes en pocos años, pero el número de policías es el mismo. No dan abasto”.

Adriana Herlán da testimonio de esta situación de una fuerza de seguridad desbordada. “El domingo asaltaron a mi hija, le pusieron un cuchillo a la altura de las costillas. Cuando fui a la comisaría había un sólo policía haciendo todo. Encima me pidió que volviera al otro día, porque en ese momento no tenían papel en la máquina”.

Pequeñas víctimas

La semana pasada, los padres de la escuela Fray Manuel Pérez entraron en pánico. Un desconocido tomó a una alumna de ocho años de la mano y la quiso secuestrar. “La llevó arrastrando hasta el portón. Ella le pegó un chirlo en la mano, se pudo escapar, y se escondió en el baño hasta que la encontró la maestra”, relató a LA GACETA Emilse Frías, la madre de la pequeña. Sin embargo, esa niña no es la única con miedo en Alderetes.

“En barrio Villa Nueva venden droga y siempre asaltan. Yo venía caminando con mi hija de siete años cuando me abordaron con una punta. Ella ya no quiere salir de la casa, está con psicólogo. Y yo estoy harta de esta situación”, advirtió Laura Jaime, quien luego contó otro caso. “El hijo de un amigo, un niño de cuatro años, estaba sentado en la vereda de su casa con un celular. Dos tipos intentaron sacárselo, pero el chiquito no lo quería entregar, así que le pincharon la mano con un cuchillo para que lo soltara”.