Cartas de lectores
22 Octubre 2016

El padre Juan

La Corte de Justicia citó a Alfredo Zecca para que identifique a los corruptos. Un verdadero apriete institucional, porque Zecca es el jefe de la Iglesia Católica. O sea que los dardos de la Justicia se dispararon contra la Iglesia de Cristo, por lo cual no puedo quedarme callado. En 2007 fui electo legislador, y antes de asumir fui citado por la Justicia por idéntico motivo. En una reunión de trabajo con los legisladores electos manifesté que “el problema de la seguridad radica en que los delincuentes entran por la puerta y salen por la ventana” o sea lo que hoy se da en llamar la “puerta giratoria”. Me reuní con los entonces Presidente de la Corte Alfredo Dato y el ministro Fiscal Antonio Gandur, respectivamente. Les indiqué quiénes eran los responsables, además de precisarles que se habían equivocado, puesto que el fiscal que usaron para citarme, era el mismo que mantuvo frenada durante siete años la investigación del crimen de Paulina Lebbos. Me respondieron que los fiscales estaban molestos con mis declaraciones. Resulta extraño que la Corte necesite que le señalen los corruptos, cuando en 2004 apareció publicado un libro de mi autoría “El festín de los caranchos”, que más que un libro es un verdadero sumario que identifica responsables y aporta datos y pruebas. Son 370 páginas que en 12 años no merecieron la atención de la Corte, que únicamente reacciona cuando se habla de la “puerta giratoria”. Varios miembros de la Corte de Justicia pueden encontrar estampadas en los decretos de su propia designación, las firmas de los responsables de la situación actual, quienes instauraron la corrupción como un eje indispensable de su acción de gobierno. Aquí no se eliminó a un cura de Zecca, ni de Francisco; aquí se le quitó un sacerdote a Jesús, como ocurre en varias partes del mundo, sin que a los responsables se les mueva un pelo. Y se lo eliminó porque al cumplir con su deber molestaba a los codiciosos de poder y dinero que manejan esta provincia. Para actuar como un Poder Público, que defienda los intereses del pueblo, se necesita autoridad profesional, moral y política.

Renzo Cirnigliaro

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Nuevo Código Procesal Penal

Soy un ciudadano común de esta bendita tierra, jubilado con todos los inconvenientes habidos y por haber: pagando plus médico pese a lo dispuesto por el Subsidio de Salud, pagando plus a los abogados pese a que la Anses dice que no hay que hacerlo porque es la Anses la que pagará $1.250, a los acogidos por la Reparación Histórica; porque se ignora la ley de prioridad para atención en lugares públicos, también la ley de la espera en colas interminables, etcétera. Es así que también nos amargamos cuando algunos de nuestros representantes -¡cuándo no, los del partido de la justicia social!-, porque son mayoría -para nuestra desgracia- hacen un nuevo código penal con un llamativo artículo 25 para cubrirse de impunidad... cuando el presidente de la comisión consideraba: “... que el código vigente se ha convertido en un ejemplo de producción industrial de impunidad”. ¿? Como neófito en la materia, entiendo que el objetivo es impedir la impunidad para el resto de los mortales, pero no para quienes dictan el código, es decir, continuar con un privilegio más incluyendo inmunidades procesales para legisladores, magistrados judiciales, y funcionarios del PE, a contrapelo de lo que establece la Constitución Provincial, según manifestó un legislador de la oposición. Sería loable que el gobernador vetara el citado artículo o lo modificara, de tal forma en que todos los ciudadanos seamos iguales ante la ley.

Julio César Pérez

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Calle 23 N° 163

Villa Mariano Moreno


Caramelos para choferes

La “Fundación sí a la vida” inició una campaña de agradecimiento con un caramelo y tarjeta de reflexión a choferes de ómnibus que estacionen junto al cordón de la vereda. El código de Tránsito municipal establece: Art 252 - distancia entre vehículos al cordón de la acera: “tanto en el estacionamiento lineal simple como en el estacionamiento lineal doble, los vehículos deberán aparcar a una distancia no menor de 0,30 cm. del cordón de la acera, debiendo dejar entre ellos un espacio de 0,60 cm., aproximadamente, como mínimo”. Es común ver en paradas de ómnibus que no se respeta esta norma y se debe bajar a la calle para poder subir, ocasionando problemas por la altura del escalón de la unidad a la tercera edad, a enfermos o con capacidades especiales. Las leyes se hacen para ordenar la convivencia en una sociedad y para que todos las cumplan. De ese modo, se garantiza básicamente el funcionamiento armónico o, por lo menos, tolerable de una comunidad. Se invita a adherirse a la campaña a voluntarios, a quienes se les proveerá de caramelos y tarjetas.

Miguel Noguera

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