Apasionante recorrido por el siglo XIX argentino

Apasionante recorrido por el siglo XIX argentino

Personajes y hechos históricos abordados con sus ambigüedades y lagunas.

23 Octubre 2016

Un libro de historia también puede ser leído como una vieja fotografía. Personas que otrora miraban a la cámara, enseres que dejaron de usarse, costumbres que el tiempo aniquiló y palabras que resistieron (por ejemplo chancleta) y que llegaron porque en el pasado, como en el presente, la brutal diferencia de clase se mantiene, y todo indica que llegó para perpetuarse. Las mujeres ricas usaban zapatos con hilado de plata y de oro, los pobres andaban descalzos o con zapatos regalados que si no entraban en el talle se usaban como chancletas. Estas son algunas de las costumbres que describe la periodista Luciana Sabina en Héroes y Villanos.

Un libro ameno e inquietante. El primer adjetivo alude a la manera en que Sabina retrata las costumbres de la época, apoyándose en los escritos exhaustivos de Mariquita Sánchez de Thompson, quien documenta su padecimiento cuando evitó desposar al hombre asignado por su familia, porque ella quería a su primo Martín Thompson. Ambos se ampararon en el código que daba poder al virrey para permitir matrimonios obstaculizados por los padres. Desde los 14 hasta los 17 años, Sánchez enfrentó a su madre judicialmente hasta que obtuvo la dispensa de Rafael de Sobremonte para casarse. Ser mujer era una desventaja y primaba más el juicio de un hombre que la belleza y la juventud. No por casualidad acudían a refugiarse tantas mujeres en los conventos.

El segundo adjetivo –inquietante- surge de una serie de planteos, dudas, ambigüedades, cuestiones que jamás quedarán zanjadas, y que cada historia, de acuerdo a las distintas caracterizaciones ideológicas, intentará llevar agua para su molino. Los personajes son estudiados no de manera plana sino en sus contradicciones y ambigüedades: ¿Qué motivó a Sobremonte a huir con el tesoro de la Colonia tras la llegada de los ingleses? ¿Liniers fue el héroe de la resistencia o se ganó el trágico final infligido por los revolucionarios? ¿Verdaderamente Moreno fue asesinado en altamar, o murió como consecuencia de un error en la dosis de un medicamento indicado para curarlo? ¿Cuál fue el motivo real del fusilamiento de Dorrego? Numerosas preguntas llevarán al lector a evitar una mirada señera de la historia; más bien podrá verla como una fotografía o una vieja postal, de esas que conservan un relato en el dorso, esas historias que revelan los padecimientos de las mujeres de entonces y que hoy se leen como si fuese la travesura de un niño.

Un libro apasionante que se dejará leer como una novela.

© LA GACETA

Marcos Rozenzvaig

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