03 Octubre 2016
Imagen ilustrativa. FOTO TOMADA DE PERFIL.COM.-
CHINA.- Científicos chinos, de la Universidad de Chongqing, desarrollaron un nuevo tipo de tejido, capaz de gener electricidad y alimentar pequeños aparatos a partir del movimiento y de la luz solar, según informa ABC.
El mimsmo esta fabricado con fibras de poliéster combinadas con una capa de metal y semiconductores para captar y almacenar la energía, además de células solares y generadores nanométricos incrustados y es muy fino, con un grosor de apenas 0,32 milímetros.
La composición de este tejido permiten que un trozo de cinco centímetros de largo y cuatro de ancho pueda generar energía suficiente para cargar un celular o mantener en funcionamiento un reloj de muñeca con un movimiento constante y en momentos de suficiente luz.
"El tejido es seguro para el cuerpo humano", explicó Fan Xing, profesor de ingeniería química de la Universidad de Chongqing, que junto con científicos del Instituto Tecnológico de Georgia (EEUU) y publicaron sus resultados en la revista científica Nature Energy de este mes.
Sin embargo aún quedan pruebas por realizar, como ser cuánto dura esa función en el tejido, aunque ya comprobaron que puede doblarse 500 veces sin perder su efectividad.
CHINA.- Científicos chinos de la Universidad de Chongqing desarrollaron un nuevo tipo de tejido,capaz de generar electricidad y alimentar pequeños aparatos a partir del movimiento y de la luz solar, según informa ABC.
Esta fabricado con fibras de poliéster combinadas con una capa de metal y semiconductores para captar y almacenar la energía, además de células solares y generadores nanométricos incrustados. Es muy fino: su grosor es de apenas 0,32 milímetros.
La composición de este tejido permite que un trozo de cinco centímetros de largo y cuatro de ancho pueda generar energía suficiente para cargar un celular o mantener en funcionamiento un reloj de muñeca con un movimiento constante y en momentos de suficiente luz.
"El tejido es seguro para el cuerpo humano", explicó Fan Xing, profesor de ingeniería química de la Universidad de Chongqing, que junto con científicos del Instituto Tecnológico de Georgia (EEUU), publicaron sus resultados en la revista científica Nature Energy de este mes.
Sin embargo aún quedan pruebas por realizar: una de ellas es determinar cuánto dura esa función en el tejido.
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