Insultos y agravios en otro día del juicio político contra Dilma

Insultos y agravios en otro día del juicio político contra Dilma

La sesión de ayer de la Cámara Alta fue suspendida dos horas por agresiones verbales Opositores y oficialistas chocaron nuevamente, con con graves acusaciones. “Esto es un manicomio”, dijo uno de los acusadores

DESINTELIGENCIAS. Senadores y senadores tratan de ponerse de acuerdo en cómo desarrollar el debate. Reuters DESINTELIGENCIAS. Senadores y senadores tratan de ponerse de acuerdo en cómo desarrollar el debate. Reuters
27 Agosto 2016
BRASILIA.- El juicio político final (impeachment) contra la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se retrasó ayer debido a varios tumultos e intercambios de afrentas entre legisladores opositores y leales a la mandataria en el Senado. Se trata de una señal de que la votación final prevista para el miércoles por la mañana estará cargada de tensiones.

El presidente del Tribunal Supremo brasileño, Ricardo Lewandowski, que tiene a su cargo el juicio, decidió suspender temporalmente la sesión antes del mediodía debido a las tensiones en la Cámara Alta durante el segundo día del proceso.

El plenario, que abrió el jueves las deliberaciones, debe decidir la próxima semana sobre la destitución definitiva de Rousseff.

El presidente del Senado, el opositor de Rousseff, Renan Calheiros, llegó a hablar de una “demostración de que la estupidez es infinita” en alusión a sus adversarios políticos, a los que culpó de convertir la sala en un “manicomio”.

Un senador del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, Lindbergh Farias, acusó por su parte a un opositor de “cobardía” por imputar presuntos delitos a una de sus correligionarias en el pleno.

El juez Lewandowski ordenó en varias ocasiones apagar los micrófonos por los cruces de insultos entre los senadores.

Los 81 legisladores votarán previsiblemente en la madrugada del martes sobre el impeachment de Rousseff, como se conoce al proceso en Brasil. Todo indica que la oposición alcanzará la mayoría de dos tercios necesaria para destituir a la jefa de Estado, suspendida de sus funciones desde el 12 de mayo. Rousseff es acusada de manipular las cuentas públicas para ocultar el déficit fiscal del Estado. Sus partidarios acusan a la oposición de usar esas irregularidades como excusa para consumar un “golpe” y defenestrar de forma ilegítima a una presidenta electa democráticamente.

Los primeros días del juicio se centran en la presentación de testigos. Rousseff comparecerá el lunes personalmente en el Senado para asumir su defensa.

La caída

La mandataria fue reelecta en 2014, para un segundo mandato de cuatro años. La caída política de la primera presidenta mujer de Brasil se empezó a concretar sobre todo en marzo, después de que su principal socio de Gobierno, el centroderechista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) le volviera la espalda y apoyara el proceso de destitución.

Dilma acusa a su vicepresidente y actual jefe de Estado interino, Michel Temer, de “traidor”.

Temer asumiría la Presidencia de forma permanente hasta las elecciones de 2018, en caso de que Rousseff sea destituida la próxima semana.

El controvertido juicio contra Dilma Rousseff está enmarcado en varios escándalos de corrupción que salpican prácticamente a toda la clase política y en una dura crisis económica en la primera economía de América latina. (DPA-Reuters)

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