Por LA GACETA
23 Agosto 2016
Forman parte del paisaje de invierno. Podrían ser una atracción turística ya que constituyen una pieza de nuestra industria madre. Pero su mala fama las asocia con el peligro, la irresponsabilidad y la muerte. Las rastras cañeras suelen ser protagonistas de accidentes viales. En nuestra edición del sábado, informamos que un motociclista había muerto y otro se hallaba grave, tras haber chocado contra una rastra cañera cerca de Famaillá. El percance había ocurrido el viernes a las 7.30 en la ruta N° 301 en las proximidades de la localidad de La Montañita.
Un grupo de vecinos le avisó a la Policía que una rastra circulaba con una motocicleta incrustada en el último carro helvético cargado con caña, de los varios que tiraba un tractor. Los agentes le avisaron al conductor lo que había acontecido. Luego encontraron a poco más de un kilómetro otra moto tirada en el piso y a dos jóvenes esparcidos sobre la ruta. Según se informó, el vehículo no habría contado con los sistemas de iluminación obligatorios. El jefe de la Unidad Regional Sur dijo que la Policía Vial controla las rutas todos los días, que se diagraman operativos y que reciben apoyo de las comisarías de la zona. Agregó que el personal de las distintas dependencias policiales tiene la orden de detener a todos los vehículos que estén transitando con algún tipo de irregularidad. “Los mayores problemas se producen en las madrugadas de los fines de semana. Los conductores, en la mayoría de los casos, son jóvenes que no miden el peligro”, afirmó.
Este, por cierto, no es el primer accidente protagonizado por una rastra en lo que va del año. El 29 de junio pasado, un ómnibus de la empresa Andesmar, que se dirigía a Córdoba, embistió durante la tarde a una rastra en la ruta 9, en la entrada a Santa Rosa de Leales; solo hubo heridos de distintas consideraciones. El 22 de julio, un motociclista, de 26 años, murió luego de chocar de frente contra una rastra cerca de la localidad de Arcadia. El 23 de julio, un auto fue arrasado por un camión que transportaba caña, que quedó volcado sobre el pavimento con su carga esparcida por el suelo cerca de Monteros. Los cuatro ocupantes del automóvil resultaron heridos. El 6 de agosto, un hombre chocó con su moto de frente contra un camión, a pocos metros del río Caspinchango (Famaillá) y murió en el acto. Hace poco más de una semana, un hombre de 46 años falleció cerca de Aguilares, tras embestir de frente con su camioneta a un camión cañero. La víctima llevaba cinturón de seguridad y pese a que se activaron los airbags, perdió la vida.
Los siniestros viales en la época de la zafra, en los que participan rastras cañeras, suceden año a año desde hace mucho tiempo. En algunas ocasiones, las autoridades han señalado hay conductores que eluden los controles. Cabría preguntarse por qué no se instalan controles en las entradas de los ingenios para verificar que los vehículos cumplan con la normativa vigente. ¿El personal policial no da abasto para inspeccionar los vehículos en quince fábricas? Si se efectuara un censo de rastras que indicara además quiénes son los propietarios y el trayecto que realizan, se podría hacer entonces una inspección al iniciarse la zafra y luego un seguimiento de estos vehículos. Las infracciones deberían sancionarse con el máximo rigor. La vida es el don más preciado de las personas, sería positivo que las autoridades trabajaran con mayor ahínco en función de ello.
Un grupo de vecinos le avisó a la Policía que una rastra circulaba con una motocicleta incrustada en el último carro helvético cargado con caña, de los varios que tiraba un tractor. Los agentes le avisaron al conductor lo que había acontecido. Luego encontraron a poco más de un kilómetro otra moto tirada en el piso y a dos jóvenes esparcidos sobre la ruta. Según se informó, el vehículo no habría contado con los sistemas de iluminación obligatorios. El jefe de la Unidad Regional Sur dijo que la Policía Vial controla las rutas todos los días, que se diagraman operativos y que reciben apoyo de las comisarías de la zona. Agregó que el personal de las distintas dependencias policiales tiene la orden de detener a todos los vehículos que estén transitando con algún tipo de irregularidad. “Los mayores problemas se producen en las madrugadas de los fines de semana. Los conductores, en la mayoría de los casos, son jóvenes que no miden el peligro”, afirmó.
Este, por cierto, no es el primer accidente protagonizado por una rastra en lo que va del año. El 29 de junio pasado, un ómnibus de la empresa Andesmar, que se dirigía a Córdoba, embistió durante la tarde a una rastra en la ruta 9, en la entrada a Santa Rosa de Leales; solo hubo heridos de distintas consideraciones. El 22 de julio, un motociclista, de 26 años, murió luego de chocar de frente contra una rastra cerca de la localidad de Arcadia. El 23 de julio, un auto fue arrasado por un camión que transportaba caña, que quedó volcado sobre el pavimento con su carga esparcida por el suelo cerca de Monteros. Los cuatro ocupantes del automóvil resultaron heridos. El 6 de agosto, un hombre chocó con su moto de frente contra un camión, a pocos metros del río Caspinchango (Famaillá) y murió en el acto. Hace poco más de una semana, un hombre de 46 años falleció cerca de Aguilares, tras embestir de frente con su camioneta a un camión cañero. La víctima llevaba cinturón de seguridad y pese a que se activaron los airbags, perdió la vida.
Los siniestros viales en la época de la zafra, en los que participan rastras cañeras, suceden año a año desde hace mucho tiempo. En algunas ocasiones, las autoridades han señalado hay conductores que eluden los controles. Cabría preguntarse por qué no se instalan controles en las entradas de los ingenios para verificar que los vehículos cumplan con la normativa vigente. ¿El personal policial no da abasto para inspeccionar los vehículos en quince fábricas? Si se efectuara un censo de rastras que indicara además quiénes son los propietarios y el trayecto que realizan, se podría hacer entonces una inspección al iniciarse la zafra y luego un seguimiento de estos vehículos. Las infracciones deberían sancionarse con el máximo rigor. La vida es el don más preciado de las personas, sería positivo que las autoridades trabajaran con mayor ahínco en función de ello.
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