La lectura tiene una historia

La lectura tiene una historia

21 Agosto 2016

Honoria Zelaya de Nader - Para LA GACETA - Tucumán

A nosotros, los lectores de hoy amenazados con la desaparición del libro, nos quedan por resolver ciertas cuestiones centrales: ¿Comienza con la escritura la relación saludable del niño con el libro? ¿Padres, docentes y animadores culturales conocemos los fundamentos de la literatura infantil? ¿Es posible transmitir algo si uno no cree en su valor? ¿Cómo se forma un lector literario? Posiblemente este último tema sea el demandante crucial.

No en vano, en los no pocos años que llevo de inclaudicable relación con las palabras muchas veces me han interrogado acerca de cómo hacer para que un niño lea. Qué estrategias utilizar. La respuesta siempre ha sido hablar con el niño desde la cuna. Luego, abrigarlos con libros que ayuden a saber que las imágenes y las palabras son representativas del mundo.

Ocurre que el proceso de formación del lector literario exige etapas. Ya Platón cuestionaba la escritura por considerar que desplazaba la interioridad. Asímismo, voces milenarias espejan el decurso del tema, según veremos. Cierto día, un joven monje zen visitó a su maestro para saber dónde estaba la entrada al camino de la sabiduría. La respuesta fue la siguiente: ¿Oyes el murmullo del arroyo? ¿Sos capaz de entender todo lo que dice? Pues allí está la entrada.

Hoy, ¿somos capaces (al margen de poder escuchar) de leer y comprender esos “susurros” que ayudan a descubrir “la entrada” cuando de las 90.000 palabras que conforman nuestro idioma sólo 4.000 son usadas por los adultos y unas 200 por los jóvenes?

Hablar es poder oír y leer el murmullo de los arroyos. Es comprender. Es construirnos a nosotros mismos. Bienvenidas las campañas lectoras, las sugerencias de títulos y autores pero a partir de secuencias lógicas.

Abriguemos a nuestros niños con palabras y luego no temamos que abandonen las letras porque siempre será aquel que aprendió a dialogar con el murmullo del arroyo.

Las palabras descienden de las palabras y los libros de los libros.

© LA GACETA

Honoria Zelaya de Nader - Miembro de de la Academia Argentina de Literatura Infantil.

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