31 Julio 2016
Ya son tres los menores de 15 años que quedaron involucrados en crímenes
Los acusados, al ser inimputables, no enfrentarán un Tribunal por los violentos delitos que cometieron. Dos adolescentes demostraron saber manejar armas de fuego de alto poder. Hijos de hombres peligrosos. La increíble historia de la chica que actuó de entregadora
EN PLENA INVESTIGACIÓN. Los policías revisan la zona donde Isaías disparó su arma nueve milímetros. la gaceta / foto de josé nuno
Isaías, de apenas 15 años, se detuvo en una moto en la esquina de Ejército del Norte y Chile, el viernes al mediodía. Esperó pacientemente y disparó tres veces su arma nueve milímetros. Los proyectiles impactaron en el cuerpo de Luis Ezequiel Navarro, que murió horas después. El supuesto homicida es inimputable, por lo que nunca enfrentará un Tribunal.
Los investigadores se sorprendieron cuando sus familiares le mostraron el acta de nacimiento. No se asombraron por su edad, sino porque este es el tercer crimen en lo que va del año en que un menor de 15 años aparece involucrado.
Esta trágica historia comenzó a escribirse el 27 de marzo. Ese día fueron heridos Leandro Frías -murió en el acto- e Iván Reyes -falleció luego de semanas de agonía-. En el caso estuvo involucrada una adolescente que cambió una fiesta de 15 por pasear por los pasillos de Tribunales.
La chica, según las actuaciones judiciales, había citado a Frías, su ex novio, a un encuentro en el puente de Los Suspiros. Allí fue con su actual pareja y con un amigo, y entre los tres los recibieron a balazos limpios.
Los acusados, por pedido del fiscal Arnoldo Suasnábar, se encuentran detenidos esperando ser enjuiciados. La adolescente nunca quedó imputada en la causa. Ni siquiera fue internada en un instituto de menores.
“No puedo recuperarme del dolor que significó haber perdido un hijo. Y ella sigue subiendo fotos a Facebook como si nada malo hubiera pasado. Las leyes tienen que cambiar”, se quejó Josefa Maniscalco, la madre de Frías.
El 18 de abril, en el sur de la ciudad, un menor de 15 años acabó con la vida de Sergio Santiago Hernández al dispararle con un arma de fuego que, según declaró ante la Justicia, la compró días antes de cometer el crimen.
El adolescente, ante la Justicia, dijo que era víctima de bullying. Que Hernández siempre lo amenazaba y molestaba hasta que un día se cansó y decidió ponerle punto final. La Justicia ordenó que sea alojado en el Instituto Roca después de haberse entregado. Pero allí no duró ni 24 horas. Un juez de Menores ordenó que fuera entregado al cuidado de sus padres.
Perfil y algo más
“Estos chicos son muy violentos. Ya son varios los casos de homicidios en lo que están involucrados menores”, aseguró el comisario Hugo Cabezas, jefe de la División Homicidios.
El comisario Martín Galván, jefe de la Unidad Regional Capital, donde se produjeron estos tres crímenes, se puso serio a la hora de opinar sobre la situación. “La familia está en crisis. Ni el padre ni la madre cumplen con sus roles, en muchos casos, porque están trabajando todo el tiempo. Los hijos pasan a ser controlados por supuestos amigos que los guían a las adicciones”, expresó.
Galván pintó un panorama oscuro. “Están creciendo la participación de menores en los hechos más violentos. En esta situación también tiene mucho que ver que muchos tienen parientes con antecedentes”, explicó.
El comisario, en ese sentido, no se equivocó. Isaías, es hijo del “Mono”, un hombre con antecedentes. En el negocio de su padre, durante un operativo, se secuestraron cuatro kilos de marihuana y cuatro pistolas nueve milímetros. Una de ese calibre habría utilizado el menor para acabar con la vida de Navarro.
El otro adolescente que fue liberado es hijo de uno de los líderes de “Los 30”, banda que está sospechada de dedicarse al narcomenudeo en el sur de la capital.
“Ellos crecieron en medio de allanamientos porque sus padres tuvieron problemas con la Ley en varias oportunidades. También, desde muy pequeños, conocieron lo que es un arma de fuego. Por eso son, entre otras cosas, expertos tiradores”, concluyó Cabezas.
Los investigadores se sorprendieron cuando sus familiares le mostraron el acta de nacimiento. No se asombraron por su edad, sino porque este es el tercer crimen en lo que va del año en que un menor de 15 años aparece involucrado.
Esta trágica historia comenzó a escribirse el 27 de marzo. Ese día fueron heridos Leandro Frías -murió en el acto- e Iván Reyes -falleció luego de semanas de agonía-. En el caso estuvo involucrada una adolescente que cambió una fiesta de 15 por pasear por los pasillos de Tribunales.
La chica, según las actuaciones judiciales, había citado a Frías, su ex novio, a un encuentro en el puente de Los Suspiros. Allí fue con su actual pareja y con un amigo, y entre los tres los recibieron a balazos limpios.
Los acusados, por pedido del fiscal Arnoldo Suasnábar, se encuentran detenidos esperando ser enjuiciados. La adolescente nunca quedó imputada en la causa. Ni siquiera fue internada en un instituto de menores.
“No puedo recuperarme del dolor que significó haber perdido un hijo. Y ella sigue subiendo fotos a Facebook como si nada malo hubiera pasado. Las leyes tienen que cambiar”, se quejó Josefa Maniscalco, la madre de Frías.
El 18 de abril, en el sur de la ciudad, un menor de 15 años acabó con la vida de Sergio Santiago Hernández al dispararle con un arma de fuego que, según declaró ante la Justicia, la compró días antes de cometer el crimen.
El adolescente, ante la Justicia, dijo que era víctima de bullying. Que Hernández siempre lo amenazaba y molestaba hasta que un día se cansó y decidió ponerle punto final. La Justicia ordenó que sea alojado en el Instituto Roca después de haberse entregado. Pero allí no duró ni 24 horas. Un juez de Menores ordenó que fuera entregado al cuidado de sus padres.
Perfil y algo más
“Estos chicos son muy violentos. Ya son varios los casos de homicidios en lo que están involucrados menores”, aseguró el comisario Hugo Cabezas, jefe de la División Homicidios.
El comisario Martín Galván, jefe de la Unidad Regional Capital, donde se produjeron estos tres crímenes, se puso serio a la hora de opinar sobre la situación. “La familia está en crisis. Ni el padre ni la madre cumplen con sus roles, en muchos casos, porque están trabajando todo el tiempo. Los hijos pasan a ser controlados por supuestos amigos que los guían a las adicciones”, expresó.
Galván pintó un panorama oscuro. “Están creciendo la participación de menores en los hechos más violentos. En esta situación también tiene mucho que ver que muchos tienen parientes con antecedentes”, explicó.
El comisario, en ese sentido, no se equivocó. Isaías, es hijo del “Mono”, un hombre con antecedentes. En el negocio de su padre, durante un operativo, se secuestraron cuatro kilos de marihuana y cuatro pistolas nueve milímetros. Una de ese calibre habría utilizado el menor para acabar con la vida de Navarro.
El otro adolescente que fue liberado es hijo de uno de los líderes de “Los 30”, banda que está sospechada de dedicarse al narcomenudeo en el sur de la capital.
“Ellos crecieron en medio de allanamientos porque sus padres tuvieron problemas con la Ley en varias oportunidades. También, desde muy pequeños, conocieron lo que es un arma de fuego. Por eso son, entre otras cosas, expertos tiradores”, concluyó Cabezas.
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