El Bicentenario estrena su cantata sinfónico coral

El Bicentenario estrena su cantata sinfónico coral

Esta tarde en Yerba Buena, y mañana en el Teatro San Martín, tendrá lugar un concierto sinfónico coral a cargo de la Orquesta Estable de la Provincia, conducida por Jeff Manookian, junto a nueve coros vocacionales. Se estrenará la Cantata “Meditación”, de Alberto Balzanelli, bajo su dirección.

MASIVIDAD. La Orquesta Estable avanza sobre la platea en escenario extendido, y las tarimas parecen no alcanzar para ubicar tantos coreutas en uno de los ensayos en el Teatro San Martín, con Balzanelli en la conducción.   la gaceta / fotos de inés quinteros orio MASIVIDAD. La Orquesta Estable avanza sobre la platea en escenario extendido, y las tarimas parecen no alcanzar para ubicar tantos coreutas en uno de los ensayos en el Teatro San Martín, con Balzanelli en la conducción. la gaceta / fotos de inés quinteros orio
30 Julio 2016

El Bicentenario se sigue celebrando con música, como la que sonará esta tarde y mañana, con muchas voces y orquesta sinfónica. La idea partió de la filial Tucumán de Adicora (Asociación de Directores de Coros de la República Argentina) que preside Miriam Gómez, en consenso con la Municipalidad de Yerba Buena y el Ente Cultural Tucumán. 

La propuesta es ambiciosa: pantallas gigantes y cientos de artistas en escena, con el estreno mundial de la obra “Meditación ante el soldado desconocido de la Independencia”, que el compositor argentino Alberto Balzanelli escribió especialmente para la ocasión.

En el escenario estarán varios coros tucumanos, uno jujeño, y la Orquesta Estable de la Provincia. En la dirección general actuarán Jeff Manookian y Balzanelli. El primer concierto será esta tarde en la Casa de la Cultura de Yerba Buena y el segundo, mañana, en el Teatro San Martín.

Con el compositor

Habla en la entrevista como cuando dirige el ensayo. Balzanelli es tan preciso en sus conceptos como con la batuta, pleno de matices expresivos y de comparaciones tomadas de la historia de la gran música. Es humilde, exigente y, al mismo tiempo, muy gracioso.

“La obra es una cantata para coro y orquesta. Las condiciones para componerla eran que no requiriera solista y que no sea de mucha dificultad porque estaba destinada a coros vocacionales. Elegí un hermoso poema de Francisco Luis Bernárdez (1900-1978), ‘Meditación ante la tumba del soldado desconocido de la Independencia’. La terminé el 12 de noviembre de 2015”, relata.

- ¿Cómo surge la inspiración para componer música?

- La creación musical sigue siendo un misterio. Por algo la música no forma parte de los tratados de historia del arte. El misterio consiste en que no existe hasta que se ejecuta: necesita un intérprete. Ves un cuadro directamente, lo mismo que un libro. No así la música, por eso es un arte tan social y tan especial. En cuanto a la creación, nadie sabe cuánto hay de inspiración, de invención -el ars inveniendin-, y cuánto de oficio y de trabajo. Bach decía que era también encontrar. A Beethoven le preguntaron cómo hacía para componer. “Salgo a caminar por los bosques de Viena, y en algún momento la música aparece”, respondió. Yo camino por las callecitas de Haedo, un pueblo de la provincia de Buenos Aires donde vivo, y compongo sin piano. Enamorarse de la poesía y memorizarla ayuda a que aparezca la música, al menos el tema original.

- ¿Cómo es la cantata musicalmente?

- Aparte del poema de Bernárdez, tomé como fuentes seis vidalas y bagualas: cuatro de Tucumán, una de Catamarca y una de San Juan. Son temas genuinos recopilados por Isabel Aretz, nuestra gran musicóloga, los cuales fui trabajando. Al final uso algunos cantos de pájaros que transcribí musicalmente. Hacia el cierre las quenas hacen el canto de la perdiz -que canta a dúo, en cuartas paralelas, el macho y la hembra-; una tórtola y el macá grande. Es lo que en música se llama relación texto-música: tratamos de que lo que dice el texto se refleje en la música. Esa es la misión del compositor. Lo otro es hacer música que se pueda cantar, que es más sencilla que la que implica gran dificultad para coros y orquesta, y no da lugar a que la gente goce.

- ¿Por qué con su larga trayectoria sigue trabajando con tanta intensidad?

- La música es mi modus vivendi, no desde el punto de vista económico sino desde mi necesidad emocional. Me pueden quitar muchas cosas, pero mientras pueda seguiré haciendo música. Me retiré en diciembre de 2008 del Teatro Colón, después de 43 años de actividad. Ahora mi principal actividad es la composición. Dirijo solo por invitación. También doy clases magistrales y dicto talleres de dirección porque me parece que todo lo que hemos aprendido crea la obligación moral de dárselo a los jóvenes. Además, yo sigo aprendiendo, porque se aprende mucho de quienes uno supone que saben menos que uno. Los coros -incluso vocacionales- a veces resuelven cosas que a lo mejor al director no se le ocurrieron. Hay que ser humilde en el traspaso. Es una enseñanza mutua. Ensayos como los de estos días a uno lo mantienen vivo. Y está la gratificación de dirigir una obra que uno ha compuesto.

- ¿Qué siente cuando escucha su propia obra interpretada?

- Son situaciones distintas, según sea que la dirige otro director o uno mismo. Escuchar la obra propia bien interpretada es también otro misterio, y es emocionante: el compositor hace indicaciones en la partitura, pero cada director le da su impronta, su velocidad, su expresión. Después de compuesta la obra pasa a ser de los intérpretes.

- ¿Qué importancia les da a sus obras premiadas?

- Muchas están en un cajón hace años, y nadie las ejecuta, aun algunas con las que he ganado premios. Sin embargo otras, que no han sido premiadas, como el Crux Fidelis (un motete basado en un canto gregoriano de Venancio Fortunato) forma parte de festivales, concursos y talleres. Es muy relativo lo de los premios. Lo que importa es que la música trascienda y se disfrute. La Novena de Beethoven nunca fue premiada y es la obra más interpretada del mundo.

- ¿Qué quiere dejar a los músicos en formación?

- Me formé en los coros amateurs de niño y en la actividad profesional estuve 40 años entre sinfónicos corales, óperas y en las grandes obras. Todo este bagaje del Colón, por haber trabajado con grandes cantantes, músicos y directores en obras inmortales, sé que ayuda en los ensayos. No hay que guardarse lo que uno sabe porque, si un maestro no dice todo lo que sabe, el que está enfrente, si es capaz e inteligente, lo va a descubrir solo. Y al revés: si un maestro ofrece todo lo que sabe pero el alumno no absorbe, tampoco va a llegar a nada. Por eso creo que no hay buenos maestros; hay buenos alumnos. Bach no tuvo maestros de armonía, contrapunto, fuga o composición; solo un hermano le enseñó un poco a tocar el clave. Estudió copiando de otros músicos. Es el más grande autodidacto de todos los tiempos. Y el más grande músico que ha dado la humanidad.

Qué se escuchará

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 El programa se integra, entre otros temas, con “Luna tucumana”, en arreglo de Víctor Juárez; “La olvidada”, de Atahualpa Yupanqui, en arreglo de Juan “Popi” Quintero; “Carnavalito navideño”, de Enrique Albano; “Marcha de la Independencia”, de Víctor Juárez, y “Meditación”, de Alberto Balzanelli. También se interpretarán el Himno Nacional Argentino y “Aurora”.

Autores tucumanos.- “Un trabajo arduo, sobre todo por la obra de lenguaje contemporáneo. Por otro lado, muy pocas veces en Tucumán se asiste a un sinfónico coral con música de autores tucumanos”. Maestra Miriam Gómez.

Histórico.- “Es un concierto histórico, por la trascendencia del evento y por la calidad del compositor. Desde el punto de vista de los coros, para Adicora la importancia radica en que se gesta un proyecto de gran envergadura que se va a hacer en distintos puntos del país”. Maestro Ricardo Steinsleger

Emocionante.- “Es una experiencia muy emocionante para todos. Es un incentivo muy grande para el flamante Coro de la Ciudad (de San Miguel de Tucumán)”. Maestra Eva Alonso.

Un espacio de encuentro.- “Es una experiencia muy valiosa por la obra que se estrena y por el director invitado, quien además es el compositor. Pero es también muy importante por el trabajo en conjunto de los coros y de Adicora, que desde hace años está aglutinando a la totalidad de los directores corales de Tucumán. Para mí, este es un espacio de encuentro productivo y positivo”. Maestro Juan Pablo Cadierno.

La mirada del alma.- “Es muy emocionante. No siempre se da la posibilidad de estrenar una obra, y menos de interpretarla en Tucumán junto al compositor. La mirada del alma que se puede percibir a través de esta experiencia es maravillosa para mí”. Maestra Mariana Stambole.

Música convocante.- “Este es, en los hechos, un hiperconcierto. Vamos a tener a casi 400 músicos en escena, y es algo que no creo que se haya visto antes en Tucumán. Tuvimos que extender al doble el escenario del teatro San Martín y tocar sin la cámara acústica para poder albergar a tantos cantantes. El repertorio es música bien convocante, totalmente adecuada para celebrar el Bicentenario”. Maestro Jeff Manookian.

Celebrar con música.- “Hermosa experiencia, propia del acontecimiento histórico. Qué mejor que celebrar estos 200 años de la Independencia de la mejor manera: haciendo música argentina en conjunto”. Maestro Bernardo Efrón.

Buena onda.- “En Adicora surgió la idea de armar algo importante en la sede de los actos del Bicentenario. Es un trabajo de muchas entidades. Gracias a Dios hay buena onda para trabajar juntos”. Maestro Mario Sánchez.

ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

 HOY: a las 17, en el predio de la Casa de la Cultura de Yerba Buena (Las Higueritas 1.850).
 MAÑANA: a las 19, en el Teatro San Martín (avenida Sarmiento y Muñecas). 

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