“El rally es una gran terapia”

“El rally es una gran terapia”

En su debut en el Rally Argentino, hizo una gran tarea en Tafí del Valle.

“El rally es una gran terapia”
29 Julio 2016
“A poco de terminada la carrera en Tafí del Valle, me sentía muy emocionado. Me había acompañado mi hermano Joaquín y varios amigos, pero mi papá no pudo ir porque está circunstancialmente en Buenos Aires atendiendo un problema de salud de mi mamá. Entonces me decidí a escribirle una carta, como las de antes, de puño y letra. Quería contarle de esa manera lo que me había pasado, lo que sentía. Y lo hice así porque lo que uno manifiesta en un papel queda para toda la vida. También recorté el artículo de LG Deportiva que hablaba sobre mí. Y escribí un cartelito: ‘espero que este sea el primero de muchos’. Yo estoy convencido de que así será.”

Enfundado en un inconfundible buzo antiflama amarillo y rojo, Juan Manuel Santos apenas si dejaba trasuntar en las frías tardes tafinistas su condición de piloto aguerrido, y en crecimiento. Claro, el que lo vio pasar por los caminos empezó a tomar nota de ello. Es que se trata de un aprendiz nivel avanzado. Y viene de dar un paso fundamental con vistas a su futuro.

A los 26 años, lo que logró en la prueba del Campeonato Argentino de Rally tuvo un doble mérito: debutar en el Nacional y llegar al final, en el 5° lugar. Dio inicio así a un sueño, el de hacer carrera en el automovilismo, amparado en una pasión que lo alcanzó siendo niño.

Dice la corta (e intensa) historia del piloto que se “enganchó” con el rally cuando su amigo y consejero, Tomás García Hamilton, lo llevó de acompañante en una prueba de Superprime en El Rodeo, Catamarca. “Lo que viví me dio vuelta la cabeza. Volví y le conté a papá que iba a empezar a correr. No le gustó demasiado, pero hoy se vuelvo loco cuando me ve correr, le encanta. Y yo me siento muy bien con eso.”

Santos dice que sin que nadie le diga nada, ni lo induzca a meterse en el mundo de los motores, él empezó con el asunto. “Me regalaban herramientas desde chico.” Con el tiempo armaba y desarmaba motores de karts y motos, buscando sus secretos. Después, empezó a practicar motocross. A ello se sumó otra actividad: asistir a las carreras del Provincial, del Nacional y del Mundial. “Me gustaba mucho la tierra. Mucho.”

Antes de que todo empezara a acelerarse en su vida, Juan Manuel estudió en distintos colegios (Boisdrom, Pablo Apóstol, Pucará) y luego empezó una inconclusa licenciatura, que quedó de lado por una cuestión laboral. A los 17 años armó un taller mecánico, que mantuvo un tiempo antes de vivir una experiencia que le abrió una huella: estuvo seis meses en Europa. “Había viajado con la intención de aprender inglés. Me instalé en un pueblito de Irlanda, Bray y seguí adelante con mi objetivo. Me fue muy bien, me valía por mí mismo, aprendí mucho e hice muchos amigos. Y aunque en un momento se me dio por el montañismo, lo del automovilismo seguía latente. Incluso, cuando podía, me iba a distintos autódromos. Visité Módena, Maranello, Mónaco. En Montmeló (Catalunya) llegué a manejar nueve tipos distintos de Ferrari. Fue una experiencia inolvidable”, asegura.

La condición de piloto puede hoy tanto como sus responsabilidades en la empresa familiar. “Trato de organizarme de la mejor manera posible”, asegura). También se hace un tiempo para los amigos (“los tengo futboleros, aunque yo no juego, y también están los locos por la carrera”). Pero los “fierros”, siempre los “fierros”, lo ponen en estado de levitación. “Mi expectativa es convertido en un piloto profesional. El plan es ir firme y seguro hacia esa meta. Pienso terminar el Campeonato Provincial y hacer alguna más del Nacional hasta finales de temporada. Y el objetivo es seguir un año más corriendo con el Subaru Impreza, bajo la órbita de la Compañía General de Rally. Eso sí, poniendo como prioridad al Argentino.”

- ¿Qué es el rally en tu vida?

- Voy a caer en un lugar común; es una pasión. Pero también es una gran terapia. Como le pasa a todos los pilotos, soy feliz arriba del auto. Si me me siento bajoneado por algún tema, pienso en las carreras y recobro la alegría.

- Se dice que lloraste como un niño cuando la carrera de Tafí estaba terminando...

- (Hace una pausa)... Sí, fue al final del segundo tramo. Estimo que fue por una combinación de situaciones. Un periodista intentó hacerme una nota y yo estaba emocionado. Me lloré todo.

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