“Algunos trabajaban por una miseria”

La discusión entre un funcionario y un concejal yerbabuenenses les produjo un dejo amargo a los políticos de esa ciudad. Ayer, entre malhumores y enojos, algunos de los involucrados volvieron a hablar al respecto, como el secretario de Comunicación y Gobierno Abierto, Pablo Macchiarola, quien junto al edil macrista Pedro Albornoz Piossek comparte cartel en esta gresca.

“El concejal aduce que no aprobará el presupuesto municipal porque hay nuevos nombramientos. Pero yo dije algo que es cierto: él nombró a su esposa”, reitera y se justifica el funcionario. El Concejo Deliberante de esa ciudad tenía previsto sesionar ayer, para aprobar -entre otros temas- el Proyecto de Presupuesto de Recursos y Gastos, enviado por el intendente Mariano Campero. Sin embargo, el debate se postergó, debido a la controversia.

Inicialmente, Albornoz Piossek había cuestionado el proyecto camperista porque -observó- se planeaba incrementar la planta de personal en 100 cargos. Ante eso, Macchiarola lo acusó de haber contratado a su mujer, Pamela Galetto, en su bloque. Después, llegaron unos expedientes a este diario, que verifican la contratación de la esposa en el bloque del PRO -primero- y en el ala radical de otro edil, Lucas Cerúsico -luego-. Además, cuando Galetto pasó a figurar como colaboradora en la Unión Cívica Radical, la pareja de Cerúsico fue designada en el PRO de Albornoz Piossek. El entredicho también rozó a Campero, pues un hermano suyo, Julio Campero, aparece nombrado en la delegación de San José.

Otro que se pronunció sobre el tema es el jefe de Gabinete, Manuel Courel. Y lo hizo para explicar cómo creen que se repartirá ese centenar de cargos previstos. Al igual que en la capital -dice-, la Municipalidad de Yerba Buena ha firmado, hace unos días, un convenio con la Nación, para convertirse en una unidad ejecutora del plan Argentina Trabaja. Esto significa que será intermediaria entre el Estado nacional y los beneficiarios. “Para eso, tenemos que armar una estructura”, prosiguió Courel.

La Dirección de Recursos Humanos, dijo, abrió una búsqueda laboral, en la que requieren graduados, como contadores y licenciados en administración de empresas y en comercialización. Una proporción de ese cupo ha sido usada, además, por una treintena de empleados que se encontraban con contrataciones irregulares durante la gestión anterior, de Daniel Toledo. “Había mujeres que trabajaban, dentro del municipio, por una miseria. Se les pagaban adicionales, o plata en negro. Nosotros iniciamos un proceso de blanqueo”, aseguró.

“La adecuación del municipio a las nuevas políticas nacionales nos ha exigido, también, la creación de nuevas direcciones, como modernización y empleo. Para beneficiarnos con los programas en los cuales estamos inscriptos, hemos tenido que cumplir varios requisitos. Debimos cambiar, por ejemplo, el organigrama obsoleto con el que nos encontramos. No ha habido una incorporación masiva de gente, sino una necesidad de adecuar el municipio”, cerró.