La plena libertad de la fusión

La plena libertad de la fusión

El bajista presenta “VO!”, su disco de jazz que estuvo ternado en los premios Gardel

ENTRE LAS CUERDAS. Daniel Maza tocó recientemente con Larry Carlton en una gira por Argentina y Brasil. lavoz.com.ar ENTRE LAS CUERDAS. Daniel Maza tocó recientemente con Larry Carlton en una gira por Argentina y Brasil. lavoz.com.ar
28 Julio 2016
ACTÚA HOY
• A las 21, en el Centro Cultural Virla de la UNT (25 de Mayo 265).

PERFIL
 
›Referente del sonido uruguayo 
Daniel Maza desarrolló su carrera entre su Uruguay natal (es de 1959) y la Argentina, siempre con la impronta de los sonidos de su país en fusión con el jazz, el tango y el folclore. Entre los discos en los que participó están las últimas dos producciones de Mercedes Sosa, “Cantora”, y “Tango del Este”, con los hermanos Fattoruso.

PERFIL

›Referente del sonido uruguayo 
Daniel Maza desarrolló su carrera entre su Uruguay natal (es de 1959) y la Argentina, siempre con la impronta de los sonidos de su país en fusión con el jazz, el tango y el folclore. Entre los discos en los que participó están las últimas dos producciones de Mercedes Sosa, “Cantora”, y “Tango del Este”, con los hermanos Fattoruso.

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Sus palabras se deslizan fuera de su boca como lo hacen sus dedos sobre las cuerdas del bajo. Daniel Maza se sorprende por las cosas que le pasan y las preguntas que le hacen los periodistas. “Hace poco, antes de un recital, la comida me había caído mal; pero subí a tocar y antes de los primeros cuatro compases, se me pasó todo. Esa es la maravilla de la música, pero uno tiene que ser honesto y no pretensioso con lo que hace para que a la gente le llegue”, resume.

El artista desembarca esta noche en el Virla, en el marco del 18º Julio Cultural, para presentar su nuevo disco “VO!”, junto a Agustín Chungo Roy en piano, Gabriel Corto Juncos en flauta y Fabián Miodownik en batería. “Fue nominado al premio Gardel como mejor álbum de jazz, quedamos entreverados en la rosca pero nos ganó el Pipi Piazzolla”, afirma y ríe sincero y sonoro, como si fuese una broma infantil.

- ¿Cómo define a “VO!”?

- Siempre dije que mis discos tienen muchas canciones, porque a mí me gustan. Pero este no tiene tantas, porque quería que tuviera más temas tocados, sobre todo de jazz, y con más fusión porque es el espacio donde mejor y más cómodo me siento. Aparecen temas de artistas que siento cercanos y que admiro como Litto Nebbia, Raúl Carnota, Eduardo Pinto y Dizzy Gillespie. También hay un bolero, porque me gusta cantar ese género. Si tuviera que definir lo que hago, es música con solos, porque me sale como a mí me gusta escucharla. No podría hacer un CD de un único estilo, disfruto igual un latin jazz, un samba, un cambombe, un baión o un funk.

- ¿Qué busca con este disco?

- Me encantaría que la gente salga corriendo por las calles gritando que lo quiere, que lo compre para regalar y, a su vez, esos otros busquen más discos, y que yo sea famoso como Diego Maradona, salvando las distancias claro. Pero me conformo con que lo escuchen y lo disfruten como yo al hacerlo. Me llena el alma que me quieran porque hago un CD.

- ¿La fusión dejó de ser vista como algo experimental para tener plena vigencia?

- Totalmente, es lo más libre que hay, te permite tener diálogos musicales con los otros artistas sobre el escenario y no saber qué va a pasar después ni con quién vas a interactuar. Hace pocos días estuvimos de gira por la Argentina y Brasil con el tremendo guitarrista Larry Carlton, capo del mundo del jazz y uno de los inventores de esa música, y realmente hace fusión. Me sentí muy cómodo, fue una experiencia maravillosa y todavía me sorprende haber estado sobre el escenario con un tipo que veía en los videos para tratar de copiarle algunas cosas, porque de todos se aprende, tanto de tocar como en las charlas.

- ¿Ese diálogo artístico lo sintió también con Mercedes Sosa o con Raúl Carnota, con quienes tocó?

- Sí, es el regalo que me hace la música de poder tocar con personas tan grosas como ellos, y muchos otros. De Mercedes aprendí los matices y con Carnota, además, éramos amigos. También fue así con Rubén Juárez en tango, que era un gran improvisador con el bandoneón. Siempre me sorprende para dónde me lleva lo que hago, y me pone muy feliz.

- Usted habla de escuchar, no sólo de tocar. ¿Las nuevas generaciones lo están aprendiendo?

- Sí, hay unos gurises que son muy buenos músicos y que tienen un lenguaje increíble con sus compañeros. Seguro que también hay excepciones, esos músicos que tocan sin escuchar al compañero.

- ¿Cuándo lo aprendió?

- Cuando comencé a tocar en el trío con Hugo y Osvaldo Fattoruso, que era como ir arriba de una alfombra. Me sacudió el piso estar con ellos. Me decía: “tengo que tocar bien porque ellos me están escuchando”. Al principio fueron nervios, pero luego vino la tranquilidad de saber que estaban aprobando lo que hacía. Cuando los conocí a fondo, vi su humildad, su sencillez y su paz.

- ¿Cuál fue la mayor enseñanza de los hermanos Fattoruso?

- Una vez me quejaba de un tema, y Hugo me dice: “Maza, la música no es difícil, es un acorde detrás del otro; más fácil que eso no hay” (ríe). Eso me simplificó las cosas. Sigo tocando con él en el Cuarteto Oriental; vamos a hacer una gira en septiembre y espero que vengamos a Tucumán.

- ¿Qué rol juega el público?

- Es fundamental, hay que respetarlo y cuidarlo. Cuando veo un lugar lleno, siempre pienso en esa persona que se bañó, se vistió, tomó un colectivo o un taxi, pagó su entrada, hizo la cola, nos escuchó y luego se vuelve a su casa. Esa presencia es un regalo para el artista.

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