Manca fue de la cama al circuito en 14 días

Para Héctor Manca es mejor regalar sus copas antes que agrandar la repisa. Mejor mantenerla así y seguir transmitiendo su mensaje con acciones simbólicas. Por eso dejó en el Hospital Padilla el trofeo del segundo puesto que obtuvo en una carrera de mountain bike, en Los Nogales. “Etín” es trasplantado hepático y desde 2003 se aferró al ciclismo de montaña para cumplir con uno de los aspectos que demanda su estado: actividad física programada. Hace dos semanas sufrió una complicación que no estaba relacionada con el trasplante. El episodio le costó estar internado, primero, en el Hospital Rivadavia, luego en el Padilla. Entre ambas instituciones hicieron posible que Manca lograra estar compitiendo 14 días después de haber pasado por el quirófano.

“Se hizo un diagnóstico oportuno por lo que no llegó a producirse un daño hepático”, explicó Olga Fernández, la directora del Hospital Padilla que junto a los especialistas de la unidad de trasplante hicieron una pausa en sus actividades para recibir el trofeo que Manca les dejó. “Fue una gran carrera para mí. Me sentí muy bien y el único contratiempo que tuve fue mecánico”, contó Manca en el salón de conferencias donde lo recibieron para luego visitar el monumento al donante (foto) que está en el patio de la institución. “Es un paciente que cumple con todo su tratamiento y además, como todos deben hacerlo, mantiene una dieta saludable y un estado físico óptimo por su actividad deportiva regular”, sintetizó Fernández. Manca tenía motivos para no perderse ni una fecha del Campeonato Regional del Sur: defiende el primer puesto de su categoría cuando falta disputarse todavía la mitad del torneo.