Muestra de óleos de Ignacio Baz, retratista de dirigentes de su época

Muestra de óleos de Ignacio Baz, retratista de dirigentes de su época

En el Centro Rougés de la Fundación Lillo, Laprida 31, se puede ver una muestra de retratos del destacado artista tucumano.

JUAN BAUTISTA BASCARY. Hacendado francés, fundador de su apellido en Tucumán la gaceta / archivo JUAN BAUTISTA BASCARY. Hacendado francés, fundador de su apellido en Tucumán la gaceta / archivo
04 Julio 2016
El Bicentenario ha hecho reverdecer en Tucumán, en buena hora, el interés por el pasado. La exposición “Homenaje a Ignacio Baz”, en el Centro Cultural Rougés, está dentro de esa tendencia, ya que los óleos que exhibe, todos del siglo XIX, permiten un ilustrativo viaje a la historia de nuestras artes plásticas.

La figura de Ignacio Baz, nacido en Tucumán hacia 1816 y fallecido aquí en 1887, ocupa prácticamente toda la escena de la plástica provincial durante cuatro décadas de esa centuria. Baz se formó en Buenos Aires con el maestro Pablo Caccianiga, estuvo en Chile y en el Perú, y enseñó en nuestro Colegio Nacional.

Se dedicó fundamentalmente al retrato. Su pincel y su lápiz dejaron documentado el rostro de la más destacada dirigencia –caballeros y damas- del Tucumán de su tiempo. Ernesto Padilla expresa que los retrataba “con tanta naturalidad y sencillez, que aumentaba el cariño de los descendientes cuando se colocaba a esos cuadros alto, muy alto, cerca del techo, como queriendo señalar con eso el alto rango que se les daba en las grandes salas, abiertas raras veces para los de afuera”.

Muchos tucumanos han conservado los cuadros de Baz. Claro que los más pasaron a los museos o a los anticuarios, cuando las familias trocaron los amplios caserones por unos prácticos departamentos. Según su primer biógrafo Francisco Argüelles, trabajó Baz hasta el último día de su vida y, cuando murió, quedaron en su taller “más de cien cuadros sin terminar”. En 1904, el senador nacional Alberto de Soldati logró que el Congreso adquiriera 69 dibujos de Baz, que hoy están en el Museo Histórico Nacional y en el Museo de Luján..

En 1907, en la casa de don José Padilla -ubicada donde hoy está el Teatro “Mercedes Sosa”- se realizó por primera vez una exposición de los óleos de Baz. En 1952, la Asociación Tucumana en Buenos Aires organizó otra, en el Salón Kraft. La actual viene a ser la tercera, en el espacio de más de un siglo.

Poco antes de su muerte, Ernesto Padilla patrocinó la cuidada edición del libro “Ignacio Baz. Pintor tucumano del siglo XIX”, obra del estudioso Rodolfo Trostiné. Allí se reprodujeron muchos óleos –varios de ellos en color- así como dibujos del artista tucumano.

La muestra del Centro Rougés, armada luego de una laboriosa búsqueda en casas de familia y en los Museos locales “Timoteo Navarro” y “Nicolás Avellaneda”, ofrece una excelente muestra de la producción del artista. Se pueden apreciar allí retratos de un congresal de la Independencia, el obispo José Eusebio Colombres; de los gobernadores Celedonio Gutiérrez y José Frías; de los gobernadores interinos Eusebio Rodríguez y Ángel Arcadio Talavera, por ejemplo.

Esto junto a matronas de alta representatividad, como Nieves Gramajo de Frías, esposa y abuela de gobernadores; o Dorotea Terán de Paz, primera presidenta de la Sociedad de Beneficencia; o Sofía Terán de Nougués, madre y abuela de gobernantes, para citar sólo unas cuantas.

Sea para escudriñar el rostro de esos personajes o para apreciar las características de la vestimenta de época, de las modas, joyas y peinados, la exposición de Baz –curada por Sara Peña de Bascary- tiene poderoso atractivo para todos los públicos. Está acertadamente complementada con una pantalla, por la cual se pasan constantemente otras obras del plástico que no figuran en la muestra.

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