Polémica

Sorprende que Verónica Boix en su reportaje a Carlos Gamerro, publicado el domingo pasado en este suplemento (Los libros que inventaron la Argentina), no haga referencia a la obra crítica de Ricardo Piglia; tampoco lo menciona Gamerro en sus respuestas, y Dolores Caviglia en su comentario crítico sobre el libro Facundo o Martin Fierro, se limita a situarlo como escritor. Pero el lugar que se le sustrae a Piglia tampoco da lugar a la polémica; resulta muy evidente que Gamerro en la composición de su libro ha desarrollado “Ficción y política en la literatura argentina”, trabajo que Ricardo Piglia escribió para un congreso en la Universidad de Yale, en abril de 1987, y que se publicó en Critica y Ficción (Random House, 2014. Páginas 114/119).

Sorprende también que luego de usar la estructura de Piglia, esa cadena de eslabones escritores que Caviglia describe tan bien, Gamerro no haga mención de la función que Piglia descubre en los escritos de Macedonio Fernández, a quien presenta como la antítesis de Sarmiento a la hora de oponer realidad y ficción. Por otra parte es todo un detalle que la obra de Macedonio Fernández, dispersa, subterránea y secreta, sea la raíz de lo que han escrito Arlt, Marechal o Borges. Piglia opina que esa influencia llega hasta hoy, y que aún da para más.

Libros como el de Gamerro o el de Piglia son muy útiles para el lector no especializado, tanto que los usamos como un manual, como una guía de lectura. Entonces permítanme que reduzca la polémica y el reproche a la sugerencia de darle en esta conversación un lugar a Piglia, esta vez como crítico y estudioso de la historia de la literatura; y también como autor de ficción, o de esa mezcla de realidad y ficción que él frecuenta a su modo.

Así como el domingo LA GACETA Literaria me despertó con este tema, me encantaría que algún otro domingo me despierte con un número dedicado a Ricardo Piglia. Estuve encantado por la lectura hasta el mediodía, y se los agradezco.

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LUIS MANUEL SEIFFE - TUCUMÁN