Los hinchas locales hostigaron a los jugadores “santos”, que casi no pudieron dormir

El partido que terminó consagrando a un San Martín sediento de éxitos estuvo precedido por una jornada tensa, difícil, que comenzó pasada la medianoche del sábado. La delegación “santa” la pasó mal en Andalgalá. Tuvieron una noche previa al gran duelo complicadísima.

Según denunciaron integrantes de la comitiva el “Hotel de Turismo”, donde San Martín armó su búnker, fue atacado por desconocidos durante toda la madrugada: arrojaron bombas de estruendo, botella y piedras. Fue, como varios recordaron, una situación que sólo se vive en partidos calientes por la Copa Libertadores donde el principal objetivo es no dejar dormir a los visitantes.

El responsable de formalizar las acusaciones fue el vicepresidente Claudio de Camilo, quien apuntó directamente contra el titular de Unión Aconquija, Octavio Gutiérrez y contra las fuerzas de seguridad. “Las condiciones de seguridad nunca estuvieron dadas; la Policía liberó la zona y estuvo en riesgo nuestra integridad física”, aseguró el dirigente muy enojado con la situación, que en ese momento había solicitado la suspensión del encuentro. Finalmente ese pedido no prosperó ya que en el mismo momento en que De Camilo dialogaba con la prensa, apareció un móvil con cinco policías, quienes se quedaron de consigna en la puerta del hotel. De hecho, el dirigente señaló esa situación como algo que estaban esperando.

A pesar de que se vio una importante presencia de hinchas de San Martín (aunque ninguno identificado con los colores rojos y blancos), y de una creciente presencia policial, no se registraron incidentes ni antes, ni durante ni después del encuentro. La cincuentena personas vinculadas al “Santo” que ingresaron al estadio no causaron problemas ni fueron agredidos y los hinchas del “Estancieros” se retiraron con tranquilidad.

Los hinchas de San Martín que se llegaron hasta Andalgalá celebraron la llegada del plantel al hotel donde estaban alojados con cánticos, aplausos y abrazos a cada uno de los jugadores bajo la mirada moderada de una cincuentena de policías.

RINCÓN SANTO

Vasto operativo de seguridad

Las tranquilas calles de Andalgalá durante este fin de semana cambiaron drásticamente de fisonomía. Es que el operativo de seguridad que se montó en esta ocasión, obligó a la utilización de cerca de 400 efectivos de distintas fuerzas de seguridad de la provincia del Ambato.

Buena predisposición

En medio del clima enrarecido que se vivió desde el viernes a la noche, lo que merece destacarse es la atención que el departamento de prensa de Unión Aconquija, encabezado por Horacio Carreras, le brindó a los numerosos periodistas que llegaron desde el “Jardín de la República” para la cobertura del partido. A pesar de las limitaciones en cuestión de estructura edilicia, los catamarqueños hicieron lo imposible para posibilitar el normal desarrollo de las tareas de nuestros colegas.

No todo fue felicidad

Antes del inicio de la final se hizo un minuto de silencio en memoria de la madre de Oscar Mirkin, presidente de la entidad de La Ciudadela, que falleció en la jornada de ayer.

Pegan la vuelta

La obtención del ascenso a la B Nacional hizo que los directivos de San Martín cambiaran el “Operativo Regreso”. El plantel, tras bañarse y merendar en el Hotel de Turismo de Andalgalá, viajó hacia la ciudad de Catamarca. Allí, se instaló en el hotel Amerian, donde tenía previsto cenar y descansar. En las primeras horas de hoy emprenderá el regreso al “Jardín de la República”. Llegarán cerca del mediodía.

Todos felices

Un puñado de audaces desafiaron la prohibición y festejaron en vivo el ascenso. La mayoría sufrió y gozó por TV como Guido Gacioppo, Alejandra Lafuente y Andrés Miranda (foto).