25 Junio 2016
Cameron renuncia por la victoria del “Brexit” y se desata la pelea por la sucesión
El primer ministro británico anunció su dimisión al cargo, pero se mantendrá en funciones hasta octubre próximo. “El país necesita un nuevo liderazgo”, admitió, y declaró que no se considera el capitán para pilotar el barco a su próximo destino: la salida del bloque comunitario.
UN LÍDER DERROTADO. A punto de que las lágrimas brotaran de sus ojos, Cameron, acompañado por su esposa Samantha, anunció que dimitirá en octubre. REUTERS
LONDRES.- El primer ministro, David Cameron, informó que renunciará a su cargo en octubre, después de que los británicos ignoraron su llamado a permanecer en la Unión Europea y votaron en un referendo a favor de abandonar el bloque (“Brexit”).
Cameron conversó con la prensa internacional frente a sus oficinas en Downing Street mientras la libra esterlina caía y los inversores vendían acciones británicas, tras conocerse la victoria de la campaña que impulsaba la salida del bloque europeo por 52% a 48%.
Luego de hacer una activa campaña por la permanencia en la UE, el premier británico, que llegó al poder en 2010 y fue reelecto en mayo de 2015, aseguró que el país necesita un liderazgo nuevo.
“El pueblo británico ha tomado la decisión muy clara de seguir un camino diferente y, como tal, pienso que el país necesita un nuevo liderazgo para llevarlo en esa dirección -dijo Cameron-. No creo adecuado que yo sea el capitán que dirija nuestro país hacia su siguiente destino”.
Cameron buscó asegurar a los inversores que la economía del Reino Unido era fundamentalmente fuerte, después de que la libra cayó a su menor nivel desde 1985 y que las acciones europeas perdieron más del 8% ayer, encaminándose a su peor día de operaciones en la historia.
En una declaración hecha junto a su esposa, Samantha, Cameron tuvo que contener las lágrimas. Y agregó que ya le había informado a la reina Isabel II su decisión de renunciar, comunicando sus sentimientos luego del terremoto político que lo aplastó.
“Si bien salir de Europa no era el camino que yo había recomendado, soy el primero en elogiar nuestra increíble fortaleza. Ahora que la decisión de salir ha sido tomada, necesitamos encontrar la mejor manera de hacerlo”, agregó el premier, y comunicó que el gobierno se reunirá el lunes.
Cameron, de 49 años, primer ministro durante seis años, no dio una fecha para su partida pero dijo que debería haber un nuevo líder para el momento en que su partido -el Conservador- celebre la conferencia anual en octubre.
“Esta no es una decisión que haya tomado a la ligera, pero creo que está en el interés nacional tener un período de estabilidad y luego el nuevo liderazgo que se necesita. Amo a este país y me siento honrado de haberlo servido. Haré todo lo que pueda para ayudar a que esta gran nación tenga éxito”, agregó antes de tomar la mano de su mujer y retirarse.
El referéndum fue convocado por el propio Cameron el año pasado, en cumplimiento de una promesa de campaña anterior a su reelección y en medio de fuertes presiones de la numerosa ala euroescéptica de su partido, aunque después de haber obtenido concesiones de la UE hacia el Reino Unido.
El resultado del plebiscito, sobre el que los analistas habían anticipado que podía ser ajustado, causó una gran conmoción, porque los políticos y la prensa consideraron que el desenlace final se decantaría a favor de la permanencia.
El triunfo del “Brexit”, sin embargo, constituye un fuerte golpe a todo el establishment del Reino Unido, tanto el político como el económico y financiero, ya que la permanencia era respaldada no sólo por Cameron sino también por los líderes de los tres partidos mayoritarios, el grueso de los empresarios y la City londinense.
La campaña en favor de la permanencia y que contó con el respaldo de instituciones internacionales y del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no fue suficiente para convencer a una población inquieta por el aumento de la inmigración. Cameron dejó claro que no habrá cambios inmediatos en sus circunstancias ni tampoco de los británicos que estén residiendo en otros países del bloque europeo, y tampoco se modificará el libre movimiento de ciudadanos, mercancías y servicios.
Sin embargo, dejó en manos del futuro líder del Partido Conservador y, en consecuencia, próximo primer ministro, la decisión final sobre cómo negociará el Reino Unido el proceso de ruptura con Bruselas. Esa decisión quedará para cuando el partido elija al sucesor de Cameron, entre el 2 y el 5 de octubre en Birmingham.
El sucesor
Entre los candidatos para suceder a Cameron en el cargo se perfila el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, líder de la campaña que llevó a la victoria la salida del Reino Unido de la UE y que cuenta con el apoyo de la mitad euroescéptica del partido que ha hecho valer su peso en las urnas. El aristócrata dijo que el Brexit suponía una oportunidad gloriosa para los británicos de recuperar el control de su plena soberanía.
También figura como posible sucesor el ministro de Justicia, Michael Gove, que ayudó a dirigir ‘’la campaña de salir”, y la ministra del interior, Theresa May, así como otros miembros del Gabinete. (Reuters-Télam)
Cameron conversó con la prensa internacional frente a sus oficinas en Downing Street mientras la libra esterlina caía y los inversores vendían acciones británicas, tras conocerse la victoria de la campaña que impulsaba la salida del bloque europeo por 52% a 48%.
Luego de hacer una activa campaña por la permanencia en la UE, el premier británico, que llegó al poder en 2010 y fue reelecto en mayo de 2015, aseguró que el país necesita un liderazgo nuevo.
“El pueblo británico ha tomado la decisión muy clara de seguir un camino diferente y, como tal, pienso que el país necesita un nuevo liderazgo para llevarlo en esa dirección -dijo Cameron-. No creo adecuado que yo sea el capitán que dirija nuestro país hacia su siguiente destino”.
Cameron buscó asegurar a los inversores que la economía del Reino Unido era fundamentalmente fuerte, después de que la libra cayó a su menor nivel desde 1985 y que las acciones europeas perdieron más del 8% ayer, encaminándose a su peor día de operaciones en la historia.
En una declaración hecha junto a su esposa, Samantha, Cameron tuvo que contener las lágrimas. Y agregó que ya le había informado a la reina Isabel II su decisión de renunciar, comunicando sus sentimientos luego del terremoto político que lo aplastó.
“Si bien salir de Europa no era el camino que yo había recomendado, soy el primero en elogiar nuestra increíble fortaleza. Ahora que la decisión de salir ha sido tomada, necesitamos encontrar la mejor manera de hacerlo”, agregó el premier, y comunicó que el gobierno se reunirá el lunes.
Cameron, de 49 años, primer ministro durante seis años, no dio una fecha para su partida pero dijo que debería haber un nuevo líder para el momento en que su partido -el Conservador- celebre la conferencia anual en octubre.
“Esta no es una decisión que haya tomado a la ligera, pero creo que está en el interés nacional tener un período de estabilidad y luego el nuevo liderazgo que se necesita. Amo a este país y me siento honrado de haberlo servido. Haré todo lo que pueda para ayudar a que esta gran nación tenga éxito”, agregó antes de tomar la mano de su mujer y retirarse.
El referéndum fue convocado por el propio Cameron el año pasado, en cumplimiento de una promesa de campaña anterior a su reelección y en medio de fuertes presiones de la numerosa ala euroescéptica de su partido, aunque después de haber obtenido concesiones de la UE hacia el Reino Unido.
El resultado del plebiscito, sobre el que los analistas habían anticipado que podía ser ajustado, causó una gran conmoción, porque los políticos y la prensa consideraron que el desenlace final se decantaría a favor de la permanencia.
El triunfo del “Brexit”, sin embargo, constituye un fuerte golpe a todo el establishment del Reino Unido, tanto el político como el económico y financiero, ya que la permanencia era respaldada no sólo por Cameron sino también por los líderes de los tres partidos mayoritarios, el grueso de los empresarios y la City londinense.
La campaña en favor de la permanencia y que contó con el respaldo de instituciones internacionales y del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no fue suficiente para convencer a una población inquieta por el aumento de la inmigración. Cameron dejó claro que no habrá cambios inmediatos en sus circunstancias ni tampoco de los británicos que estén residiendo en otros países del bloque europeo, y tampoco se modificará el libre movimiento de ciudadanos, mercancías y servicios.
Sin embargo, dejó en manos del futuro líder del Partido Conservador y, en consecuencia, próximo primer ministro, la decisión final sobre cómo negociará el Reino Unido el proceso de ruptura con Bruselas. Esa decisión quedará para cuando el partido elija al sucesor de Cameron, entre el 2 y el 5 de octubre en Birmingham.
El sucesor
Entre los candidatos para suceder a Cameron en el cargo se perfila el ex alcalde de Londres, Boris Johnson, líder de la campaña que llevó a la victoria la salida del Reino Unido de la UE y que cuenta con el apoyo de la mitad euroescéptica del partido que ha hecho valer su peso en las urnas. El aristócrata dijo que el Brexit suponía una oportunidad gloriosa para los británicos de recuperar el control de su plena soberanía.
También figura como posible sucesor el ministro de Justicia, Michael Gove, que ayudó a dirigir ‘’la campaña de salir”, y la ministra del interior, Theresa May, así como otros miembros del Gabinete. (Reuters-Télam)
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