Lo atraparon cuando huía con media res de una carnicería

Lo atraparon cuando huía con media res de una carnicería

Los vecinos le propinaron tal paliza al ladrón, que la Policía tuvo que llevarlo al Padilla. Abrió las rejas con una amoladora, destrozó los vidrios y entró a robar. Pero alguien lo vio y alertó a todos en la cuadra.

VIDRIOS ROTOS. Ayer a la tarde todavía faltaba uno de los vidrios de la puerta de entrada de la carnicería. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll VIDRIOS ROTOS. Ayer a la tarde todavía faltaba uno de los vidrios de la puerta de entrada de la carnicería. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll
19 Junio 2016
Quizás pensó que su único testigo era la oscuridad de la noche, cuando salió de una carnicería cargando media res en su hombro; pero se equivocaba. Alguien lo vio y comenzaron los gritos, los golpes, los llamados a la Policía y todo terminó de la peor manera para el ladrón.

Fue un verdadero revuelo el que se armó en el barrio Orlandi de Tafí Viejo, ayer a la madrugada. Tanto que salió el sol y todavía seguía el escándalo en la cuadra de calle Laprida al 600. Se debe a que al menos un delincuente (los vecinos dicen que fueron dos pero la Policía sólo vio a uno) entró a robar al local “Supercarnes Tafí” durante la madrugada. Aparentemente utilizó una amoladora para romper las rejas de la carnicería, después destrozó la puerta de vidrio y entró como si nada.

Serían los ruidos de los vidrios rotos los que alertaron a algunos vecinos, quienes se asomaron a ver qué pasaba y observaron al delincuente salir de la carnicería, llevándose media res a cuestas. Fuentes policiales contaron que varias personas de la cuadra no dudaron en abalanzarse sobre el ladrón, evitando así que pudiera escapar con la carne robada. Después, como suele suceder en estos casos, le propinaron una violenta golpiza.

Cuando llegaron los policías, el delincuente estaba tirado en el piso, casi sin poder moverse debido a la paliza que acababa de recibir. Por eso los uniformados lo llevaron al Padilla, donde la médica de turno Karina Zárate le diagnosticó politraumatismos y lo dejó en observación hasta media mañana, cuando lo trasladaron a Tribunales para que preste declaración ante el fiscal Diego López Ávila, quien ordenó su aprehensión.

En el barrio, mientras tanto, los vecinos no estaban ni asombrados. Un comerciante comentó que los robos ya son moneda corriente en ese sector de la ciudad y la propietaria de una despensa, que atiende a través de una ventana enrejada, aseguró que fue apuntada con armas de fuego por lo menos tres veces. Sin embargo, ninguno se animaba a hablar con la prensa. “Nadie le va a decir nada porque el ladrón es vecino nuestro”, explicó una mujer que tampoco quiso identificarse.

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