Los cortes de agua potable en el Centro de Salud

Los cortes de agua potable en el Centro de Salud

A veces sólo la ocurrencia de un hecho circunstancial o poco común termina sacando a la luz un problema complejo que puede afectar a cientos de personas. Eso es lo que sucedió días atrás en el Hospital Centro de Salud, donde se produjo la insólita circunstancia de suspender cirugías a causa de no tener un adecuado suministro de agua potable. El subdirector técnico de ese hospital, José Rafael Royna, reconoció que el primer inconveniente se produjo el martes 24 de mayo, cuando comenzó a bajar el caudal de agua en las salas del primer piso. “Nos dimos cuenta porque la cisterna no tenía el nivel óptimo de agua”, dijo el médico.

Con la ayuda de operarios de la SAT, se trató de individualizar el problema, pero la falta de soluciones urgentes llevó a modificar el cronograma de cirugías programadas en el quirófano central, ya que parte del instrumental que se emplea en esa área se refrigera con agua. La falla en el suministro se normalizó 48 horas después, pero volvió a presentarse el lunes último con la rotura de un caño maestro. El mismo Royna reconoció que el problema era interno y que no estaba a la vista porque la cañería era subterránea. Y declaró que la SAT les proporcinaba un bajo caudal de agua, razón por la cual debían cortar el suministro en algunos horarios, para poder recuperar el nivel necesario y llenar un tanque elevado. “El viernes suspendimos 10 cirugías por este problema”, dijo. Otros médicos del Centro de Salud, en cambio, dijeron que ayer el suministro del líquido vital ya se había normalizado y que en la guardia “jamás faltó agua” como se dijo. Por el contrario: se pudo cumplir con todas las atenciones que se presentaron. La SAT, por su parte, sostuvo que nunca cortaron el suministro y que están trabajando a destajo para mejorar aún más el servicio dentro del hospital.

De una forma o de otra, la única certeza que existe es que un hospital de la importancia del Centro de Salud jamás debería pasar por este tipo de situaciones extremas. El agua potable es sumamente necesaria no sólo para mantener la higiene, sino para evitar el contagio de enfermedades tan graves como el dengue, la gripe A, la neumonía y aquellas denominadas “intrahospitalarias”. Muchos pacientes narraron sus propios calvarios cuando debieron usar los baños en un lamentable estado, sin agua y con la suciedad propia de aquellos servicios que se comparten entre cuidadores e internos. Tampoco sirve de mucho buscar una solución echándole la culpa al otro. El trabajo en conjunto es mucho más efectivo y claro cuando hay coincidencias en las que se puede trabajar. Por eso mismo creemos que, lejos de negar la falta de suministro, el Estado y la SAT deberían implementar un trabajo minucioso e invertir a conciencia en el arreglo del sistema de cañerías de todos los hospitales de referencia de la provincia, a fin de evitar que problemas como los anteriores deriven en nuevas suspensiones de cirugías o tratamientos de pacientes en riesgo.

Es hora de buscar un compromiso por parte de todos los actores involucrados en el problema, que, por cierto, tienen cada uno una porción -aunque no igual- de culpa. No se puede seguir mejorando la salud de los tucumanos con paños de agua tibia. La salud no es cuestión de discursos ni demagogia. Las demandas populares son urgentes y deben ser resueltas con la premura del caso.

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