Esos libros en los que la fantasía es reina

Esos libros en los que la fantasía es reina

Una muestra sobre 40 años de literatura infantil se exhibe en la sala Linares del Ente Cultural hasta el 23 de mayo. Charlas con chicos.

EN COMPAÑIA. Carla García habla con estudiantes de octavo grado de la Sarmiento sobre la muestra que está expuesta en la sala Linares del Ente. LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA. EN COMPAÑIA. Carla García habla con estudiantes de octavo grado de la Sarmiento sobre la muestra que está expuesta en la sala Linares del Ente. LA GACETA/ FOTO DE FRANCO VERA.
06 Mayo 2016

Para Pierina Vallino, de 13 años, la niñez es una etapa en la que se juega mucho con la imaginación. Y los libros dedicados a la infancia les hacen honor, invitándolos a sumergirse en la fantasía a través de la metáfora, por ejemplo. Entonces, esta alumna de la Escuela Sarmiento reflexiona: “en la dictadura militar se privó a los niños de la libertad de imaginar. Lo que tuvo su efecto en nosotros: nuestros padres no fueron inculcados desde pequeños -porque no les permitieron- a leer este tipo de literatura, y ellos no nos transmitieron esos mensajes. Hoy los aprendemos por nuestros medios con muestras como éstas y por nuestros profesores”. Pierina fue una de los tantos estudiantes que visitaron la muestra “Verde Fantasía. La planta de la memoria ilimitada”, que fue inaugurada el martes, en el 12° Mayo de las Letras.

La reflexión de la joven tucumana llega luego de una charla y posterior recorrido por la muestra, que según sus creadoras sirve como invitación a revisar el pasado y a participar de la literatura infantil argentina para conmemorar los 40 años del golpe cívico-militar y los 50 años de la publicación del libro “La torre de cubos”, de Laura Devetach, publicado en 1966.  

“Textos emblemáticos del campo infantil como ‘La torre...’ y ‘Un elefante ocupa mucho espacio’, de Elsa Bornemann, fueron prohibidos durante la última dictadura, porque ponían en evidencia el ingreso del elemento político en la literatura infantil y, a su vez, daban cuenta de la modernización de la ficción dirigida a niños iniciada en los sesenta por María Elena Walsh”, comienza a explicar Laura García, que junto a Carla Indri (ambas investigadoras del Conicet sobre literatura infantil argentina) idearon la muestra. Al equipo de realización lo completan la artista plástica Verónica Corrales y Federico Grassetto.

“En estos textos y en la poética de las autoras se evidencia un cambio de paradigma de la literatura para niños que a partir de la incorporación del elemento lúdico, las formas de la comicidad y la desarticulación del lenguaje amplían las fronteras de los modos de la ficción destinados a la infancia de una manera irreversible”, describe García.

Por último, explica que el título de la muestra juega con uno de los argumentos que más llaman la atención en el decreto de prohibición de “La torre de cubos” (decreto n° 480, de 1979): fue prohibida por “ilimitada fantasía”. “Lo que se conserva de ese momento -finaliza García- es la posibilidad de proporcionarle al niño esas alternativas para participar del mundo. Ese es el legado de esos textos. La vulnerabilidad del poder y la importancia de las diferencias siguen estando en los textos actuales, con otros autores y otras estéticas. El mayor compromiso político de los autores ha pasado por promover la lectura y en ese punto el legado es todavía más importante”.

Una planta en la pared

Carla Indri explicó que el mural pintado por Corrales se encuentra dividido en tres partes que corresponden a distintos períodos históricos de nuestro país y el impacto de los mismos en el campo de la literatura infantil argentina. “Una primera etapa se ubica en los años sesenta, tiempo en el cual Laura Devetach escribe “La planta de Bartolo”. La segunda parte de la planta se sitúa en el contexto de la última dictadura militar, en cual se prohibe la circulación del cuento y de muchos libros más pertenecientes a la literatura. Por último, la tercera sección del mural se corresponde con la vuelta de la democracia del país. Como la planta de Bartolo, la literatura argentina para niños creció durante la democracia; y a esta historia se sumó una larga lista de relatos y autores que promueven la libertad de construir un lugar propio para participar del mundo”, enumeró Indri.

Jorgelina Chaya, docente de Pierina Vallino en la Escuela Sarmiento, comentó que en su clase trabajan la literatura concebida como una forma de reflexionar acerca de las problemáticas sociales. “En las expresiones literarias escritas u orales -continuó Chaya- hay una relación y un diálogo entre la sociedad y ese discurso literario: en este caso (sobre la muestra) se hace referencia a un momento determinado, que hoy se puede leer porque estamos en un contexto de democracia. No es un contenido aislado de las problemáticas sociales actuales. Justamente hoy (por ayer) comienza la primera audiencia de la megacausa por el Operativo Independencia. Hecho que también lo vamos a relacionar y trabajar en clase por permitir la literatura a través de la imaginación mirar y reflexionar nuestra propia historia y realidad”.

“La torre de cubos”, de Laura Devetach, fue publicado en 1966 por Eudecor, la editorial universitaria de Córdoba. Hasta  1976 la obra cosechó las mejores opiniones de la crítica en diarios provinciales y nacionales. Pero a partir de ese año, durante la dictadura militar, fueron prohibiendo el libro en Santa Fe,  Buenos Aires y Mendoza, hasta prohibirla por un decreto.
 
prohibido
De Elsa Bornemann
En 1976, “Un elefante ocupa mucho espacio” fue elegido para integrar la lista de honor del Premio Internacional “Hans Christian Andersen”, otorgado por International Board on Books for Young People. Un año después fue prohibido en Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto fue fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a un libro de Agnés Rosenstiehl. 
 
EN EL mayo
héctor david GATIcA
En el marco del Mayo de las Letras, hoy a las 18, en la Sala Lola Mora (San Martín 251, planta baja), se llevará a cabo un recital de poesía, a cargo del escritor riojano Héctor David Gatica, con la musicalización de Carlos Juárez. Repasarán la vida y obra poética de Ariel Ferraro. Gatica, integrante del grupo Calíbar (con Daniel Moyano, Pedro Herrera, Ricardo Mercado Luna y Carlos Alberto Lanzillotto)es uno de los poetas más importantes de su Rioja natal. Creador de la letra de la “Cantata riojana” (musicalizada por su coterráneo Ramón Navarro y llevada al disco en 1985), también es autor de “Memoria de los llanos” (con quince ediciones y traducido al italiano, inglés y francés), “Los días del amor”, “País desvelado” y “Mis sueños de aquellos días”, en los que condensa sus memorias. 

Prohibido
De Laura Devetach
“La torre de cubos”, de Laura Devetach, fue publicado en 1966 por Eudecor, la editorial universitaria de Córdoba. Hasta  1976 la obra cosechó las mejores opiniones de la crítica en diarios provinciales y nacionales. Pero a partir de ese año, durante la dictadura militar, fueron prohibiendo el libro en Santa Fe,  Buenos Aires y Mendoza, hasta prohibirla por un decreto. 

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Prohibido
De Elsa Bornemann
En 1976, “Un elefante ocupa mucho espacio” fue elegido para integrar la lista de honor del Premio Internacional “Hans Christian Andersen”, otorgado por International Board on Books for Young People. Un año después fue prohibido en Argentina por relatar una huelga de animales. El decreto fue fechado el 13 de octubre de 1977, incluía también a un libro de Agnés Rosenstiehl. 

En el Mayo
Héctor David Gatica

En el marco del Mayo de las Letras, hoy a las 18, en la Sala Lola Mora (San Martín 251, planta baja), se llevará a cabo un recital de poesía, a cargo del escritor riojano Héctor David Gatica, con la musicalización de Carlos Juárez. Repasarán la vida y obra poética de Ariel Ferraro. Gatica, integrante del grupo Calíbar (con Daniel Moyano, Pedro Herrera, Ricardo Mercado Luna y Carlos Alberto Lanzillotto)es uno de los poetas más importantes de su Rioja natal. Creador de la letra de la “Cantata riojana” (musicalizada por su coterráneo Ramón Navarro y llevada al disco en 1985), también es autor de “Memoria de los llanos” (con quince ediciones y traducido al italiano, inglés y francés), “Los días del amor”, “País desvelado” y “Mis sueños de aquellos días”, en los que condensa sus memorias. 

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