Atlético: del Purgatorio al edén sin escalas

Si el presente “decano” es soñado, las pesadillas que vivió en el pasado lo hacen mucho más increíble. Eso lo tiene muy en claro Bruno Bianchi, uno de los sobrevivientes del viejo Atlético. Del Atlético que no peleaba el ascenso en la B Nacional o el que lo peleaba y casi ascendía pero que se quedaba después de chocar el barco de manera estrepitosa.

El defensor cumplirá cuatro años en el club este invierno y, por suerte, pudo superar los traumas de esos recuerdos nefastos con logros como el del año pasado, en el que reinaron en la segunda división, ascendieron a Primera y todavía pide que lo despierten por el momento que vive hoy: son el quinto mejor equipo de la temporada y están a cuatro puntos (con un partido menos) de un puesto que les permitiría clasificarse a la Copa Libertadores.

“Fueron etapas muy diferentes, planteles distintos, jugadores que se fueron, otros que nos quedamos hasta llegar a esto”, recuerda el central. Cosas, situaciones y personas fueron mutando con los meses, salvo su titularidad. Su llegada al equipo no incluyó un período de adaptación tradicional en el que -como a muchos- les cuesta una estadía en el banco.

Bianchi llegó a Tucumán un lunes y al domingo siguiente ya estaba jugando su primer clásico en cancha de San Martín. A partir de ahí, no dejó la camiseta número 2. “El nivel de todos fue aumentando con el tiempo y la llegada de este cuerpo técnico nos terminó de hacer crecer a todos”, reconoció.

El pico de rendimiento de Bianchi, así como el de varios de sus compañeros, llegó en 2015 y se extiende hasta hoy. Por eso mismo el equipo consiguió el ascenso y salvar la categoría en este primera semestre de 2016. El premio es tener la chance de llegar a la Copa Libertadores. Aún admitiendo que el club merecía vivir algo así, Bianchi no deja de pellizcarse. “Las canchas a las que íbamos a jugar el año pasado eran impresentables y ahora estamos viviendo esto”, admite el defensor.

Para hacer la fantasía aún mejor, con sus 23 puntos, el “Decano” tiene supera en la tabla general de 30 equipos a cuatro de los cinco grandes. También a Rosario Central, la revelación de 2015. “Ganarse el respeto de todos en Primera no es fácil. Es un nivel muy alto en el que se juega y hay varios equipos de renombre que no tienen los puntos que tenemos nosotros”, explica.

A su lado ahora está Franco Sbuttoni, quien llegó junto a él en el mismo mercado de pases en 2013 y participó de ese clásico en aquel julio. El “Gringo” fue perdiendo terreno, pero se ganó un lugar en la zaga titular en la última parte de cada torneo que jugó. El año pasado terminó siendo uno de los pilares de la defensa del campeón. En Primera, Enrique Meza Brítez arrancó como pareja de Bianchi. Pero tras ser expulsado ante Aldosivi, Sbuttoni lo relevó y no salió más. “Está pasando un gran momento y me alegro mucho por él, me gusta tenerlo al lado”, dice Bianchi de su sociedad, una de las tantas que le permiten a Atlético ser un equipo con fortalezas en todos los sectores.

Por último, habiendo recordado el pasado y hablado del presente, se impone preguntar sobre el futuro. ¿Te quedás en Atlético?, pregunta LG Deportiva. “Sí, tengo muchas ganas”.