La tortuga es el animal que más se trafica en la Argentina

La tortuga terrestre encabeza el triste ranking de los animales más traficados en forma ilegal en la Argentina, una actividad que constituye el tercer negocio más lucrativo a nivel mundial y mueve 180.000 millones de dólares por año (solo es menos rentable que la venta de armas y drogas), informó a Télam personal de la Dirección de Fauna Silvestre, en la semana de celebración del Día del Animal.

A la tortuga la siguen el loro labrador, el tucán, el flamenco, los monos y las pequeñas aves “Rey del Bosque” y “Siete Cuchillos”, según dan cuenta los procedimientos durante los cuales, entre 2012 y 2014, se decomisaron 8.000 animales, informó la Fundación Temaikén a partir de datos de esa dependencia.

La situación real es aún más triste, porque es un hecho que las autoridades provinciales también decomisan (y no hay estadísticas), y la problemática va creciendo y mutando: “ahora se vende más a través de las redes sociales y la web”, explicó Ricardo Negreira, coordinador de Fiscalización de la Dirección de Fauna Silvestre.

Negreira añadió que es muy difícil saber cuánto dinero hay en juego en el tráfico de animales en Argentina: “como las especies no tienen valor de mercado, el valor se los da la demanda”, destacó. Del otro lado del negocio las consecuencias son desastrosas: de cada 10 ejemplares capturados para su venta ilegal, sólo uno sobrevive.

“Muchos animales se mueren en la captura o durante el cautiverio que padecen antes de llegar a destino. Por ejemplo, muchas veces hay que matar a todo el grupo familiar de un mono para cazar un monito vivo”, relató el funcionario.

Por su parte, la coordinadora de Programas de Conservación de Especies Amenazadas de Temaikén, Paula González, explicó que el 80 % de los animales que se trafican en el país son autóctonos, y que la mayoría proviene de las provincias del norte, como Santiago del Estero, Chaco, Misiones y Formosa; otros ingresan, también por el norte, desde Paraguay y Brasil, transportados por vía terrestre de las más variadas formas: “desde cajas hasta termos, donde se suelen esconder las crías de los monos carayá”, añadió.

¿Y por casa?

“Tucumán tiene un grave problema, registrado por nuestra experiencia de ingresos a la reserva -advirtió en diciembre a nuestro diario Diego Ortiz, encargado del área de Rehabilitación de fauna de la Reserva de la UNT-. La gente produce daños a la fauna por la caza y por trampeo, para luego vender los animales ilegalmente. Eso es un delito; ningún tipo de tenencia y venta de animales silvestres está habilitado. En Tucumán es muy común ver gente que en el centro vende catitas y tortugas. Eso es ilegal”, insistió.

Especies en riesgo

Actualmente 104 especies autóctonas están en riesgo de extinción, entre ellas el huemul, los cauquenes, el yaguareté y la tortuga. Además del tráfico ilegal, la pesca ilegal y la caza furtiva, entre las principales amenazas figuran la deforestación, las obras con impacto ambiental, la contaminación, el avance de la frontera agropecuaria y la introducción de especies exóticas, explicaron fuentes del Ministerio de Ambiente a la agencia Télam

“Siempre vamos un paso detrás (de los traficantes): son más que nosotros y tienen más recursos”, afirmó Negreira.

Perros callejeros

El Concejo Deliberante de Tucumán pidió al Ejecutivo municipal que informe sobre la labor que se realiza para controlar la cantidad de animales en situación de calle. El concejal de FR Ricardo Bussi indicó que colaboradores del equipo visitaron la sede del Centro de Adaptación y Reubicación Animal (Cenara) donde se constató que “la entidad se encuentra superada” por la superpoblación.