En Tucumán, la aparición de plagas es la consecuencia del cambio climático

En Tucumán, la aparición de plagas es la consecuencia del cambio climático

Juan González, especialista en medio ambiente, analizó los riesgos que este fenómeno causa en el ecosistema de la provincia.

En Tucumán, la aparición de plagas es la consecuencia del cambio climático
22 Abril 2016

Los últimos registros confirmaron que marzo fue el mes más caliente registrado desde 1880 y es la evidencia de que el cambio climático se siente en cada rincón del planeta. En el Día de la Tierra, líderes políticos y referentes sociales se reúnen en diferentes partes del mundo para discutir y firmar acuerdos para ayudar a frenar el calentamiento global. En Tucumán la mutación de su microclima afectó a los cultivos y, en los últimos años, ayudó a la aparición de plagas en las zonas urbanas. 

Juan González, director del instituto de Ecología de la Fundación Miguel Lillo, sostene que la situación en la provincia es alarmante y que es necesario tomar medidas para evitar más pérdidas. "En 2005 hicimos, junto a Juan Minetti, un informe sobre el cambio climático en Tucumán, y vimos cómo iba a afectar los sistemas productivos. Por ejemplo, la floración de la caña de azúcar es una consecuencia directa del aumento de la temperatura. Cada vez tenemos un invierno más calentito y la caña necesita un golpe de frío para acumular azúcar. Al no tener eso, la planta sigue su ciclo y produce la flor y gasta la energía que nosotros usamos como azúcar. Esto lleva a la disminución del rendimiento", explicó el especialista, que también atribuye al incremento de las temperaturas la aparición de plagas en la citricultura y en las ciudades.  

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Otros de los puntos preocupantes, dentro de la geografía tucumana, es la marcada deforestación que sufrió la provincia en el último siglo. "Muchos estudios demuestran que la deforestación provoca cambios en el ciclo del agua y en las temperaturas. Tucumán no es ajeno. Hoy deben quedar un cuarto de la superficie con bosques naturales. Sí nos remontamos a 200 años atrás, ahora que estamos con el Bicentenario, veremos que casi en esa fecha la superficie estaba cubierta de bosques. Esto se debe a la expansión de las ciudades y de la agricultura. Falta de incentivo a la forestación. No hay conciencia en la clase dirigente, que hoy es analfabeta ambiental. Un chico está recibiendo educación, pero un hombre de 50 años recién está empezando a entender ese problema", continuó analizando González, que lamentó también la ausencia de bosques protectores de los ríos, que ayudarían a impedir las cada vez más cotidianas inundaciones de verano.

Con temperaturas más cálidas, en las zonas urbanas de la provincia comenzaron a proliferar alimañas, roedores y serpientes. ¿Es posible que esto haya provocado la migración a Tucumán de ratones colilargos, que transmiten el virus hanta? Aunque González no tiene la respuesta es consciente de la posibilidad: "habría que estudiar cómo se está manifestando esa especie. Siempre fue del norte, porque en Salta y en Jujuy había temperaturas más altas. Pero no sabemos sí se ha desplazado hasta aquí. La pregunta a responder es si puede haber una invasión debido al cambio de temperatura". 

Por obra u omisión del hombre, las reglas están cambiando en todo el planeta y serán muchos los actores que deberán entrar en juego para definir las políticas necesarias para superar un fenómeno que hoy es una cruda realidad. 

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