Por Magena Valentié
01 Abril 2016
DONDE NO LLEGA LA POLÍTICA PÚBLICA. La droga creció más entre los pobres, donde el Estado no llega, que entre las clases medias. LA GACETA / FOTOS DE FLORENCIA ZURITA.
“El narcomenudeo es simplemente la punta de un iceberg, que ha ido creciendo junto con el aumento del narcotráfico en el país. Lo que está oculto, en la base, es un poder económico articulado con un poder político. Lo que vemos, la parte superior del iceberg, son las familias que venden y producen droga en los barrios más pobres, que pone a los jóvenes en una situación de exclavitud, el consumo los lleva a delinquir y a la marginalidad”. De esta manera grafica la situación de la droga en el país el doctor Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), en la jornada con el lema “Adicciones, un problema de todos”, convocada por la Iglesia de Tucumán.
“Siete de cada 100 familias experimentan alguna adicción severa al alcohol o a las drogas. Más de 200.000 familias están afectadas por una adicción severa. Pero la atención profesional no es suficiente, sólo un 15% recibe tratamiento psicológico médico, el resto están abandonadas a su suerte porque no tienen dónde recurrir, no saben dónde ir o no tienen dinero para buscar una solución. Hacen falta más instituciones públicas que atiendan la problemática de las adicciones que afectan principalmente a jóvenes y adolescentes”, remarcó el experto durante el encuentro al que fueron invitados referentes de todos los poderes del Estado y fuerzas de seguridad.
“Adicciones, un problema de todos” es una iniciativa conjunta del arzobispado de Tucumán, el obispado de Concepción y la prelatura de Cafayate. “El objetivo es coordinar acciones entre todas las áreas del Estado junto con la Iglesia, trabajar en forma mancomunada para liberar a nuestros jóvenes de la esclavitud de la droga. Esta es la independencia que queremos lograr en este Bicentenario”, destacó el padre Carlos Sánchez, presidente de la Fundación Virgen de la Merced Redentora de Cautivos.
En la jornada de la mañana, que se realizó en la sede del Ciidept, concurrieron alrededor de 140 funcionarios. Entre ellos se encontraban el ministro de Gobierno Regino Amado, el secretario general de la Gobernación Pablo Yedlin; el juez federal Ricardo Sanjuan; Claudio Viña, presidente de la Comisión de Adicciones de la Legislatura; el jefe de Policía Dante Bustamante; entre otros funcionarios de Educación, Salud y Desarrollo Social, además de jueces.
La jornada se llevó a cabo a puertas cerradas. Después de la presentación del arzobispo monseñor Alfredo Zecca, y de la breve explicación de la jornada del obispo de Concepción, monseñor José María Rossi, el doctor Salvia expuso el trabajo de la UCA. Le siguió el padre Eduardo Drabble, de la Pastoral de Adicciones del Episcopado, que contó su experiencia en los barrios marginales de Capital Federal. Acto seguido se abrió el debate. El juez Sanjuan criticó la ausencia de coordinación y por el contrario, la superposición de proyectos en los barrios de alta vulnerabilidad social. Tanto del Estado como de la Iglesia. Acusó la falta de una política de Estado, integral, que tenga como centro la lucha contra la droga.
En términos similares se manifestó Salvia al señalar que los esfuerzos del Estado y de la sociedad civil han sido aislados hasta ahora. “No hay política integral que dé contención. Y esto no es tarea de una voluntad aislada sino de los estados nacional, provincial y municipal articulados y en forma coordinada con la sociedad civil que tiene una gran penetración. Pero la cabeza tiene que ser una política pública y nacional”, remarcó.
LA GACETA consultó a los funcionarios a medida que se iban retirando del recinto. Todos coincidieron en la gravedad del problema y en que la única solución es unirse y coordinar.
Salvia destacó que en los últimos seis años el flagelo de la droga ha aumentado de manera exponencial. “Hoy no hay villa en el país que no tenga penetración del narcomenudeo, venta y producción de paco”, remarcó. En síntesis, dijo: “las estadísticas demuestran que el problema es grave y que afecta más a los pobres. Si bien la adicción también ha crecido en sectores medios, no es tanto como en los más pobres, que viven sin políticas de contención, en familias y escuelas expulsoras y con sistemas de salud y laboral que los excluye”.
Cifras que duelen
25%
de los jóvenes que viven en villas y barrios pobres son adictos.
30%- 45%
En ese porcentaje oscila el aumento del narcomenudeo en las comunidades más pobres del país, en los últimos seis años.
7 de cada 100
familias sufre en carne propia el problema de la adicción severa.
15%
apenas, de las familias con problemas severos de drogadicción cuentan con atención psicológica o médica.
300.000
argentinos de entre 15 y 25 años sufren el problema de la droga.
PODER JUDICIAL
“Hay una situación de perversidad con relación a los jóvenes. Pero tampoco hay que verlo desde la criminalidad del adicto. Nos falta una política de Estado con relación al narcotráfico”.
Ricardo Sanjuán - juez federal
PODER EJECUTIVO
“Fue una reunión amplia y plural. Pero no será la única, habrá otras de trabajo concreto para llevar adelante acciones conjuntas para disminuir el tráfico de drogas y mejorar la atención a los enfermos”.
Regino Amado - Ministro de Gobierno
PODER LEGISLATIVO
“La Legislatura ya ha sancionado dos leyes para luchar contra la droga: la ley de droga cero al volante y la de control de drogas para funcionarios y legisladores”.
Claudio Viña - Titular de la Comisión de adicciones de la Legislatura
POLICÍA
“La problemática de la adicción debe ser abordada de forma multidisciplinaria y trabajar más en la familia y en la inclusión social. Se convino en la necesidad de coordinar las acciones de cada sector”.
Dante Bustamante - Jefe de Policía
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