La noticia que no fue

La noticia que no fue

La edición estaba en marcha y casi al cierre de los comercios comenzaron a escucharse gritos en la peatonal. Una madre, desesperada, llamaba a su hija. Un payaso comenzó a llamar la atención y a aplaudir para que los transeúntes ayudasen a buscar a la criatura perdida. Una angustia espesa se percibía en la multitud que se quedó quieta y en silencio. Sólo se oían los gritos desesperados de la madre y los aplausos de la gente. Fueron cinco minutos de congoja, hasta que apareció la nena. Se había desencontrado con su mamá. Desde el balcón de LA GACETA, la redacción también se había quedado petrificada primero, y aliviada después. “Es una anécdota, pero no va a ser noticia”, dijo uno. Y como los transeúntes en la calle, los periodistas siguieron con sus tareas.

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