Tucumán, la Independencia y 200 años de historia

HISTORIA

TUCUMÁN. EL LIBRO DEL BICENTENARIO

MARIO KOSTZER (EDITOR)

(La feria del Libro – Tucumán)

Cuando los argentinos hablamos de soberanía, debemos saber que no tuvimos esa potestad desde siempre. Fuimos una nación soberana a partir del 9 de julio de 1816. La relevancia de aquel histórico día ha hecho que el antes y el después (es decir, las causas y las consecuencias) no tuvieran el espacio de reflexión que se merece. Por ese motivo, celebro la publicación de Tucumán – El Libro del Bicentenario, edición a cargo de Mario Kostzer.

Este tipo de publicaciones son poco habituales, lamentablemente, pero muy necesarias ya que abordan los temas de la Independencia desde una perspectiva sencilla y a la vez dinámica, con un claro respaldo en la documentación. Las respuestas acerca del trascendental suceso se encuentran en sus 200 páginas y el cuidado de la imagen, tanto de las ilustraciones como de la fotografía, demuestra que han encarado la tarea con el profesionalismo que requiere una obra de esta magnitud.

La profesora Viviana Álvarez y la licenciada Clara Murga han logrado el objetivo de llegar con la palabra a los lectores ávidos de conocer pormenores de la historia argentina, desde la Revolución de Mayo y la Declaración de Independencia, hasta la Guerra de Malvinas y el devenir democrático de los últimos años.

Tucumán – El Libro del Bicentenario es la primera gran manifestación del nutrido reportorio que rendirá homenaje a la gesta de aquellos diputados patriotas. No podíamos tener un inicio más auspicioso para celebrar los 200 años de nuestra Independencia.

© LA GACETA

 Imprescindible espejo

Fragmento de Tucumán. El libro del bicentenario

Por Mario Kostzer

Es  incuestionable la importancia que la conmemoración del bicentenario de la independencia tiene en el sentir de los argentinos en general y de los tucumanos en particular. Esta evocación, sin embargo, nos invita a hacer una revisión de hechos y circunstancias que a lo largo de los últimos 200 años conformaron nuestra historia.Con la memoria aún fresca respecto de algunos casos y tomando la distancia necesaria de otros, tal vez percibamos que persisten heridas o cicatrices de un pasado rico en acontecimientos de todo tipo, en el cual abundan nombres propios de protagonistas que forjaron estos hechos y que quedaron grabados de diferentes maneras en nuestros registros: algunos en la página gloriosa de nuestra historia y otros con el triste privilegio de haber contribuido a rupturas incomprensibles.  Subsisten aún debates, promesas no cumplidas, aspiraciones truncas, voluntades dignas del más deseable de los destinos y un futuro abierto a lo mejor.Todo, planteado en el convencimiento de que un acabado conocimiento de nuestro pasado nos suministra ese imprescindible espejo en donde debemos mirarnos, reconocernos y emprender otra vez el camino en procura de mayores aciertos. Esa ha sido la intención de esta obra que, lejos de intentar hacer una minuciosa revisión de los acontecimientos de nuestro pasado, plasma en sus páginas el derrotero de nuestro pueblo  en estos dos siglos fundamentales.  Queda, por último, invitar al lector a recorrerlas con la misma emoción que ha embargado a quienes las concebimos y la certeza de que los próximos 200 años marcarán la meta que quienes nos precedieron, sin lugar a dudas, soñaron.