Bar “California”: una mirada al infierno de la trata

Bar “California”: una mirada al infierno de la trata

Por primera vez en Tucumán se está juzgando a una supuesta red de trata de personas con fines de explotación sexual. Antes fue el caso de la desaparición de Marita Verón, por el que fueron condenados 10 proxenetas de La Rioja liderados por “El Chenga” Gómez (su madre Liliana “Mamá Lily” Medina, ya fallecida, resultó absuelta aunque fue considerada líder de la banda). Otro caso fue el de Ana Alicia Taviansky, condenada a 5 años de prisión por tentativa de trata en el caso de una adolescente a la que intentó llevar a su prostíbulo de San Julián, en Santa Cruz. Finalmente, hace pocas semanas hubo una condena a cinco años de prisión por facilitación de la prostitución (no por trata) en la Justicia provincial contra N.B.G. (alias “Luciana”) por prostituir a su sobrina de 12 años. En el juicio que comenzó el miércoles pasado en el Tribunal Oral Federal, siete personas, lideradas (aparentemente) por “La Doña” Mercedes Medina y su pareja “El Negro” Ernesto Robles, se dedicaban -según la acusación que hizo el fiscal Carlos Brito- al traslado y explotación sexual de mujeres en los prostíbulos “California”, de Marco Avellaneda 666, y “La Terminal” o “Night club” o “El Gato”, de pasaje Sargento Gómez y Díaz Vélez, frente a la ex terminal de ómnibus. Según la acusación, este grupo tenía, por un lado, las características de una organización criminal, ya que “La Doña” empleaba a un sobrino como apretador y a otro sobrino y a su mujer como encargados de un burdel. También tenía una “mano derecha”, una mujer que se ocupaba de “California” y hasta contaba con la ayuda de un hombre que le llevaba los papeles. Por otro lado, esta supuesta red tenía vínculos con otras organizaciones de proxenetas. Se menciona a los riojanos de “Mamá Lily”, al prostíbulo “Morocco” de Catamarca y a gente de Salta.

Alta vulnerabilidad

¿Qué clase de red es esta? El tribunal deberá determinarlo. No parece ser una organización como las del imaginario popular, con mafiosos llenos de dinero y que se ocupan de prostitutas de lujo, sino que se ve un grupo de muy bajo nivel socioeconómico que se ocupa de chicas de alta vulnerabilidad social y muy pobres. Viven en zonas alejadas del centro (excepto “la Doña”, que residía en Marco Avellaneda al 400) y hasta en barrios marginales como El Salvador. Sus oficios son precarios (dos dicen ser albañiles y una, empleada doméstica). Dos de las mujeres (”Karina” y “La Doña”) reconocen que han ejercido la prostitución y otra dice que su hija trabajaba como copera en “California”. Por sus aspectos, no parecen tener mucho dinero. Pero en la acusación se revela que tienen seis inmuebles, una camioneta, tres motos (110cc), dos escopetas, una pistola 11.25. “Las redes se muestran así -dice el abogado Carlos Garmendia, de la Fundación María de los Ángeles, que denunció ambos prostíbulos-. Parecen humildes pero en realidad manejan mucho dinero. Así era la banda del ‘Chenga’ Gómez en La Rioja. Iban al juicio con ropas raídas y se quejaban de que el traslado desde la Rioja les costaba caro. Pero se alojaban en hotel durante el juicio”.

Hasta ahora ninguno declaró. Se leyó la acusación, las declaraciones de dos testigos protegidas (ex prostitutas) y los datos surgidos de las escuchas telefónicas; también se leyeron las declaraciones que los acusados hicieron durante la instrucción. Hay una extraña situación del supuesto encargado de los papeles, que es un profesor de Ciencias Naturales de 3° y 4° grados de una escuela primaria. Desentona por su nivel sociocultural y por su vestimenta con los otros acusados, si bien reconoce una relación de amistad con “El Negro” Robles.

De las escuchas telefónicas y de los testimonios de las testigos protegidas se sabe que había sometimiento, privación de la libertad y un sistema de multas que las hacía quedar pegadas a la banda (una tuvo que hacer “pases” con ocho meses de embarazo). También se denunció que les daban drogas (el acusado Iván Frías dijo haber sido condenado por ese mismo tribunal a 4 años de prisión por drogas) y que las golpeaban y amenazaban. A las chicas y a los clientes. Al principio del juicio los abogados de la querella (de parte de la Fundación María de los Ángeles) pidieron que aparezca un látigo que fue secuestrado en uno de los burdeles y que quedó en la oficina de Trata en la Policía. Aún no fue hallado. También cuentan que iban policías a esos lugares.

Toda la historia tiene ribetes que entran en la categoría de lo fantástico. El burdel “La terminal” es el local en cuyo balcón apareció en 2013 una vaca. Dice Garmendia que alguien se la regaló a “La Doña”. “Era un ternero, más bien. Una de las chicas la sacó al balcón y después de que apareció la foto en LA GACETA se llevaron la vaca de allí”, comenta. ¿Qué hacía el animal en el balcón? No se sabe. Otra historia desopilante está en las declaraciones de la encargada de “California”, que dice que además de bar de coperas tenía un “anexo verdulería y otro salón de fiestas” y que había “un verdulero, que era cliente de Paola, que arrojaba una bolsa con plata por el balcón”. En otra declaración se cuenta que la esposa de un inquilino de la vivienda de Marco Avellaneda al 400 tenía 200 preservativos “que había pedido en el CAPS de Villa Luján, para uso personal”.

Lo que está claro es que desde 2012, con el fin del juicio por la desaparición de Marita Verón y con la ley de “prostíbulo cero”, los burdeles han sido cerrados en Tucumán, una tendencia en en el país. La oficina de investigación nacional de trata, la Protex, dice que con el cambio de paradigma en la pesquisa han aumentado las condenas. Hubo 220 condenados en Argentina en 2014. Pero la prostitución no ha desaparecido, y en esto hay una dificultad cultural en nuestra sociedad porque, aunque la prostitución no es delito, se la persigue socialmente, pero se la acepta a la vez. Esto ha permitido que policías y empleados municipales lucren siempre con permisos y clausuras. Hasta 2012. Por otro lado, el sistema ha evolucionado hacia otras modalidades. Como dijo el comisario Julio Fernández, jefe de la División Trata, “ya no son bares o billares como se los conocía., Ahora trabajan con las puertas semiabiertas, y las mujeres están instruidas para decir que alquilan las piezas”. Ese concepto de alquiler usan todos los proxenetas. Chicas que trabajan por su cuenta alquilando. Así se informa en Córdoba (”La Nación”, 24/11), donde fueron rescatadas 1.200 víctimas de trata desde 2012. En el país se calcula que han sido sacadas del infierno (sexual y laboral) 9.355 personas desde 2008. Lo que ahora impera es la prostitución en departamentos. “Es más clandestino, más complicado y más difícil de atacar”, dice Garmendia.

El fenómeno en Tucumán es pequeño en comparación con Córdoba. En nuestra provincia hay unas 60 denuncias por trata, con algunos casos llamativos. En marzo pasado fue el allanamiento de otro “Night club” en el pasaje sargento Gómez (estaba a la par de “La Terminal” y a los dos los llamaban “Night club”. Este era del ex policía Hugo “El Gato” Díaz, a quien se acusa por poseer dos burdeles. El otro era “Al límite”, en Alsina al 700. Otro que espera turno para ir a juicio es Luis Eduardo “El pelado” Gambandé (a quien se vinculó con el sistema de prostitución VIP en la provincia). La acusación es por un local con chicas en José Colombres al 400. La Cámara Federal de Apelaciones debe decidir si el delito es federal (como trata, que incluye el traslado de personas para explotación laboral o sexual) o provincial (proxenetismo o facilitación de la prostitución).

Diferentes estrategias

La dificultad radica en que, como ocurre con el tráfico de armas, los tratantes de personas van cambiando sus estrategias. “Es una mafia como la de la droga, organizada y desplegada en todo el país”, dice la monja Martha Pelloni, referente en la lucha contra la trata. Para empezar, no se sabe cuántas personas están siendo esclavizadas; apenas se conocen los casos por denuncias y seguimiento judicial. En el juicio por “California” y “La Terminal” los defensores pidieron que se busque a una persona que aparece en las declaraciones de los acusados y que, se sospecha, es una de las testigos con identidad reservada. La querella y la Fiscalía se opusieron y los jueces hicieron lugar. Pero esto muestra el riesgo que corren las víctimas denunciantes. Otro problema, planteado po el fiscal Pablo Camuña, es que los testigos ofrecidos pueden ser también personas explotadas sexualmente por los acusados. A raíz de esto, el tribunal decidió que se haga una lista precisa para saber si algunos deben declarar con identidad reservada.

Tampoco está claro que la ley y el sistema puedan proteger demasiado a una víctima. Algunas de las rescatadas son acogidas en refugios. Sólo a algunas se les da trabajo. En nuestra provincia hay una ley, la 7.867, cuya aplicación es de la Secretaría de Derechos Humanos. Pero no se usa, sino que hay un convenio entre el Estado y la Fundación María de los Ángeles. El Consejo nacional de lucha contra la trata estableció un punto focal en Tucumán a cargo de la la Secretaría de Familia, Niñez y Adolescencia. ¿Debería haber una secretaría de lucha contra la trata, como en Córdoba? No se ha debatido. Tampoco se sabe cómo continuará el apoyo en todo el país hacia la lucha y hacia Susana Trimarco, con el cambio de gobierno nacional.

De la complejidad cultural que tiene el tema prostitución derivan problemas que se van resolviendo según los juicios. En el caso de “Luciana” (N.B.G.), la misma fiscala Marta Jerez pidió una pena menor, de 5 años, por facilitar la prostitución a su sobrina de 12 años, porque “hasta se pudo ver la actividad como una profesión en la familia”. La madre de la niña, la tía y la abuela, habían ejercido en algún momento la prostitución. Y la condenada es pariente de Irma Abraham, dueña de hoteles alojamiento. En Córdoiba, la secretaria de Asistencia y prevención de la Trata, Patricia Messio, coincide con las ONGs que la Justicia tiene una “mirada suave” sobre este delito. Esa percepción liviana es la misma que hay frente a la violencia de género y frente al atropello de los derechos de la infancia. El juicio por “California” y “La Terminal”, que durará tres miércoles más, nos dirá mucho sobre la mirada sociocultural sobre este delito.

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