Por Alicia Liliana Fernández
06 Octubre 2015
El domingo, el teatro Mercedes Sosa devino, por única función, cine Plaza. El 55° Septiembre Musical se despidió con “Tiempos modernos”, de Charles Chaplin. La novedad la aportó la Orquesta Estable de la Provincia, que tocó en el escenario la música original según el arreglo sinfónico del director, Luis Gorelik. Tarea compleja la del film scoring (integrar la música cuadro por cuadro) como por primera vez lo concibió Chaplin en 1936, a mitad de camino entre cine mudo y el sonoro.
Xilofón bien marcado, vientos alertas y cuerdas profundas; de forte a fortissimo; en pianos tiernos como la expresión del protagonista o en el romanticismo extremo del tema central. La orquesta acató (bien concentrada para no mirar de soslayo la película) el contrapunto entre Gorelik, batuta en mano, frente a Carlitos, en la pantalla. De la primera fila de platea a la última del pullman la gran mayoría ya había visto “Tiempos...” más de una vez. Sin embargo redescubrió a un Charlot inmerso en otra maquinaria, real y metafórica. Sorpresa e intensidad en la nostalgia, derrotada por la risa incontenible durante (solo) una hora y 29 minutos.
Xilofón bien marcado, vientos alertas y cuerdas profundas; de forte a fortissimo; en pianos tiernos como la expresión del protagonista o en el romanticismo extremo del tema central. La orquesta acató (bien concentrada para no mirar de soslayo la película) el contrapunto entre Gorelik, batuta en mano, frente a Carlitos, en la pantalla. De la primera fila de platea a la última del pullman la gran mayoría ya había visto “Tiempos...” más de una vez. Sin embargo redescubrió a un Charlot inmerso en otra maquinaria, real y metafórica. Sorpresa e intensidad en la nostalgia, derrotada por la risa incontenible durante (solo) una hora y 29 minutos.
Lo más popular
