22 Septiembre 2015
SALTA.- Hoy la Justicia Federal, junto con Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), volverá a uno de los predios del cementerio de la Santa Cruz en busca de restos de personas desaparecidas durante la última dictadura militar en Salta.
En esta ocasión estará presente gran parte del equipo de peritos reconocido internacionalmente, luego de que a principios de agosto viniera la licenciada Silvana Turner, una de sus coordinadoras, a realizar el primer trabajo de muestreo.
Según detalló la secretaria de derechos humanos de la Justicia Federal, Carolina Lee, el predio a relevar tiene una superficie de 10 metros por 17 y durante la mañana el EAAF trabajará para meritar cuáles de los restos óseos que allí se encuentran merecen ser analizados en las causas de delitos de lesa humanidad.
El Juzgado Federal N° 1 de Salta, a cargo de Leonardo Bavio, autorizó a abrir las fosas comunes luego del testimonio de Nicanor Guyamás en la Megacausa de la UNSa, quien aseguró que efectivos de las Fuerzas Armadas tiraban cuerpos en el cementerio municipal durante las madrugadas.
“Mi hermano para nosotros no murió nunca”
Gloria y Teresa Copa tienen esperanzas que entre los restos analizados por el EAAF aparezca el de su hermano Sergio. Dicen -abrazadas a un cartel en el que aparece la imagen juvenil de su familiar-, que siempre les queda la esperanza y que para ellas su hermano “no murió nunca”.
Sergio militaba en la Juventud Peronista en la localidad de Metán y cuando desapareció Gloria tenía 12 años. “Nosotros desconocíamos de su militancia y menos aún que estaba viviendo una situación de riesgo”, recuerda la mujer y agrega que la última vez que lo vieron fue en Rivadavia Banda Sur, lugar donde lo secuestraron en el momento en el que iba a buscar a una hermana de crianza.
“Es una luz que renace”, señala Gloria sobre los trabajos que iniciará hoy la Justicia y agrega que están esperanzadas de que el día de mañana puedan ir al cementerio donde por fin descansen los restos de su hermano.
“Es cerrar un ciclo de 39 años de dolor”
Mariana Gamboa tiene la certeza de que los restos de su madre, Gemma Fernández Arcieri, están en la fosa común del cementerio. En diálogo con LA GACETA, la militante de derechos humanos contó que un tío de ella inició una investigación hace 37 años y pudo localizar los restos de su familiar a partir de una placa dental.
Su madre fue secuestrada junto con su padre, Héctor Domingo Gamboa, y asesinados en la masacre del 25 de septiembre de 1976 en el paraje de El Gallinato, en el departamento de La Caldera.
“Es cerrar un ciclo de 39 años de dolor”, indicó Mariana en relación con las tareas de excavación que comenzó el EAAF. Agregó que desde el momento del secuestro, la desaparición y la tortura, los familiares siempre tienen la esperanza de poder dar con el cuerpo de ser querido, de poder ir a llorarlo a una tumba. “Es parte de nuestra cultura y es el ciclo que nos debe el Estado”, concluyó Mariana.
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