Para que no prescriba el caso Laime ofrecen una recompensa

El tiempo tuvo escondido el destino de Pamela Vanesa Laime por las fallas de un sistema que la había enterrado como NN en un cementerio público, luego de que su cuerpo fuera encontrado en Ticucho con un hachazo en la cabeza. Sin pistas de lo que pudo haber sucedido con la joven de Garmendia, ese mismo tiempo está a punto de garantizar la impunidad: el 16 de octubre se cumplirán 15 años del hallazgo del cadáver y el caso prescribirá.

Por ello, la fiscalía de Instrucción de la VIII° Nominación, a cargo de la fiscala Adriana Giannoni, difundió el ofrecimiento de una recompensa de $200.000 a quien aporte datos útiles que permitan el esclarecimiento de la muerte de Pamela.

La recompensa ya fue publicada en el boletín oficial de la Nación hace unos meses por el Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia. La fiscalía espera que alguien pueda aportar un dato que impida la prescripción del homicidio, luego de que considerara agotada todas las medidas de prueba para hallar una hipótesis.

Pamela Laime había salido de su casa de Garmendia el 16 de octubre de 2000, rumbo a la casa en la que trabajaba como empleada doméstica cama adentro. Su madre, Mercedes Saldaño, trató de llamarla dos días después, pero la empleada de su hija le comunicó que nunca había llegado. Desde entonces, Saldaño empezó a buscarla , sin respuestas.

En mayo del año pasado, LA GACETA publicó una nota con el caso de Pamela. El ex jefe de la Brigada de Investigaciones de la Policía, Marcial Escobar, recordó el hallazgo de un cuerpo en Ticucho, que había ocurrido en la misma fecha en que la hija de Saldaño desapareció.

Ese cuerpo nunca había sido identificado, y se lo había enterrado en el Cementerio del Norte. El expediente judicial, en tanto, había desaparecido. Para aquel entonces estaba a cargo de la fiscalía Joaquina Vermal, quien murió en 2003. Según pudo reconstruir Giannoni, la causa se perdió en alguna dependencia policial. Costó encontrar el cuerpo de Pamela en las tierras públicas del cementerio, pero finalmente un examen de ADN corroboró su identidad y los familiares pudieron comenzar el duelo.

La Justicia indagó en la familia en la que trabajaba Pamela, que pocas semanas después del crimen había abandonado el país. Sin embargo, todos los testigos mencionaron que el viaje ya venía siendo planificado. Giannoni allanó esa vivienda y otra que se encuentra en San Pedro de Colalao, pero en ninguna encontró algo relevante para la causa. Si no aparece algún dato, en un mes y medio la impunidad quedará sellada.