Hasta que no vean los autos pasar, los vecinos no van a creer en las promesas

Hasta que no vean los autos pasar, los vecinos no van a creer en las promesas

29 Julio 2015
Entre los vecinos de los futuros puentes y túneles que conectarán las calles Marco Avellaneda y la Suipacha sorteando las vías del ferrocarril todavía reina el descreimiento. Ni la fuerza de las máquinas que comienzan a tronar al alba, ni los kilos de hormigón y de acero que desfilan por la zona son capaces de hacerles creer que, esta vez sí, hay luz al final del túnel. O al menos eso parece.

“Es que uno ha vivido con tantas mentiras, los políticos han dicho tantas cosas... lamentablemente es así, uno termina descreído”, dice Matilde Ruiz, que vive en Marco Avellaneda entre Mendoza y Córdoba desde hace nada menos que 43 años. “La pregunta es: ¿veremos algún día esta obra? Es una pregunta que le hago al Gobernador (José Alperovich)”, enfatiza la vecina. Para ella, lo más sencillo hubiera sido haber hecho un paso a nivel.

El jubilado Carlos Pérez, en cambio, se dio la oportunidad de cambiar de opinión. Él también pensaba que era una obra imposible, interminable y faraónica. “Pero el día que la visitó el Gobernador (el jueves pasado), me fui a curiosear, como buen jubilado. Aproveché, me metí al túnel y lo recorrí de punta a punta -lo narra como una picardía-. La verdad, nunca creí que iba a haber una cosa bien hecha ahí”. A Carlos le interesan sobre todo los puentes. Él vive en la calle 12 de Octubre al 400, por lo que a partir de la inauguración podrá acortar camino para ir y volver del centro directo por la calle Córdoba. Ahora tiene que ir por San Juan y atravesar las vías.

Desde 1999, durante la gobernación de Domingo Bussi, la apertura de las calles Córdoba y Mendoza era “inminente”, pero nunca se concretó.

El segundo intento que estuvo cerca de convertirse en realidad fue en 2004, y con Alperovich en el Gobierno y Oscar Mirkin en la Secretaría de Obras Públicas. En esa intentona se realizó un proyecto para construir dos puentes vehiculares sobre las vías, y superar así el cordón de acero. Tampoco ese tren llegó a destino y la obra quedó en suspenso. Finalmente, en 2007 el Gobierno comenzó a hablar de lo que, aparentemente, se concretará antes de que termine este 2015.

Comentarios