Cada vez hay más aplicaciones para buscar el amor

Cada vez hay más aplicaciones para buscar el amor

Tinder, Badoo y otros tantos sitios y aplicaciones móviles vinculadas a la conquista y a las relaciones esporádicas se han convertido en espacios en los que cada vez hay más personas que se animan a establecer vínculos más duraderos. En la actualidad una de cada cinco parejas nace en la web. Un fenómeno que crece. Lo bueno y lo malo de los sitios on line.

Cada vez hay más aplicaciones para buscar el amor
04 Julio 2015

Se lo sugirió un amigo. Martín (35) había llegado a Tucumán después de haber vivido un largo tiempo en Buenos Aires. Quería salir con alguien. Así se hizo una cuenta en Tinder, la archi famosa aplicación para móviles disponible en los smartphones, ideal para conseguir citas.

- ¿Tenías prejuicios antes de ingresar a esta aplicación?

- Sentía que las personas en estos sitios no tomaban el deseo de encontrar pareja en serio. Todavía estoy seguro de eso, pero veo que también hay gente sincera que busca algo más serio. Yo ya llevo cinco citas con una chica y creo que me estoy enamorando. Cuando nos conocimos por Tinder hablábamos horas y horas y nos mandábamos fotos. Después de dos semanas decidimos salir a tomar algo. Y hubo química.

- Entonces, ¿vos le encontraste el lado bueno?

- Me parece un espacio más eficiente para conocer personas que salir y tratar de iniciar una conversación con alguien en un boliche o en un bar. Me ahorra tiempo y tengo mayor posibilidad de hacer contacto con otra persona que busca lo mismo que yo. Igual hay que tener mucho cuidado; lo malo es que hay demasiados mentirosos dando vueltas. Antes de conocer a mi chica, tuve varias citas bastante penosas.

Argentina cuenta con aproximadamente 400.000 usuarios de Tinder. En muchos grupos de amigos, especialmente entre los más jóvenes, la mayoría lo tiene. Es muy simple de usar y está asociado con Facebook, lo que hace posible ver si compartís amigos y gustos con el resto de usuarios. Después, solamente hay que mirar fotos para elegir si alguien te gusta o no. Recién cuando hay una coincidencia entre dos personas (ambos se gustaron), se empieza un chat.

Para algunos, como Martín, es una forma cómoda, rápida y divertida de conocer gente. Por eso el número de usuarios de esta apps y de otras similares, como Lulu, ha aumentado muchísimo. Lo mismo pasa con las redes sociales que tienen los mismos fines (por ejemplo Badoo) o los sitio como mach.com, que proponen citas on line.

“Hoy en día, una de cada cinco parejas nace en la Web. ¿Por qué no pensar que tu futuro amoroso pueda estar allí?”, plantea Valeria Schapira, experta en relaciones de Mach.com. “Para empezar, hay que sacarte de la cabeza la idea de que buscar pareja en la web es signo de estar desesperado”, añade.

“Ya no está mal visto conocer a alguien por internet o celular; esta herramienta se ha hecho intrínseca en nuestras vidas... ahora nadie te mira raro si te enamoraste de alguien que te conquistó en un mundo virtual”. Lo dice Deborah Serrano., tucumana, de 41 años, que conoció por chat a su actual esposo, el francés Ollivier Marquès., en 2011. Un año después se conocieron personalmente y él le pidió matrimonio. Ahora viven juntos en Marsella.

“Establecer una relación con alguien por internet se instaló como un medio más, un puente hacia otro que es un completo desconocido, pero que juega un lugar en la fantasía y cubre ciertas expectativas”, explica la sexóloga Mileva Pavicich. Según su experiencia de consultorio, estos espacios son facilitadores de relaciones touch and go, que a veces (no siempre) se concretan en un encuentro físico. “Sí conocí historias que perduraron, pero son las menos. Por lo general, son pasajeras”, resalta.

Los usuarios reconocen que las aplicaciones siguen estando más vinculadas al touch and go. Aunque admiten que eso no impide que se pueda encontrar el verdadero amor en una pantalla. Según la revista Time, en EE.UU. el 38% de quienes se describen como “solteros y en busca” han utilizado un programa online de citas; de ellos, el 25% encontró así una pareja de largo aliento. No obstante, dijeron que la verdadera conexión para ellos empezó a darse cuando se encontraron frente a frente. Al parecer, hay cosas que no pueden sustituirse.

Para agendar

Tindog.- Es casi un calco perfecto de Tinder, pero para perros. Plantea las mismas mecánicas sencillas para conocer otros canes (o dueños) cercanos a la posición actual, propiciando encuentros que pueden tener cualquier carácter, aunque, en principio, tiene a los canes como verdaderos protagonistas. Basta con iniciar la aplicación y crearle un perfil de usuario al perro. Se pueden poner varias fotos, nombre, edad e incluso su personalidad.

Badoo.- Es la red de citas más popular del mundo y la que más usuarios suma cada día. El portal opera en 180 países y su mayor actividad se encuentra en América Latina.

Happn.- Te conecta con la gente, mostrando usuarios dentro de un radio de 250 metros. Como contra, si la cita fue algo terrible, no hay garantía de que no te lo vuelvas a encontrar de nuevo.

Grindr.- Es una app solamente gay masculina que geolocaliza usuarios cercanos que estén conectados.

OkCupid.- Tiene un cuestionario para definir el perfil de tus posibles ‘match’ y así elegir la mejor opción.

Blendr.- Está orientada a los viajeros ya que permite cambiar de manera muy fácil el lugar geográfico donde nos encontramos para concretar una cita.

Publicidad

Testimonio

Si la relación que comenzaron por internet hace cuatro años Deborah Paola Serrano y Ollivier Marquès fue duradera es por pura casualidad, asegura ella. Como es profesora de francés había decidido chatear con franceses para aprender mejor el idioma. Así lo conoció a él, que sí buscaba una relación. Incluso se había anotado en varias páginas de citas online. Se pasaban horas y horas chateando. Se presumían. El desde un pueblo cercano a Marsella y ella desde Tucumán. Después de ocho meses, él la invitó a pasar las fiestas de Fin de Año a Europa y ella no dudó en arriesgarse. Viajó junto a su hijo de 13 años (es madre soltera). Ahí comprobaron que la química que había en la web se mantenía intacta cara a cara. El le pidió matrimonio y ella aceptó rápidamente. Después se mudó con Ollivier.  “No fue difícil para mí encontrarme con mi amor. Porque incluso si el “coup de foudre” -el enamoramiento fue instantáneo, casi tan rápido como este mundo virtual- hubo una etapa de conocernos, de hacernos muchas preguntas, de peleas y de reconciliaciones. Yo visité su mundo real con mi hijo para verificar de cerca si la historia podía tener un final feliz o no. Depende de cada uno poder ir más allá. Riesgos claro que hay, pero en la vida real también”, dice la docente, de 41 años.

Publicidad

Entrevista

“Las relaciones virtuales, por internet o con aplicaciones para celular, son cada vez más frecuentes. Esa otra persona, a quien se necesita para entretenerse, para cubrir un vacío, para mitigar la soledad, está presente pero ausente. Se genera un juego donde ambos actores despliegan un personaje, se muestra exactamente lo se quiere mostrar”, describe la sexóloga Mileva Pavicich. 

La especialista sostiene que no se puede negar la realidad. Y que pese a que hay más encuentros virtuales “no debemos perder la magia del encuentro de las miradas, del contacto de la piel, de las charlas espontáneas para conocerse, ya que escribir permite hacer un filtro, acomodar, decorar; en fin, versear”.

“Las relaciones verdaderas deben estar apoyadas en lo corporal, porque somos nuestro cuerpo, percibimos y sentimos a través de él. En las relaciones por el ciberespacio, la imaginación es la protagonista, y esto está distante de abarcar la totalidad de quienes somos, de cómo vemos el mundo, de nuestras prioridades, de las intenciones”, resalta. E insiste en que conocer al otro por medio de aplicaciones puede ser el primer paso, pero no es suficiente.

“No creo que estemos frente a un nuevo paradigma de relaciones amorosas, sí frente a una alternativa, a una modalidad que no deja de ser una opción más, así como también la puerta a jugar con la infidelidad. Muchas parejas en la terapia, traen para trabajar conflictos generados porque se descubren chats o messenger con alguien, a quien les dedican un tiempo y se teje una maraña de situaciones que no siempre terminan bien”, especifica.

Y también subraya otro de los riesgos que tienen los sitios de citas on line: “nunca se sabe verdaderamente quién es el otro. Claro que se crea un personaje. Los riesgos son muchísimos. Un encuentro por la web siempre será un encuentro imaginario. Alimentar la fantasía puede ser un recurso entretenido pero las chances de que sea la base de una relación amorosa, son pocas”.

“Conocer a alguien on line”. La opinión de Valeria Schapira, Experta en Relaciones de Match.com

Ventajas

• Que la persona que conozcas tenga mucho que ver con lo que estás buscando. Las apps o los sitios on line te dan la posibilidad de elegir sus características de personalidad, profesión, y físicas, entre otras, aplicando los filtros de búsqueda. 

•  Otro punto a favor: no te tenés que mover de la comodidad de tu casa para hacer la selección y recién, cuando creés ya estar por el buen camino, concretar el encuentro cara a cara. La vida y las distancias en las grandes ciudades, sobre todo, hacen que el tiempo sea un bien escaso. La posibilidad de buscar a alguien online y luego concretar la cita es más que valiosa.

• Y una de las cosas más valiosas: en el online no existe el “para vos no hay” sea por tu edad o por tu situación geográfica, por ejemplo. 

Los riesgos

• Que la persona que está del otro lado del monitor o de la pantalla del celular no sea quien dice ser. Pero ojo, esto mismo puede ocurrirte offline. Una buena técnica para evitar mentiras es contactarte lo antes posible vía webcam. Así se podrá verificar que las fotos que figuran en el sitio correspondan a la persona o que sean actuales.

• Otras mentiras comunes: que la persona no viva como se presenta o que no sea soltero cuando dice serlo. Nadie te garantiza que una persona diga la verdad, ni en un sitio on line de citas ni en un bar. El consejo para esto es: preguntá todo lo que necesités para estar tranquilo. Si la otra persona se molesta quizás no sea todo lo transparente que deseás.

• Un peligro es que te encuentres con un acosador online. Si detectás alguna conducta inconveniente podés activar un mecanismo que tienen los sitios para bloquear a aquel usuario que sientas que te está molestando. También podés denunciarla al equipo de seguridad del sitios.

• Los mismos recaudos de seguridad que aplicás a tu vida cotidiana, deberías llevarlos a tus vínculos virtuales: ¿Le darías el número de tu cuenta bancaria a un desconocido? ¿Llevarías a tu casa a alguien la misma noche en que lo conociste? 

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios