Alperovich se anticipa al futuro
La alianza entre José Alperovich y Daniel Scioli nació de las cenizas del amor del tucumano con el movimiento que fundó Néstor Kirchner. El mandatario del Jardín de la República jamás cortó el cordón umbilical que lo une con los K, aunque a veces apenas algunos tejidos de esa tripa sobrevivieron a tironeos políticos diversos. El temprano acercamiento de Alperovich con su par bonaerense confirmó que el mandamás local se mueve como un sabueso de pura raza: su olfato le indica antes que al resto dónde está la presa electoral. Hace poco más de una docena de años, el ex legislador radical supo acercarse de manera temprana a Eduardo Duhalde. Y también alejarse rápidamente de él y amucharse con el por entonces entusiasta, pero poco popular, Néstor Kirchner.

En el ocaso de sus sucesivas gestiones, el gobernador volvió a hacer gala de sus dotes de clarividencia. Mucho antes que sus pares de otras provincias e inclusive que algunos popes del kirchnerismo nacional, adivinó que el candidato del oficialismo para suceder a Cristina Fernández sería Scioli. ¿Y qué importancia tiene ello? Mucha. Porque el ex motonauta observa en Alperovich a un hombre que puede ser clave en su estructura nacional y, por ende, Alperovich será imprescindible para Juan Manzur. La hipótesis cierra, por supuesto, si uno y otro se imponen en los comicios de octubre y agosto, respectivamente. Respecto de lo que suceda en las elecciones tucumanas, la figura de Alperovich sería insoslayable incluso para Cano si es Scioli el que se impone en las nacionales.

¿Por qué? Continuando con el juego de suposiciones, en el entorno del ex vicepresidente de la Nación se menciona que si Scioli se erige como jefe de Estado, el gobernador tucumano podría estar a cargo de la AFIP o de algún otro puesto clave del Gabinete nacional. El bonaerense había dicho días atrás en Entre Ríos que su equipo iba a ser federal y apuntó a los gobernadores. El de estos pagos fue uno de los primeros en apoyar la causa y esa lealtad se retribuye bien. Alperovich habría recibido la propuesta en su última visita a Buenos Aires y por ello también fue tan importante el nombre del primer candidato suplente en la nómina de senadores por Tucumán. Contando con un triunfo alperovichista en las elecciones nacionales, el oficialismo comarcano colocaría dos senadores. En la lista presentada ante la Justicia Electoral aparece Alperovich primero, la ministra de Desarrollo Social, Beatriz Mirkin, segunda y como primera suplente, María Tránsito Urueña Russo. La joven mujer es una ferviente militante de La Cámpora y su nombre fue impuesto -afirman- por el dueto Carlos Zannini-“Wado” de Pedro, el encargado de digitar las nóminas nacionales de postulantes para garantizar cierto manejo del Congreso por parte de Cristina. La que no quedó feliz con la solicitud de los ultra K fue la senadora Beatriz Rojkés, que de rompe y raja vio cómo le cerraban de un portazo -y en la cara- su continuidad en la Cámara Alta.

Pese al conflicto doméstico, al gobernador la jugada de “irse” le conviene, ya que podría ser el que maneje el grifo de fondos federales. Podría definir cuándo y cuánto abrirlo, según el comportamiento que tenga su sucesor respecto de él y de los suyos. De yapa, si se va al Gabinete nacional y habilita la entrada de Urueña Russo al Senado, también mantendrá esos hilos que aún lo conectan con el kirchnerismo.

Sin embargo, El mandatario no tendría definido dejar el Senado. Esa decisión dependería del resultado de los comicios provinciales y de la virulencia que podría llegar a tener una oposición victoriosa hacia su gestión, principalmente en Tribunales. El plan B también está presente en la cabeza del líder de la Casa de Gobierno. Contempla refugiarse en los fueros senatoriales y desde la poltrona porteña mover los hilos de la Legislatura local. Por ello las listas del oficialismo, en los lugares “salibles”, está plagada de ultrafieles. Alperovich tendría allí su reaseguro, sea cual fuere el resultado electoral en la ex ciudad de los naranjos (en el corazón citadino ya no queda casi ninguno).

Son todas especulaciones, pero el que mueve primero siempre tiene ventaja y el gobernador dio muestras claras de no estar dispuesto a rifar el poder que supo acumular y distribuir a su antojo desde aquel lejano 2003 en el que llegó a la cima de la política comarcana.

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