“Un grupo fenomenal”

Miguel Décima - LG Deportiva

Mejor tarde que nunca. Esa reflexión puede hacer Alberto Pascutti. El experimentado técnico reconoce que luego de 35 años en la profesión descubrió el encanto de dirigir en el interior del país.

El 15 de marzo de 1980 dirigió a Chacarita en el triunfo, 1 a 0, sobre Arsenal, de Sarandí. Ese fue su primer partido como técnico. En ese momento no imaginó que a esta altura de su vida iba a estar viviendo sensaciones inéditas en un club como Juventud Antoniana de Salta, la sensación del Federal A.

- Es tu primera experiencia en la categoría ¿Cómo te tratan?

- Nunca me voy a perdonar haber sido tan ignorante a lo largo de todos estos años y darme cuenta ahora de la cantidad de buenos jugadores que hay en la región. Es una cantera inagotable, y eso que muchos de pibes se van a Buenos Aires a probar suerte y no tienen la fortuna de trascender en un ambiente que es tremendamente competitivo.

- Juventud tiene varios tucumanos en el plantel. ¿Qué análisis hacés al respecto?

- No me canso de repetirlo, y no porque ustedes me estén entrevistando, pero la calidad y picardía que tiene el futbolista tucumano pocas veces vi en mi carrera. Tienen ese plus que en Buenos Aires le llaman potrero. Son tantos los tucumanos en el plantel que podría formar un equipo completo con jugadores de allí. Cuando concretamos la llegada de los ‘tucus’, no dudé en afirmar que al torneo lo ganábamos por robo (risas).

- Por lo visto tenés buen ojo para elegir.

- Y, gracias a Dios sumamos jugadores de primer nivel. Uno sabe que en estas cuestiones hay que tener suerte. Yo la tuve. La mayoría de los tucumanos que llegaron al club son titulares: Balvorín, Ibáñez, Gómez, López y Montiglio. Todos ellos, tranquilamente, están en condiciones de jugar en otra categoría.

- ¿Existe diferencia alguna entre el futbolista tucumano y los demás?

- Lo que observé en este tiempo que estoy en Juventud Antoniana es que el jugador salteño es más tranquilo y más conformista. En cambio, los tucumanos son pícaros, no te regalan nada. Son los típicos futbolistas ganadores. Esos que te pueden relucir en cualquier cancha. Me encanta.

- Estás agradecido de lo que vienen aportando.

- El otro día cuando San Martín vino a jugar por la Copa Argentina con Argentinos tuve la posibilidad de charlar con algunos hinchas tucumanos. En ese momento, y luego de observar el partido, me di cuenta que en mi equipo tenía a los mejores jugadores de Tucumán. De eso no tengo dudas. Me lo demuestran en cada encuentro.

-¿Estaba en tu mente realizar una campaña como esta?

- Cuando encarás algún desafío lo hacés con el objetivo de dar lo mejor. La clave de este rendimiento del equipo es que se eligió bien los jugadores que necesitábamos en cada puesto. Luego fue trabajar y que cada uno pusiera lo mejor de sí para llevar adelante este proyecto que siempre estuvo direccionado hacia la B Nacional.

- Por tus expresiones, se nota lo orgulloso que estás del plantel.

- ¡Cómo no estarlo! Todos se brindan a pleno en el día a día. En eso me hace acordar mucho a aquel plantel de Almagro que dirigí en 2001 y que terminamos ascendiendo a Primera.

- ¿Llegar al partido del domingo clasificado le quita algo de presión al equipo?

- Para nada. Estos muchachos no aflojan nunca. Eso no quita que se pueda perder, empatar o ganar. Tampoco soy tan iluso para pensar que vamos jugar 20 partidos más y los vamos a ganar a todos. Lo que sí puedo asegurar es que este grupo no se relaja. El otro día, en un partido de práctica, ganábamos 2-0 y los chicos seguían jugando como si fuera una final. Los pibes son de fierro.

-¿Analizás la posibilidad de rotar el equipo en los últimos partidos de la fase?

- No. Este plantel está preparado física y mentalmente para jugar todo hasta el final de la temporada. Además, como estamos jugando cada siete días no tendrían que tener inconvenientes en llegar plenos a cada cotejo. El futbolista que tenga alguna molestia física me avisa y lo preservo. Por eso, el domingo visitaremos a San Martín con lo mejor que tenemos.