El semillero sigue creciendo

No visten guardapolvos ni uniformes, sino casco, chaleco y látigo. Están en la escuela, pero no aprenden matemática, lengua ni ciencias sociales. Son 16 jóvenes que se ilusionan con triunfar algún día en el hipódromo tucumano, uno de los más importantes del interior del país, y porque no en “las luces”, haya donde varios representantes del “Jardín de la República” lograron ganarse la admiración general.

Florencia Cruz (16 años), Lorena Soria (16), Sergio Barrionuevo (17), Alan Bustos (14), Marcos Torres (17), Gonzalo Gómez (14), Daniel Villarreal (17), Ramón Sánchez (14), Gerardo Puntano (15), José Rojas (18), Andrés Corbalán (17), Alexi Jaime (16), Braian Bustos (16), Lucas Brito (10), Pedro Zabarella (16) y Alejo Dip (16) son los alumnos de la Escuela de Aprendices “José Faustino Bollea”, que funciona en el circo hípico local y que tiene como instructor al ex jinete chileno Alejandro “Cañón” Rivera, que este año reemplazó a Luciano Polizzi.

“Tenía mucha ilusión con poder ingresar a la escuela de aprendices y por suerte lo conseguí. Los caballos son mi pasión y desde chico me gustaron mucho. Creo que con esfuerzo y dedicación podré lograr lo que soné siempre, que es correr en un hipódromo”, contó Sánchez, que es de Los Ralos.

La ilusión de todos los chicos es ser protagonistas los domingos, cuando suena la campana y el relator dice “¡largaron!”. “Decidí venir a la escuela porque amo a los caballos y me apasionan mucho las carreras. Desde niña mi papá me decía que cuando sea grande iba a ser jocketta y ese es mi gran objetivo. Creo que de a poco y con mucho sacrificio lo voy a lograr. Me tengo mucha fe. Mi principal virtud es que cuando me subo a un ejemplar no le tengo miedo”, reveló Lorena Soria, una de las dos mujeres que concurren a la escuela. Romina Villegas se convirtió en la primera jocketta en egresar, en 2012.

“Llena de emoción ver que el proyecto educativo y de contención social para los jóvenes y adolescentes, que se ha emprendido hace 12 años con el aporte económico de la Caja Popular, es una realidad y tuvo continuidad en el tiempo. Los resultados llenan de orgullo porque los chicos han ganado en estos años más de 900 carreras, cinco estadísticas y varios de ellos triunfan en Palermo, San Isidro y La Plata”, contó Luis Monti, gerente de carreras del circo hípico loca. “En el 2003 le acerqué la idea a la entonces delegada María del Carmen Ramírez, quien fue la que le dio un impulso muy importante. La capacitación de los chicos se intensificó con marcada eficiencia con el trabajo de Luciano Polizzi. El entusiasmo de los delegados José Luis Fernández y Guillermo Gauffin fueron determinantes para apreciar este momento de esplendor que tiene la escuela. Ahora estamos abocados a incorporar un caballo mecánico para mejorar las prácticas”, agregó.

Muchos sueñan con cambiar sus vidas. Ven en la actividad turfística una salida laboral. “Me críe junto a los caballos. Mi objetivo es ser jockey y poder vivir de esta hermosa profesión”, expresó Gómez.

Varios de los alumnos ya dieron sus primeros pasos en las cuadreras, como el caso de Villarreal. “Aprendí a montar caballos a los 9 años y ahora decidí venir a la escuela porque mi objetivo es competir en los hipódromos. Quiero aprender y es por eso que hago un gran esfuerzo para venir todos los días desde Macomita al hipódromo. Quiero que esta sea mi profesión, al margen que las cuadreras también me gustan mucho”, contó el joven de 17 años.

“Cañón” Rivera sabe que tiene el duro desafío de mandar a la pista de la mejor forma a los nuevos jinetes. “Hay muchos chicos con excelentes condiciones. Lo más importante que todos le ponen mucho entusiasmo y pasión. Creo que en un corto tiempo habrá varios chicos en las pistas”, dijo el chileno. Está claro que el semillero del turf no detiene su crecimiento.