Un gusto de los jugadores

En el sur de la provincia, la idea de un grupo de amigos fue tomando forma hasta convertirse en una realidad palpable. Famaillá jugará el Federal B en la Zona 9, que incluye otros cinco equipos tucumanos, y eso ya es un premio para los integrantes del plantel que ahora tendrán que cuidar el botín. Lo interesante de esta historia es que fueron los propios futbolistas lo que hicieron lo imposible por llevar el estandarte del “fama” al show.

Fueron ellos quienes decidieron que el club debía estar en la competencia. Fueron ellos los que gestionaron el dinero, no los dirigentes. Famaillá jugará el Federal B después de ausentarse un año y sus hinchas deben darle las gracias a sus representantes que, dicho sea de paso, no cobrarán un peso. Todo lo que recaudan es para mantener al flote la campaña. “Si estamos en esta categoría es por la movida que hicimos nosotros los jugadores, esa es la verdad de la cuestión”, dice Gonzalo Herrera, el arquero de 27 años y veterano de la plantilla. “La idea de los dirigentes era no participar del Federal B porque es muy deficitario. Pero nos reunimos todos los jugadores, los que somos de Famaillá, y decidimos ir para adelante. Sabemos que acá no se va a cobrar nada, que jugamos por la camiseta”, explica con orgullo Herrera, quien también agradeció el visto bueno de la CD para dejarlos perseguir su sueño. “Ellos nos escucharon, hicieron el esfuerzo y decidieron aceptar”, aplaude.

¿Cómo hace Famaillá para reunir el presupuesto, que incluye viajes y concentraciones? “Cada jugador tiene que sumar 10 socios nuevos. Cada uno paga 100 pesos mensuales”, empieza a desmenuzar el plan “FB” Herrera. “Además, cada uno buscó un socio colaborador que nos da $ 2.000. Es decir que cada futbolista junta $ 3.000”, cierra el asunto Herrera, y aclara otro punto honorable.

“La gente que nos ayuda tampoco entrará gratis a la cancha en los partidos del Federal B. Pagará su entrada pero con un descuento especial. También tendrá otros beneficios”, explica el arquero con el pecho inflado de alegría.

Aparte, lo que hasta hace una semana era un plantel de apenas 20 soldados, entre el torneo y Liga, ahora es una familia enorme. Entonces, la misión es no descuidar ninguno de los dos frentes, ni el local ni el nacional.

“Es lo que pretendemos. No arrancamos bien en el Anual, es verdad, pero debemos luchar y levantar cabeza. No queremos perder la categoría. Lo mismo en el Federal B. Seremos un equipo prácticamente pleno de tucumanos. Esperemos que la gente nos siga apoyando”, reza Herrera, que hace de voz cantante por el grupo.