Rousseff libra una carrera contrarreloj por la aprobación de un ajuste fiscal

Rousseff libra una carrera contrarreloj por la aprobación de un ajuste fiscal

26 Mayo 2015

Ana María Pomi - Agencia DPA

BRASILIA.- El gobierno de la presidenta brasileña Dilma Rousseff corre contra el tiempo para que el Congreso apruebe las medidas de ajuste fiscal necesarias para reacomodar la economía, y que son resistidas por algunos sectores del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y partidos aliados. Antes de viajar a México para realizar una visita de Estado, Rousseff comandó en Brasilia una reunión con sus principales asesores para definir la estrategia de presión para que el Congreso apruebe dos medidas provisionales vinculadas al ajuste fiscal, y que perderán vigencia si no son aprobadas hasta el 1 de junio.

“Hemos tomado algunas decisiones. La primera es intensificar los esfuerzos para la aprobación del ajuste fiscal”, afirmó el ministro jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Aloizio Mercadante.

“En el Senado tenemos dos medidas provisorias que deben ser aprobadas esta semana, todas vinculadas al ajuste fiscal. En la Cámara (Baja), estamos también intensificando los esfuerzos del gobierno”, dijo el ministro del Gabinete Civil de la Presidencia, Aloizio Mercadante.

Las declaraciones del ministro se refieren a las Medidas Provisorias (MP) 665 y 664, las cuales endurecen, respectivamente, las condiciones para el acceso al seguro de desempleo y a pensiones por viudez y beneficios jubilatorios.

En razón de su impacto social, las medidas enfrentan resistencias en el seno del PT y también del centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal socio de la coalición progubernamental en el Congreso.

Según el vicepresidente brasileño Michel Temer, uno de los principales exponentes del PMDB, pese a las resistencias el gobierno se dispone a luchar “hasta el final” por la aprobación del ajuste, considerado como esencial para reequilibrar las cuentas públicas y con ello controlar la inflación y reactivar la estancada economía del país.

Temer se manifestó convencido de que el Senado “entenderá” la importancia de las medidas y minimizó las críticas al ajuste por parte de integrantes del PT, uno de los cuales, el senador Lindbergh Farias, llegó a abogar por la destitución del ministro de Hacienda, Joaquim Levy.

“Esta semana es realmente decisiva. Entendemos que el Senado Federal entenderá el ajuste fiscal y lo aprobará. Hay tiempo para dialogar con el PT, creo que todavía es posible atraer apoyo y creo que tendremos los votos suficientes para la aprobación”, dijo.

Por su parte, el ministro Levy defendió el drástico recorte de gastos impuesto para este año, de casi 21.600 millones de dólares, y no descartó que el país registre una contracción en el primer trimestre del año. Levy sostuvo que el bloqueo de 69.946 millones de reales (21.588 millones de dólares) anunciado el viernes fue necesario porque las perspectivas de ingresos estatales previstas en el presupuesto para este año, “no tienen conexión” con la realidad. “Es necesario porque los ingresos previstos en el presupuesto, que fue aprobado hace un mes, no tienen conexión con la realidad de recaudación”, dijo.

“Se recortó con mucha cautela y equilibrio, en la medida en que se pudo hacer, incluso sin poner en riesgo el crecimiento económico”, resaltó. El ministro admitió que cabe la posibilidad de una retracción temporal de la economía, y reconoció que el resultado trimestral del Producto Interno Bruto (PIB), que será divulgado el viernes, podrá ser negativo. Sin embargo, aseguró que, si se logra llevar adelante los ajustes fiscales y económicos previstos, se podrá “reanudar el crecimiento económico”, aunque en base a un modelo diferente al adoptado hasta ahora y menos dependiente del dinero público. “Tenemos un problema de recaudación. (...) En los últimos años, la recaudación, sistemáticamente, no ha atendido las necesidades del gobierno y se ha vivido de ingresos extraordinarios al mismo tiempo en que se realizaban exoneraciones (tributarias)”, afirmó. Dijo que a partir de ahora se debe lograr que la economía tenga vitalidad no solo poniendo dinero público. “El dinero público se acabó”, enfatizó.

Estas fueron las primeras declaraciones sobre el recorte de gastos que hizo Levy, quien fue el gran ausente el viernes, cuando el ministro de Planificación, Presupuesto y Gestión, Nelson Barbosa, hizo el anuncio.

Oficialmente se informó que el titular de Economía no compareció porque estaba engripado. No obstante, su ausencia dio lugar a especulaciones, según las cuales el ministro faltó para demostrar su insatisfacción, debido a que pretendía que los recortes fueran mayores, de unos 80.000 millones de reales (unos 24.700 millones de dólares).

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