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25 Mayo 2015
Debate educativo

Las opiniones de cada uno de los candidatos a gobernador de la Provincia, sobre las políticas educativas, algunos con soluciones más duras que otros, llevan a pensar que es necesario un gran debate centrado en la inclusión y en la calidad. La escuela debe recuperar su función específica: enseñar y revisar la función de asistencialista del comedor escolar que resta el tiempo pedagógico. Hay mucho que debatir y hay mucho que analizar sobre los resultados que promueven a los alumnos con escasos desempeños escolares. No existe la cultura del esfuerzo y la disciplina del estudio. Hoy las escuelas no tienen repitencia, por decisiones administrativas. Hoy la escuela primaria le pasa el problema de una educación de baja calidad al nivel secundario, donde tampoco prima el esfuerzo, el estudio y una enseñanza de calidad, donde los alumnos de hogares con necesidades básicas insatisfechas que no pueden pagar un profesor particular fracasan. Creo que tendría que revisarse el concepto de inclusión el cual no refiere a lo cuantitativo sino también a lo cualitativo. Incluir es darles a los alumnos las herramientas necesarias para su desempeño efectivo en la sociedad, y eso está reservado a la escuela y dentro de ellas. Los alumnos con la actual política egresan del sistema educativo sin tener los conocimientos aprehendidos, y muchos fracasan en la universidad. Revisar el concepto de evaluación integral, que en otras provincias no se aplica, ya que genera que los chicos no vayan internalizando los saberes paulatinamente, sino que se vean atosigados a fines de cada trimestre por pruebas anacrónicas, tecnocráticas que sólo miden la memoria repetitiva del alumno, con docentes desbordados para calificarlas. Llevar al extremo de realizar pruebas trimestrales desde primer grado es una evidencia que se debe analizar lo que realmente significa evaluar.

María Beatriz Sánchez de Comas
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El acuerdo UCR-PRO


Nos dirigimos en respuesta a la gentil apreciación que realizó el lector Enrique Fermín González (24/5), a la carta de Juan Carlos Bernard, uno de los suscriptos, del 22/5, que inició el debate; antes que nada, pedirle disculpas al nombrado porque evidentemente no supimos expresarnos con claridad como para que comprendiera lo que se quiso manifestar. Conocemos perfectamente los alcances jurídicos que tienen las decisiones emanadas de las convenciones del partido radical, ya sea la provincial, como la nacional; pero de lo que estaba hablando no era de lo “jurídico”, sino de lo “legítimo”, que son aspectos que van por caminos muy diferentes. Intentamos decir que ante decisiones de tamaña envergadura, una resolución votada por 80 convencionales provinciales y/o unos cuantos cientos de convencionales nacionales, no alcanza para otorgarle legitimidad o una validez lógica, a algo que puede claramente modificar el espíritu de las bases fundacionales de un partido centenario y con principios que, claramente el partido con que forma alianza no solamente no los posee, sino que son antagónicos. Tal vez una analogía con la Constitución Nacional aclare al crítico lector qué se podría haber hecho como forma supletoria ante esta disyuntiva partidaria: el Art. 40 de la Carta Magna establece la posibilidad de una consulta popular por iniciativa de la Cámara de Diputados (primer párrafo), y por la misma Cámara y/o el Presidente, para consultas no vinculantes (segundo párrafo). Finalizando, lo que hemos intentado manifestar era simplemente que esas convenciones partidarias no poseen la legitimidad para decidir el cambio de rumbo de la historia, y que bastaba con realizar una consulta a todos los afiliados, que, sin duda alguna, son los que tienen la verdadera legitimidad para decidir tamaña cuestión.

Juan Carlos Bernard, Sergio Jorge Vissani Bernard
Salas y Valdez 1.251 Torre II 1° “C”
San Miguel de Tucumán


Cambia, todo cambia

En relación al artículo de Federico Türpe “El cambio es un sueño eterno” (23/05). Me permito agregar a su excelente nota, otra canción que se presta para comentar este tema: El Camaleón que dice: “El camaleón, mamá, el camaleón cambia de colores según la ocasión”... Una breve observación a la naturaleza nos proporciona datos de este pequeño reptil, que son famosos por habilidad de cambiar de color según las circunstancias y por su lengua alargada. Si realizáramos algún parecido con algunos seres de nuestra fauna política, percibiríamos que en ella existen , los camaleones políticos, porque no sólo cambian de colores, , sino que usan la lengua, “virtud” que supera indudablemente a estos simpáticos animalitos. ¿Alguien dudaría, a esta altura de la campaña electoral, de que este “arte” de camuflarse, es utilizado para decorar y maquillar su piel y sobre todo su heterogéneo cerebro, adaptándolo para sacar el mayor provecho disimulando de esta forma su verdaderos intereses? Doña Rosa, en su inocencia, quizás no haya percibido de qué cambios se trata, y podría preguntarse: ¿cambios de qué? ¿Cambios de los precios de la canasta básica? ¿Para mejorar la seguridad, el salario mínimo, la educación y la salud? ¿Cambio en el trato al niño desvalido, desnutrido y enfermo, al anciano abandonado; al adolescente y el joven preso de las tentaciones del narcotráfico, el alcohol y la delincuencia? ¿Cambio por la violencia de género? Hasta el momento, ni la crítica del poder ciudadano ni ninguna revolución moral lograron cambiar el “ritmo” de la engañosa costumbre de algunos camaleones políticos. Quizás se podrían preguntar, alguna vez qué tipo de cambio realmente precisamos. ¿No será un cambio de conducta, que esta sea patriótica y moral? P/D. mis sinceras disculpas a los políticos realmente daltónicos. Y a los que no renunciaron a sus principios de lealtad y honra.

Pablo José Giunta
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El Bicentenario


Ya nos estamos acercando a cumplir 200 años como república y muy especialmente los sucesivos gobernantes y por ende, encargados de generar el progreso general y sostenido de la Nación, buscarán puntualizar sus logros, o lo que podría considerarse como tales, para justificarse ante la sociedad. Al respecto, cabe la pregunta: ¿hemos realmente avanzado? ¿En qué, cómo y cuánto? ¿Hemos podido eliminar las grandes falencias que desgastan y atrasan nuestro crecimiento moral, intelectual, ético, económico, social, en un nivel aceptable que nos enorgullezca? Las obras de construcción, caballito de batalla de todo gobierno, son fútiles si no aportan al bienestar del pueblo, que es el componente esencial de una república que quiere llamarse “democrática”. Va a ser difícil demostrar que no estamos estancados en el lodo de las urgencias cotidianas, cada vez más acuciantes debido al desmanejo e impericia de compatriotas que, estando en el poder, fueron superados por sus propias ambiciones personales. Vamos a ver si para el 9 de Julio de 2016 podremos decir que hemos avanzado en la consecución del sagrado postulado alberdiano de hacer de este país un lugar realmente apto en libertad y seguridad para nosotros, nuestra posteridad y todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.

Darío Albornoz
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California


Me complace informarle, señor Eduardo Rothe (carta 20/5), que no desconozco la trama del filme “¡Qué verde era mi valle!”, como así también el entorno en el que se desarrolla, un sello característico del realizador John Ford, la relación del hombre con su contexto. Escogí el título como una metáfora de la gravedad climática que se cierne sobre California; también hubiera podido inclinarme por “Viñas de ira”, otra realización de Ford como una respuesta encolerizada de los viñedos californianos a la agresión atmosférica que sufre ese estado. Ése fue mi propósito especial, a la par de mi preocupación por tal desastre.

Alfonso Giacobbe
24 de Septiembre 290
San Miguel de Tucumán

Inundaciones y barrio Manantial Sur


En LA GACETA del 15/7/14 se produjo un desvarío del gobernador José Alperovich al anunciar que ejecutará 2.500 viviendas sociales que estaban en marcha con la construcción del barrio “Manantial Sur”, para ser entregadas entre marzo y abril del 2015, pero con su nuevo aporte económico de $30 millones, para reactivar la demanda de trabajadores y para terminar la construcción del barrio en diciembre de 2014 (año que ya pasó). En esa misma nota el ingeniero Alberto Guardia, de la Cámara de la Construcción, precisó que eran 38 las firmas comprometidas con el proyecto, con 2.000 obreros empleados y estimaba que se llegaría a los 4.000. Ahora este desvarío se cumple cuando en LA GACETA del 29/1/15 el gobernador anuncia con bombos y platillos, que en ese barrio se entregarán en marzo 200 viviendas. Es decir que no se cumplió con lo prometido, de entregar en marzo las 2.500 viviendas por la que se había invertido los $30 millones, para aumentar a 4.000 la cantidad de obreros y terminarlas en diciembre de 2014. También Gustavo Durán, del IPV dijo, en la primera nota, que el “avance de obra” era casi el 50% en esa oportunidad. El 50% de 2.500 no puede ser nunca 200. ¡El Tribunal de Cuentas verificó ese avance de obra y en qué concepto se pagaron los $30 millones? El ingeniero Durán anuncia LA GACETA del 21/4 que se reasignaron 200 casas en ejecución en barrio Manantial Sur para las familias de Yerba Buena y Río Lules afectadas por la inundación. El 5/5 se informa: Barrio Manantial Sur: Vivienda no puede precisar una fecha para su traslado. El tema de las inundaciones se va para el olvido. El intendente de Yerba Buena, Daniel Toledo, se presenta feliz en el acto del gobierno por el que sortearon 70 viviendas de las 582 que se construirán en Yerba Buena en una zona prohibida por el Código de su propia Municipalidad, y que dañará más al sistema. Lo mismo que el canal del Boulevard 9 de Julio, que desaguará en el Canal Sur y que los especialistas han objetado. Toledo culpó por el daño irreparable al río Muerto a la UNT y al Ministro de Producción por la falta de control. El Gobernador guarda silencio, lo mismo que la Rectora de la UNT. ¿Se blanqueará ese daño culpando a la pobre Naturaleza?

Andrés Cabral
[email protected]

Anses

Pido disculpas por los inconvenientes ocasionados al señor Ignacio Eduardo Romano, quien con toda razón reclama en su carta “Anses” del sábado 23/5. El beneficiario ya tiene acordada su jubilación y cobrará el 18 de junio que viene. Como le expresé personalmente, por inconvenientes propios del sistema no fue posible liquidar antes su trámite. Estos casos nos afectan sobremanera ya que todos trabajamos para que los beneficios lleguen a sus destinatarios, puesto que se trata de derechos.

Daniel Frías
Jefe Anses UDAI Yerba Buena

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Rigourd y el fiscal Herrera

Con motivo de la imputación sobre una supuesta extorsión que el financista Jorge Rigourd hace contra el fiscal Guillermo Herrera en LA GACETA de ayer domingo, quiero aclarar que con el denunciante no he tenido ningún trato ni social ni comercial, pero sí conozco al fiscal desde hace más de 40 años y no dudo de su honestidad y corrección. También considero una injuria decir que ha realizado una extorsión en favor de María Posse Bruhl, que no es sobrina del doctor Herrera como dice Rigourd, y por por cuya honorabilidad respondo ya que fue empleada mía. Si el denunciante dice tener pruebas respecto a la extorsión lo desafío a que las demuestre ante la Justicia.

Roberto Martínez Zavalía (p)
Santa Fe 148
San Miguel de Tucumán

El fin de la Segunda Guerra

En la columna sobre el final de la Segunda Guerra Mundial (7/5) el lector Carlos Duguech vuelve a citar palabras que adjudica a Winston Churchill y que éste nunca dijo. Al referirse al holocausto atómico, le asigna a Churchill que éste consideró innecesarias las bombas caídas sobre Hiroshima y Nagasaki. Dice que Japón se había rendido incondicionalmente y que los estadounidenses arrojaron el infierno atómico en una “masacre innecesaria”. Por la masacre fue que Japón se rindió a posteriori incondicionalmente, lo cual demostraron no querer hacer hasta que sufrieron las bombas. Por eso no fue sólo la de Hiroshima (6 de agosto), sino también la de Nagasaki (9 de agosto), dos días después del ataque soviético a los territorios ocupados por Japón, circunstancia importante de la segunda guerra, pues las bombas no se arrojaron “porque sí”. Nunca hubo un momento de discusión sobre si debía emplearse la bomba atómica. Evitar una carnicería grande, indefinida, llevar la guerra a su fin, dar la paz al mundo, posarle manos curativas sobre sus cuerpos torturados mediante una manifestación de poder abrumador a costa de unas pocas explosiones, parecía, en verdad, después de tanto cansancio y peligro, un milagro de liberación”... “El consentimiento británico para el uso del arma ya se había dado el 4 de julio, antes de efectuarse la prueba” (Churchill, Winston S. “La segunda guerra mundial”, tomo VI “Triunfo y tragedia”. Ed. Peuser, Buenos Aires 1960). Es decir, Churchill no sólo consideró necesarias las bombas, sino que consintió en su uso y pone de relieve que ellas tuvieron una suerte de “efecto eutanásico”: con muchísimas menos muertes y destrucción, se evitó una mayor operación bélica, el suicidio japonés masivo y se puso fin a la guerra. Cierto es que Japón era ya un enemigo militarmente vencido, pero una cosa es tenerlo vencido y otra, lograr que se rinda para así poner fin a la guerra. Para más, los rusos ya venían a someter al Japón y el Pacífico oriental a su imperialismo. Las potencias aliadas habían convenido que tres meses después de la rendición formal de Alemania, recién los soviéticos podrían intervenir en el conflicto japonés. Ni lerdos ni perezosos, los comunistas ya afilaban sus uñas para poner al sol naciente también detrás de la “cortina de hierro”, logrando que Japón se rindiera, pero ante ellos. Este hubiera sido el final de la guerra, con Japón y el Pacífico sometidos al comunismo. La “guerra fría” hubiera sido diferente y seguramente menos fría, ¿o era preferible un desembarco convencional de 2.250.000 angloamericanos, fuerza que se preparaba para lograr la caída de Tokio (según cuenta Churchill en la obra citada) en la matanza innecesaria que ello iba a implicar?, con el antecedente inmediato de la resistencia feroz que opusieron en Okinawa, Iwo Jima y Saipán donde reservaban los últimos cartuchos para inmolarse fanáticamente antes que rendirse. Por esa razón política de enorme peso (que Japón no cayera en manos de Stalin) y bélica (el ahorro de vidas humanas que -paradójicamente- significó el infierno atómico), Churchill y los aliados occidentales consideraron necesarias las bombas atómicas.

Víctor J. Chocobar
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La ley del Talión

Esta ley ancestral, que data de la época de los romanos, es preciso que sea utilizada para entender -más allá de otras circunstancias- lo que acontece en nuestra sociedad, que enfrenta la violencia con más violencia. Esta reflexión viene a cuento por los recientes incidentes en la cancha de Boca, cuando el equipo azul y amarillo enfrentaba a River. Pero no sólo ocurre en un clásico, sino también en partidos amistosos de potrero. Se utiliza un deporte con mayúscula, para minimizarlo con acciones violentas que evitan que este lindo deporte sea compartido por todos. La Ley del Talión reza: “ojo por ojo, diente por diente”. Es decir, siempre se pone en vigencia lo que nunca se pudo superar por la incultura existente en nuestro pueblo. El derecho romano fue el que, con el tiempo, limitó la extravagancia de esta ley, generando el derecho al respeto mutuo. Incluso el Evangelio, en una parábola relatada por Jesús, nos dice: si un enemigo te afrenta con un golpe en una mejilla, ofrécele la otra. Esto parece inconcebible, pero queda demostrado que, a pesar de la humillación que se expresa con esta frase por parte de quien es vilipendiado con una afrenta, la única manera de calmar su ira es ofreciéndole con total indiferencia la otra mejilla. Estén seguros de que, con esta actitud, el ofensor será destruido sin dar su segundo golpe. Son verdaderos actos de humildad propios de la persona con sabiduría. ¿Sería acaso imposible que se remuevan los malos usos y costumbres con estas dos leyes sabias?

Carlos Gianserra
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