Un universo íntimo, rico, grave y reflexivo

Alina Diaconú -nacida en Rumania y nacionalizada argentina- ha sido distinguida con varios premios en los géneros de novela y ensayo y es colaboradora de diarios (LA GACETA, entre ellos) y revistas locales y extranjeras. Este es su tercer poemario, con versos de una sola palabra, de cinco como máximo.

El libro mismo es de un poco habitual formato vertical. Sumó un particular aporte el destacado artista plástico Guillermo Roux quien, para este caso, trazó los contornos de ángeles en distintas actitudes. Como se sabe, estas entidades son capaces de aletear, o sea hacer aquello que inspiró el título del texto.

Los poemas están agrupados en cinco partes: Desde el cuerpo, Viajando, Mortales inmortales, Aleteos autobiográficos y Metafìsica. Resulta muy visible en toda la obra el universo íntimo de la autora -rico, grave, amable y profundamente reflexivo-, expuesto a través de un minucioso recorrido que incluye infancia, adolescencia y madurez, a través de búsquedas sensibles, objetivas o alegóricas, como en el poema Dilemas, donde dice:

Veo pájaros / y ángeles / gigantes / en las blancas / nubes. ¿Hay una diferencia / entre ambos?

Diaconú encabeza muchos de los poemas con versos de poetas notables, como Whitman, Borges, Pessoa, William Blake o Sylvia Plath, y también, a modo de homenaje a su Rumania natal, dedica uno de ellos a dos figuras sobresalientes de la cultura de aquel país: el pensador Emilio Cioran y el máximo exponente del teatro del absurdo, Eugenio Ionesco.

© LA GACETA

WILLY G. BOUILLON