Tiempos de diálogo como eje de la terapia

Tiempos de diálogo como eje de la terapia

Comienza mañana en el Virla el II Congreso Latinoamericano de Prácticas Colaborativas

FILOSOFÍA COLABORATIVA. Karin Taverniers apuesta a “no imponer ideas”. Karin Taverniers (@ktaverniers) FILOSOFÍA COLABORATIVA. Karin Taverniers apuesta a “no imponer ideas”. Karin Taverniers (@ktaverniers)
21 Abril 2015
“Las prácticas colaborativas no son un modelo, ni una escuela. No ofrecen técnicas ni intervenciones premeditadas. No pretenden tener la última palabra, ni erradicar arbitrariamente los conocimientos ya establecidos”, enfatiza la psicoterapeuta Karin Taverniers, cuando se le pide que defina el eje del Congreso internacional sobre la especialidad que sesionará en Tucumán desde mañana y hasta el sábado, y del cual ella es co- organizadora. Las sesiones serán en el Virla, y participarán referentes argentinos y extranjeros sobre esta modalidad terapéutica.

“Harlene Anderson, una de las co-fundadoras del Houston Galveston Institute y de las prácticas colaborativas y dialógicas, se refiere a ello como una ‘postura filosófica´, una manera de ser y estar en el mundo. Es una “actitud”, “una postura”; se lo trata al otro como “un ser humano único, y no como alguien perteneciente a una categoría de personas, que es reconocido y apreciado, y cuya voz es merecedora de ser escuchada”, le explicó a LA GACETA Tavernier

- ¿ Está abriéndose el argentino medio a las nuevas terapias?

- En mi opinión, hay mucha gente ávida por conocer nuevas ideas. Otro sector, por otro lado, se distingue más bien por la ‘nostalgia’, por cierta resistencia frente al cambio, casi como si lo novedoso fuera una amenaza. En el ámbito académico y profesional, creo que estos dos sectores desafortunadamente a veces ‘chocan’ a la hora de conversar. Esto es entendible en el caso de aquellas personas ‘nostálgicas’ que defienden con convicción sus doctrinas y verdades totalitarias (postura ‘moderna’). Pero desgraciadamente también he visto terapeutas colaborativos caer en la misma trampa: han defendido este enfoque con la misma insistencia inexorable, sin siquiera escuchar la voz del otro; lo cual va en contra de la filosofía colaborativa, ya que algo que caracteriza este enfoque es la práctica de una escucha activa, desde la postura de curiosidad genuina, y no la de una imposición forzosa de estas ideas. Y eso va en contra del espíritu colaborativo.

-¿ Qué pasa en una sesión en un consultorio en el que se practica la terapia colaborativa?

- Al menos en lo que respecta a mi práctica, son los consultantes los que tienen las riendas sobre el curso de la conversación. Empiezo las sesiones con las preguntas que aprendí de Tom Andersen (¿Cómo te/les gustaría usar este espacio?”, “Quiénes tendrían que estar presentes?”, entre otras) o de Harlene Anderson (“¿Qué te/les gustaría que sepa de vos/ustedes”?). Más adelante, se verifica que el diálogo no se desvíe hacia la agenda del terapeuta con preguntas tales como “¿Esta conversación está yendo en la dirección acertada?”. Creo que a pocas personas no les gusta esta libertad. De esta manera, uno, como terapeuta, se asegura de que se esté hablando sobre lo que es realmente importante para aquellos que nos consultan. Esto es muy diferente de la manera tradicional de hacer terapia, donde el terapeuta tiene una especie de guión preestablecido, y sólo hace preguntas desde su propio marco teórico. Las conversaciones colaborativas son libres. Me gustaría compartir también mi experiencia como docente. Con Adela García, venimos enseñando estas ideas hace 12 años en la Universidad del Salvador en Buenos Aires (y últimamente en Bahía Blanca). Hemos notado un creciente entusiasmo por parte de los alumnos. Cuando recién empezamos, para muchos de ellos este pensamiento era lo que Tom Andersen llamaría “demasiado inusual”. Quizá aún no era el momento, porque era demasiado diferente a los modelos predominantes. Observamos que están cada vez más interesados en estas ideas, no como reemplazo de lo que ya saben, sino como complemento y manera diferente de pensar y reflexionar sobre lo que ya saben. Los jóvenes de ahora ya no lo dan todo por hecho. Son más críticos. Cuestionan más. Y eso es muy bueno.

- ¿ Qué espera del congreso de Tucumán?

- El primer congreso de Prácticas Colaborativas y Dialógicas, que se realizó en Sao Paulo en 2013, fue un éxito. Asistió mucha gente de distintas partes del mundo, por lo cual acepté integrar el comité organizador de este encuentro con mucho entusiasmo. Una expectativa es que este congreso no sea una fiel copia del anterior: que se puedan compartir experiencias locales, que las ciudades argentinas sean conocidas como lugares que participan activamente en la difusión de estas ideas. Otros objetivos: fomentar espacios para intercambiar experiencias con otros sitios del mundo que ofrecen formación en prácticas colaborativas y dialógicas, y que nuestras voces ayuden a que estas ideas, tan nobles y útiles en un mundo lleno de conflictos y falta de escucha, puedan seguir difundiéndose; pensar este encuentro como el comienzo de varios más; que no sólo atiendan personas ya formadas en estas prácticas, sino también ‘curiosos’ con ganas de escuchar estas ideas y poder aplicarlas de manera creativa y novedosa a sus propias prácticas, sin la necesidad de abandonar sus propias praxis, ya que el enfoque colaborativo no apunta a ofrecer un reemplazo sino que propone una postura filosófica, una relación diferente con lo ya conocido, donde los conocimientos anteriormente establecidos son valorados, pero no impuestos como verdades únicas.

Temas Buenos Aires
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios