Preocupante aumento de muertos en accidentes viales

Preocupante aumento de muertos en accidentes viales

El exceso de velocidad, la imprudencia, el consumo de bebidas alcohólicas, la irresponsabilidad, el abuso de confianza suelen ser malas compañías. A menudo son sinónimos de tragedias viales en las calles y en las rutas. Así lo testimonian las estadísticas divulgadas por la asociación civil “Luchemos por la vida”. La entidad informó que en 2014 hasta el 6 de enero pasado, murieron 7.613 personas en todo el país, es decir un promedio diario de 21 y mensual de 634.

En Tucumán, se registraron 333 víctimas mortales en las rutas y calles, lo que implica un crecimiento del 20% en relación con 2013, en que se constataron 277 decesos. Nuestra provincia alcanzó tuvo su registro más alto desde que esta entidad efectúa los relevamientos (el primero data de 1996). En 1997 se había superado las 300 víctimas (fallecieron 311 personas). Desde entonces, la cifra había oscilado entre 195 (2006) y 300 (1998). En 2013, fallecieron 277, es decir 20 personas más que en 2012, cuando el registro fue de 257 decesos.

Según la organización, los accidentes de tránsito en la Argentina, son la primera causa de muerte en menores de 35 años, y la tercera sobre la totalidad de la población. Las cifras de muertos son elevadas, comparadas con las de otras naciones, llegando a tener 8 o 10 veces más víctimas mortales que en la mayoría de los países desarrollados, en relación con el número de vehículos circulantes. Se considera que la velocidad es una de las causas principales de muerte por accidentes viales. Muchos argentinos creen que 120 km/h no es una velocidad elevada, sin embargo, se sabe que a más de 90 km/h un vehículo es cada vez menos gobernable. A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica. El consumo de bebidas alcohólicas no es aconsejable a la hora de manejar. Un solo vaso de vino, cerveza o whisky, limita la capacidad de conducción, ya que produce una alteración de los reflejos para conducir. El alcohol embota los sentidos y disminuye la capacidad de atención normal; genera una falsa sensación de seguridad que predispone a excesos de velocidad y a todo tipo de violaciones a las normas viales. Y es falso suponer que el café o cualquier otro estimulante, anulan sus efectos nocivos. En uno de cada dos muertos en accidentes de tránsito en el mundo, está presente el alcohol, indicó el informe de “Luchemos por la vida”.

Es preocupante que este aumento de víctimas mortales en Tucumán. En junio pasado, divulgamos un relevamiento efectuado en la Unidad de Patología Espinal del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Padilla, en el que se señalaba que el 88% de los lesionados no usaba casco en los accidentados en motocicletas, y el 91% de los automovilistas no llevaban puesto el cinturón de seguridad. En la mayoría de los accidentes, el 65% de los pacientes estaban alcoholizados.

Mientras la obtención de la licencia de conducir, así como su renovación, no surjan de cursos con exámenes eliminatorios y se les siga otorgando a menores de edad, difícilmente disminuyan los accidentes. Se deben atacar las causas, antes que los efectos. Las autoridades deberían preguntarse qué es lo que están haciendo mal o no están haciendo. La vida es el don más preciado que tenemos, deberíamos recordarlo siempre.

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