Por Gustavo Rodríguez
16 Septiembre 2014
Los malos resultados deportivos suelen desnudar problemas y divisiones. Y eso es lo que ocurre en San Martín. El equipo no levanta cabeza en el Federal A y estalló el escándalo en La Ciudadela. En ese sentido fue mucho lo ocurrido el domingo.
No está bien que los socios se junten a insultar a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, justo en los momentos en los que debe florecer el apoyo. También es repudiable la reacción de Oscar Mirkin que, como presidente, en vez de llevar paz le tiró más nafta al fuego realizando un gesto polémico. Como cualquier hombre, el dirigente pudo haber cometido un error al haber reaccionado de la peor manera. Lo demostró pidiendo disculpas por su “reacción”, pero después volvió a embarrar la cancha negando el arrepentimiento.
San Martín no se merece esto. Necesita la paz entre todas las partes; que hinchas, socios, dirigentes, jugadores y cuerpo técnico se mantengan unidos para buscar la salida de la crisis. Si no lo hacen será muy difícil emerger de este pozo.
No está bien que los socios se junten a insultar a jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, justo en los momentos en los que debe florecer el apoyo. También es repudiable la reacción de Oscar Mirkin que, como presidente, en vez de llevar paz le tiró más nafta al fuego realizando un gesto polémico. Como cualquier hombre, el dirigente pudo haber cometido un error al haber reaccionado de la peor manera. Lo demostró pidiendo disculpas por su “reacción”, pero después volvió a embarrar la cancha negando el arrepentimiento.
San Martín no se merece esto. Necesita la paz entre todas las partes; que hinchas, socios, dirigentes, jugadores y cuerpo técnico se mantengan unidos para buscar la salida de la crisis. Si no lo hacen será muy difícil emerger de este pozo.
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